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¿Por qué no sobrevivirá la cristiandad?La Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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5 “‘No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: “¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!” . . . Aquí están ustedes cifrando su confianza en palabras falaces... ciertamente no será de ningún provecho en absoluto. ¿Acaso se puede hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo de sacrificio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido, y acaso tienen que venir ustedes y estar de pie delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y tienen que decir: “Ciertamente seremos librados,” a pesar de hacer todas estas cosas detestables? ¿Acaso esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre ha llegado a ser una mera cueva de salteadores a los ojos de ustedes? He aquí que yo mismo también lo he visto,’ es la expresión de Jehová.”—Jer. 7:4-11.
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¿Por qué no sobrevivirá la cristiandad?La Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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7. (a) Al mismo tiempo que los religiosos de la cristiandad llevan a cabo su adoración, ¿en qué convierten su estructura religiosa? (b) ¿Qué llaman a Jesucristo, y sin embargo, qué los llamará él?
7 Particularmente desde 1919 E.C. la moderna clase de Jeremías ha estado llamando la atención del mundo a la condición contaminada de la cristiandad. Al mismo tiempo que los miembros de las iglesias llevan a cabo su adoración en este sistema de cosas supuestamente cristiano, toman parte en “hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso.” Hacen sacrificios religiosos a otros dioses (Baales, Señores) además de al Señor Jesucristo. Por móviles materialistas, convierten su estructura religiosa en una “mera cueva de salteadores.” (Jer. 7:9-11) A pesar de todas estas cosas que son detestables a Jehová, los religiosos de la cristiandad alaban insinceramente a Jesucristo y lo llaman “Señor.” Les parece que debido a que hacen esto todo está bien y que su adoración es acepta a Dios y Cristo. Pero Jesucristo los sorprenderá al llamarlos “obreros del desafuero,” debido a que no hacen la voluntad de su Padre.—Mat. 7:21-23.
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