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Compañeros de victoria sobre el mundoLa Atalaya 1974 | 1 de mayo
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2. Según la profecía de Jesús acerca de las dificultades que experimentarían sus seguidores, ¿cómo es él objeto del odio del mundo?
2 Aunque Jesucristo ya no está en la escena terrestre, aun hoy es objeto del odio mundial. Los casi mil millones de miembros de las iglesias de la cristiandad quizás levanten objeción a esta declaración, e insistan en decir: “¡Nosotros no lo odiamos!” Y sin embargo hay una prueba por la cual podemos saber si odiamos a Jesús hoy. En una profecía acerca de lo que sus discípulos experimentarían, Jesús de antemano les dio una advertencia con estas palabras: “Ustedes serán objetos de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo.” “Entonces los entregarán a ustedes a tribulación y los matarán, y serán objetos de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre.” (Mat. 10:22; 24:9) Lógicamente, pues, el odiar a los discípulos de Cristo por motivo de su nombre significa odiar a Cristo mismo a la vez.
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Compañeros de victoria sobre el mundoLa Atalaya 1974 | 1 de mayo
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5. Por eso, la expresión de Jesús “por motivo de mi nombre” significa por motivo de ¿qué?
5 La expresión de Jesús “por motivo de mi nombre” significa por motivo de adherirse a Jesús por lo que él es oficialmente, el Rey Mesiánico nombrado por Jehová Dios. Significa por motivo de que lo confesamos y le rendimos obediencia como verdadero Señor, nuestro Señor celestial cuyos mandatos cumplimos por considerarlos de más peso que los de cualquier gobernante terrestre. Significa apegarse uno al gobierno mesiánico que él representa sin dividir su lealtad por medio de mezclarse en los asuntos de gobierno terrestre alguno de hechura humana. Significa considerarse y comportarse uno como esclavo de Jesucristo, un esclavo que no se pertenece a sí mismo sino que es posesión de Jesucristo, que pagó como costo su propia sangre vital. Sí, también significa ser testigo del Dios y Padre de Jesucristo, a saber, Jehová, la Fuente del reino mesiánico.
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