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La conexión del bautismo en agua con la salvaciónLa Atalaya 1973 | 15 de mayo
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A éste lo siguen como su Pastor y Caudillo.
12. ¿Por quiénes en la Tierra tiene que ser seguido el Agente Principal de la Gobernación Divina, y qué significará para ellos el que lo hagan?
12 Todos los que llegan a ser discípulos dedicados y bautizados de ese Agente Principal de la gobernación divina tienen que seguirlo. Para hacer esto, tienen que ‘mirar atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús.’ (Heb. 12:1, 2) El que amorosamente hagamos esto significará nuestra salvación eterna para la alabanza eterna del gran Gobernante Divino, Jehová Dios.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1973 | 15 de mayo
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Preguntas de los lectores
● ¿Por qué, según los relatos de Mateo, usó Jesús dos palabras diferentes —“fornicación” y “adulterio”— al considerar la base adecuada para el divorcio? ¿No es “adulterio” la única base para el divorcio bíblico, en el sentido que generalmente se entiende el vocablo?—EE. UU.
En Mateo 5:32 las palabras de Jesús son: “Si embargo, yo les digo que todo el que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación [griego, porneia], la expone al adulterio [griego, moikheia], y cualquiera que se case con una divorciada comete adulterio.” De manera similar, leemos en Mateo 19:9: “Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación [porneia], y se case con otra comete adulterio [moikheia].”
Por lo tanto, el relato sí usa dos palabras distintas. Primero veamos qué significan y luego consideraremos el significado de su uso.
Moikheia, uno de los vocablos que se usa en el relato de Mateo, se traduce correctamente “adulterio.” La palabra española “adulterio” proviene del latín adulterare, que significa, básicamente, “alterar” y, por extensión, “corromper o hacer impuro, como por la añadidura de una sustancia extraña o de más mala ley.” Por eso hablamos de ‘adulterar’ alimento, de hacerlo impuro por medio de añadir sustancias extrañas. Un matrimonio es ‘adulterado’ cuando uno de los cónyuges contamina la relación marital al tener relaciones con alguien fuera de esa relación. Esta idea de adulterar o corromper, y de infidelidad a una relación sagrada, también es inherente en el vocablo griego moikheia. Por eso, tanto en el griego como en el español, el enfoque está sobre el efecto ilícito que las relaciones sexuales tienen sobre la relación matrimonial, pues el cónyuge adúltero es culpable de introducir a otra persona en esa relación, corrompiendo la unión que solo debe incluir al esposo y la esposa.
¿Qué hay del otro vocablo que se usó? “Fornicación” concentra la atención, no en el efecto que tenga la inmoralidad sexual sobre una relación marital, sino sobre la naturaleza o calidad de la actividad sexual misma. Esto no solo es cierto de la palabra española “fornicación,” sino también de la palabra griega porneia, que se usó en el relato de Mateo. Nos interesamos, por supuesto, principalmente en el vocablo griego que usó el escritor del Evangelio. Pues, prescindiendo de lo que la palabra “fornicación” comúnmente se entienda que significa para la gente de habla española, lo que realmente vale y es decisivo es lo que la palabra usada en la Biblia significaba para el escritor y la gente de aquel tiempo.
Cuando se menciona “fornicación” hoy día, la gente comúnmente piensa en relaciones sexuales entre personas de sexo diferente, relaciones llevadas a cabo fuera del matrimonio pero que constan de coito de la manera ‘ordinaria’ o natural. Por eso muchos han entendido que, cuando Jesús dijo que “fornicación [porneia]” era la única base de divorcio, se refería únicamente a coito de la manera ordinaria o natural entre una esposa y un hombre que no era su marido, o, por extensión, entre un esposo y una mujer que no era su esposa. Pero, ¿es ése el caso? ¿Se refiere porneia, la palabra que se usa en el relato de Mateo, solo a esas relaciones sexuales naturales? O, ¿incluía todas las formas de relaciones sexuales inmorales, incluso las relaciones entre individuos del mismo sexo y también las formas pervertidas de las relaciones sexuales entre personas de sexo diferente? Exactamente ¿qué quería decir porneia para la gente del primer siglo cuando Jesús estuvo en la Tierra? Y, ¿requiere una investigación sincera y cuidadosa de este significado que se haga un reavalúo de nuestro entendimiento en cuanto a lo que es la base bíblica para el divorcio?
Un estudio cabal del asunto muestra que porneia se refiere a todas las formas de relaciones sexuales inmorales. Es un vocablo amplio, algo semejante a la palabra “pornografía,” que se deriva de porneia o el verbo relacionado porneuo. Los léxicos del griego claramente muestran que así es.
