ARTÍCULO DE ESTUDIO 18
Que ningún obstáculo le impida seguir a Jesús
“Feliz el que no tropieza por mi causa” (MAT. 11:6).
CANCIÓN 32 “Este es el camino”
AVANCEa
1. ¿Qué desilusión podemos llevarnos cuando empezamos a contarles a otros lo que estamos aprendiendo en la Biblia?
¿RECUERDA cómo se sintió cuando se dio cuenta de que había encontrado la verdad? Le parecía que las enseñanzas bíblicas estaban tan claras como el agua. Se imaginaba que todo el mundo querría aceptarlas también. Estaba seguro de que el mensaje de la Biblia les daría una vida feliz ahora y una esperanza maravillosa para el futuro (Sal. 119:105). Muy emocionado, empezó a contarles a todos sus amigos y familiares lo que estaba aprendiendo. Pero ¡qué desilusión se llevó cuando muchos de ellos no quisieron escucharlo!
2, 3. ¿Qué pensaba la mayoría de la gente sobre Jesús y su mensaje?
2 No nos debe sorprender que haya gente que rechace el mensaje que predicamos. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, hizo milagros que demostraban que tenía el apoyo de Jehová, y aun así la mayoría de las personas lo rechazaron. Por ejemplo, cuando resucitó a Lázaro —un milagro que ni sus enemigos pudieron negar—, los líderes judíos no quisieron creer que Jesús era el Mesías. Es más, se propusieron matarlos a él y a Lázaro (Juan 11:47, 48, 53; 12:9-11).
3 Jesús sabía que la mayoría de la gente no lo aceptaría como el Mesías (Juan 5:39-44). A varios discípulos de Juan el Bautista les dijo: “Feliz el que no tropiezab por mi causa” (Mat. 11:2, 3, 6). ¿Por qué hubo tantas personas que rechazaron a Jesús?
4. ¿De qué hablaremos en este artículo?
4 En este artículo y en el siguiente, analizaremos varias razones por las que muchas personas rechazaron a Jesús en el siglo primero. También veremos por qué tantas personas no aceptan nuestro mensaje hoy día. Más importante, veremos qué nos ayudará a tener una fe sólida en Jesús y no tropezar.
1) EL ORIGEN DE JESÚS
5. ¿Por qué pensaban algunas personas que Jesús no podía ser el Mesías prometido?
5 A muchas personas les hizo tropezar el origen de Jesús. Reconocían que era un maestro extraordinario y que hacía milagros, pero para ellos no era más que el hijo de un humilde carpintero. Además, era de Nazaret, una ciudad que algunos tal vez consideraban insignificante. Incluso Natanael, que llegó a hacerse discípulo de Jesús, al principio dijo: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?” (Juan 1:46). ¿Por qué dijo eso? Tal vez es que le parecía que la ciudad donde vivía Jesús no era gran cosa. O puede que estuviera pensando en la profecía de Miqueas 5:2, donde se predijo que el Mesías nacería en Belén, no en Nazaret.
6. ¿Qué deberían haber hecho quienes rechazaron a Jesús como el Mesías?
6 ¿Qué dice la Biblia? El profeta Isaías predijo que los enemigos de Jesús no se interesarían “por los detalles de su generación”, es decir, de la vida del Mesías (Is. 53:8; nota). Muchos de esos detalles estaban en las profecías. Si se hubieran tomado la molestia de comprobar los hechos, habrían sabido que Jesús nació en Belén y era descendiente del rey David (Luc. 2:4-7). Así que el lugar de nacimiento de Jesús sí encajaba con lo que decía la profecía de Miqueas 5:2. Entonces, ¿cuál era el problema? Que, como no tenían todos los datos, llegaron a conclusiones precipitadas. Tropezaron y rechazaron a Jesús.
7. ¿Por qué rechazan muchos al pueblo de Jehová?
7 ¿Pasa lo mismo hoy día? Sí. En general, los siervos de Jehová tenemos un origen humilde. Muchos nos ven como personas “comunes y con poca educación” (Hech. 4:13). Opinan que no podemos enseñar de la Biblia porque no hemos asistido a escuelas teológicas de renombre. Otros afirman que somos una religión estadounidense, aunque la realidad es que solo alrededor de 1 de cada 7 testigos de Jehová vive en Estados Unidos. A otros les han contado que los Testigos no creemos en Jesús. Y, a lo largo de los años, nos han llamado “comunistas”, “espías norteamericanos” y “extremistas”. Quienes escuchan esas historias y no tienen los hechos —o no los aceptan— tropiezan y rechazan al pueblo de Jehová.
