En los Heb capítulos 7 al 10 de su carta a los hebreos, Pablo primero traza los paralelos entre Aarón, el sumo sacerdote del antiguo pacto, y Cristo Jesús como el Sumo Sacerdote del nuevo pacto.
... Luego, en el Heb capítulo 10, considera a los subsacerdotes, los levitas, y sus servicios y muestra cómo serían seguidos por un sacerdocio que no produciría sacrificios animales, y dice: “Por lo tanto, hermanos, puesto que tenemos denuedo en lo que toca al camino para entrar en el lugar santo por la sangre de Jesús, el cual él inauguró para nosotros como un camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne, y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero en plena seguridad de fe, habiendo tenido nuestro corazón rociado para limpiarlo de una conciencia inicua y nuestro cuerpo lavado con agua limpia.”