Muestran que porneia proviene de una palabra raíz que significa “vender,” y describe las relaciones sexuales que son licenciosas y no restringidas (como por la restricción de adherirse a vínculos matrimoniales). Por eso, del uso de la palabra en tiempos bíblicos, el Thayer’s Greek-English Lexicon of the New Testament declara que porneia describía el “coito sexual ilícito en general.” The Vocabulary of the Greek New Testament de Moulton y Milligan dice que es “coito sexual ilegal en general.” El sexto tomo del Theological Dictionary of the New Testament dice que porneia puede llegar a significar “‘coito sexual’ en gen[eral] sin definición más exacta.”
Se debe a que es un vocablo amplio (más amplio en su alcance que la palabra “fornicación” en la mente de muchas personas de habla hispana) que muchos traductores de la Biblia usan expresiones como “inmoralidad crasa,” “inmoralidad sexual,” “pecados sexuales,” o similares, cuando traducen porneia.
¿Significa esto que las relaciones sexuales contranaturales y pervertidas como a las que se entregan los homosexuales están incluidas en el significado de este vocablo que usó el apóstol al registrar las palabras de Jesús? Sí, ése es el caso. Esto se puede ver por la manera en que el medio hermano de Jesús, Judas, usó porneia cuando se refirió a los actos sexuales contranaturales de los varones de Sodoma y Gomorra. (Jud. 7) Concerniente al uso de porneia por los judíos de habla griega alrededor del principio de la era común, el sexto tomo del Theological Dictionary of the New Testament dice: “πορνεία [porneia] también puede ser ‘vicio contranatural,’ . . . sodomía.”
¿Cuál, pues, es el significado del uso que la Biblia hace de estos vocablos y qué revela en cuanto a la base bíblica válida para el divorcio? Muestra que cualquier persona casada que se sale del vínculo matrimonial y se entrega a relaciones sexuales inmorales, sea con alguien del sexo opuesto o alguien del mismo sexo, sean naturales o contranaturales y pervertidas, es culpable de cometer porneia o “fornicación” en el sentido bíblico. Estas relaciones sexuales no se refieren a indiscreciones menores que cometa una persona, como por un beso o una caricia o un abrazo, sino que se refieren al uso inmoral de los órganos genitales en alguna forma de coito, natural o contranatural.
Hallamos principios en el pacto de la Ley en apoyo de este punto de vista ensanchado. Es evidente que bajo esa Ley los matrimonios quedaban disueltos cuando un cónyuge cometía serios pecados sexuales, incluso los contranaturales, puesto que al cónyuge culpable lo ejecutaban según las propias instrucciones de Dios.—Compare con Éxodo 22:19; Levítico 18:22, 23, 29; 20:10-16; Deuteronomio 22:22; así como con las palabras del apóstol cristiano en Romanos 1:24-27, 32.
Comprendiendo las palabras de Jesús, por lo tanto, cuando un cónyuge es culpable de inmoralidad sexual tan seria el cónyuge inocente puede divorciarse bíblicamente de esa persona, si él o ella desea hacerlo. El que obtiene un divorcio sobre esta base bíblica también está libre bíblicamente para contraer segundas nupcias, no estando sujeto por ello a un cargo de adulterio.
Esto claramente señala una corrección en el punto de vista que se ha expresado en previas ocasiones en las columnas de esta revista, pero la adherencia fiel a lo que las Escrituras realmente dicen lo requiere. Hay mucho más que puede considerarse sobre el asunto y por ese motivo se considerará más completamente en un número futuro de esta revista.
● Recientemente se publicó en las noticias una decisión de tribunal que falló que la cópula oral por adultos ya no es punible por ley en cierto estado. Por lo tanto, ¿sería la práctica de esto solo un asunto para conciencia individual si un matrimonio cristiano participara en ello dentro del arreglo matrimonial?—EE. UU.
No es el propósito de esta revista considerar todos los aspectos íntimos de las relaciones maritales. Sin embargo, prácticas como las envueltas en este caso de tribunal han llegado a ser muy comunes y han recibido considerable publicidad. Hasta a jovencitos en ciertas escuelas se les está informando de estas cosas en los cursos de educación sexual. Por lo tanto seríamos descuidados en lo que toca a nuestra responsabilidad si retuviésemos el consejo bíblico que pudiera ayudar a los cristianos sinceros en sus esfuerzos por seguir un derrotero de pureza que resulta en la bendición del Creador. En el día del apóstol Pablo se llevaban a cabo prácticas sexuales insólitas y él no se quedó callado acerca de ellas, como se puede ver al leer Romanos 1:18-27. Por lo tanto solo estamos siguiendo su buen ejemplo al considerar aquí esta pregunta.
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