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Preguntas de nuestros lectoresLa Atalaya 1964 | 1 de junio
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Pues, entonces, ¿puede ser odiado aun un hombre con habilidades para pensar, aunque las ejercite en buen sentido? Actualmente, el mundo en general no siente afecto particular para personas que ejercitan las habilidades de pensar. A las personas pensadoras que son verdaderamente intelectuales a veces se les llama despectivamente “sabelotodo” o “comelibros.” Frecuentemente estos términos se han aplicado de manera no muy respetuosa a personas que verdaderamente usan sus facultades de pensar apropiada y productivamente. Se les desprecia porque ejercitan su mente. Algunas personas son demasiado haraganas para pensar, porque el pensar es trabajo duro. Por lo tanto desprecian a los que utilizan sus habilidades mentales, los que muestran diligencia en emplear la mente. Frecuentemente ocurre, por lo tanto, que las personas pensadoras son odiadas.
La siguiente cita del libro The Age of Conformity, por Alano Valentine, páginas 105 y 106, refleja una idea bastante general: “Einstein era un héroe nacional de otra clase, de manera más remota; casi nadie lo entendía, pero casi toda persona aceptaba el veredicto de los peritos de que él era un tremendo aventurero en las elevadas alturas de la matemática. Pero cuando él empezó a opinar en cuanto a cuestiones públicas sus admiradores disminuyeron. El pensar independientemente es desafiar la norma democrática, y ‘doctoral’ y ‘teórico’ no son términos de elogio. ‘Mejor ser tardón que come-libros’ es simplemente el lema reciente al defender lo ordinario.”
Hay, sin embargo, quienes solo fingen que piensan. Proverbios 14:17 no se refiere a estos pseudointelectuales. No han alcanzado realmente la posición de verdaderos intelectuales, personas pensadoras que muestren tener verdadera inteligencia. En realidad el pseudointelectual que actúa y habla con la intención de impresionar quizás canse a otros y les resulte repulsivo. Pero él no es la clase de persona que es “el hombre de habilidades para pensar,” a quien se odia. En el caso del intelectual falso se demuestra la veracidad de 1 Corintios 8:1: “El conocimiento hincha.”
El hecho de que al hombre de verdaderas habilidades para pensar se le odia, sin embargo, se manifiesta en lo que concierne a los testigos de Jehová. Ellos ejercitan su mente respecto a los propósitos de Dios y caminan con Dios. (Miq. 6:8) Ellos adquieren el conocimiento de la Palabra de Dios y actúan según éste y no se conforman a este sistema de cosas. (Rom. 12:1, 2) Como personas pensadoras que siguen a Cristo como su ejemplo y que hacen la voluntad divina se les odia. En esto no se asemejan a los mundanos. ¡Y no es maravilla, porque ellos no son parte de este mundo! Ellos muestran esto por pensar, por ejercitar sus facultades mentales, y entonces por actuar en armonía con los principios justos de la Palabra de Dios.—Juan 15:19.
La expresión “habilidades para pensar” en Proverbios 14:17 puede, por supuesto, abarcar los pensamientos maliciosos. El hombre que inventa maldad o que es malicioso, es odiado. Así, cualquier aplicación que se dé a “habilidades para pensar” es posible. Sin embargo, no se puede escapar del hecho de que los cristianos que usan su mente, que ejercitan su habilidad para pensar en conexión con Dios, su Palabra y sus propósitos, y que caminan con Jehová; son odiados por este mundo, que “está yaciendo en el poder del inicuo.”—1 Juan 5:19; Isa. 30:20, 21.
● Según Éxodo 12:37 hubo 600,000 hombres israelitas físicamente capacitados que salieron de Egipto, además de los pequeñuelos. Puesto que 600,000 varones adultos implican una población total de unos dos millones de personas, ¿cómo pudiera ser que hubiera solo 22,273 varones primogénitos, como se declara en Números 3:43? ¿No haría esto que las familias fueran irrazonablemente grandes?—A. R., Panamá.
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