TESOROS DE LA BIBLIA | ISAÍAS 34-37
Ezequías vio recompensada su fe
El rey asirio Senaquerib envió al Rabsaqué a Jerusalén para exigir la rendición de la ciudad. Los asirios utilizaron varios argumentos para que los judíos se rindieran sin pelear.
Aislamiento. Aliarse con Egipto no sería de ninguna ayuda (Isa 36:6).
Duda. Jehová no los salvaría porque estaba disgustado con ellos (Isa 36:7, 10).
Intimidación. No tenían ninguna posibilidad de vencer al poderoso ejército asirio (Isa 36:8, 9).
Tentación. Si se rendían a los asirios, su vida mejoraría (Isa 36:16, 17).