8. Según Hechos 17:11, ¿qué debe hacer si quiere estar seguro de quiénes son los siervos de Dios hoy día?
8 ¿Qué lo ayudará a no tropezar? Investigar bien los hechos. Eso es lo que se esforzó por hacer Lucas. Cuando iba a escribir su Evangelio, se propuso investigar “todo con exactitud desde el comienzo”. Quería que sus lectores tuvieran “la total seguridad” de las cosas que habían oído sobre Jesús (Luc. 1:1-4). Lo mismo puede decirse de los judíos de la antigua ciudad de Berea. La primera vez que oyeron las buenas noticias sobre Jesús, examinaron las Escrituras Hebreas para confirmar que lo que les decían era verdad (lea Hechos 17:11). De manera parecida, es necesario que usted compruebe los hechos. Compare lo que le enseñan los testigos de Jehová con lo que dice la Biblia. También conviene que estudie la historia moderna de los testigos de Jehová. Si investigamos bien, no nos dejaremos llevar por el prejuicio ni las habladurías.
2) JESÚS SE NEGÓ A HACER MILAGROS PARA IMPRESIONAR
9. ¿Qué pasó cuando Jesús se negó a mostrar una señal del cielo?
9 En tiempos de Jesús, a algunos les parecía que su asombrosa manera de enseñar no era suficiente; querían más. Le exigieron que les mostrara “alguna señal del cielo” para probar que era el Mesías (Mat. 16:1). Es posible que le pidieran esto por una mala interpretación de Daniel 7:13, 14. Pero para Jehová todavía no era el momento de que esa profecía se cumpliera. Lo que Jesús estaba enseñando debería haberles bastado para convencerlos de que era el Mesías. Pero, como se negó a darles la señal que le pedían, tropezaron y lo rechazaron (Mat. 16:4).
10. ¿Cómo cumplió Jesús lo que predijo Isaías sobre el Mesías?
10 ¿Qué dice la Biblia? Refiriéndose al Mesías, Isaías profetizó: “No gritará ni levantará la voz, no hará oír su voz en la calle” (Is. 42:1, 2). Jesús realizó su ministerio sin atraer la atención hacia sí mismo. No se dedicó a construir templos impresionantes, no llevó vestiduras religiosas especiales ni exigió que se dirigieran a él con títulos religiosos rimbombantes. Mientras lo juzgaban, se negó a hacer algún milagro para impresionar al rey Herodes a pesar de que su vida estaba en peligro (Luc. 23:8-11). Claro, durante su ministerio hizo algunos milagros, pero para él lo más importante siempre fue predicar las buenas noticias. Les dijo a sus discípulos: “Para eso he venido” (Mar. 1:38).
11. ¿Qué expectativas equivocadas tienen algunas personas?
11 ¿Pasa lo mismo hoy día? Sí. A muchas personas les impresionan las grandes catedrales y sus obras de arte de valor incalculable, los líderes religiosos con títulos pomposos y ciertas ceremonias que, aunque ya pocos lo sepan, tienen un origen y un significado paganos. Pero quienes asisten a sus servicios religiosos están aprendiendo muy poco sobre Dios y su propósito. En cambio, quienes asisten a nuestras reuniones cristianas aprenden qué pide Jehová de nosotros y cómo hacer su voluntad. Nuestros Salones del Reino no son lujosos, sino limpios y prácticos. Los que dirigen las congregaciones no usan vestiduras especiales ni títulos pretenciosos. Y nuestras enseñanzas y creencias se basan en la Palabra de Dios. Pese a todo ello, hoy día muchas personas tropiezan porque les parece que nuestra forma de adorar a Dios es demasiado simple y porque lo que enseñamos no encaja con lo que quieren oír.
12. De acuerdo con Hebreos 11:1, 6, ¿en qué debe basarse su fe?
12 ¿Qué lo ayudará a no tropezar? El apóstol Pablo les dijo a los cristianos de Roma: “La fe sigue al mensaje que se oye, y el mensaje que se oye llega por medio de la palabra acerca de Cristo” (Rom. 10:17). La fe fuerte no se consigue participando en ceremonias religiosas antibíblicas, por muy bonitas o impresionantes que parezcan, sino estudiando las Escrituras. Su fe debe ser sólida y estar basada en conocimiento exacto, porque “sin fe es imposible agradarle a Dios” (lea Hebreos 11:1, 6). Así que, para que alguien se convenza de que ha encontrado la verdad, no necesita espectaculares señales del cielo. Un estudio cuidadoso de las enseñanzas bíblicas es suficiente para fortalecer la fe y despejar cualquier duda.
3) JESÚS NO SIGUIÓ MUCHAS TRADICIONES JUDÍAS
13. ¿Por qué condenaron muchos a Jesús?
13 En tiempos de Jesús, los seguidores de Juan el Bautista se sorprendieron porque los discípulos de Jesús no ayunaban. Jesús les explicó que no tenían motivo para ayunar mientras él todavía estuviera vivo (Mat. 9:14-17). Aun así, los fariseos y otros enemigos de Jesús lo condenaron porque no seguía sus costumbres y tradiciones. Se enfurecieron cuando lo vieron curar enfermos en sábado (Mar. 3:1-6; Juan 9:16). Aquellos santurrones por un lado se enorgullecían de que cumplían la ley del sábado y por otro lado no tenían problemas en hacer negocios en el templo. Se indignaron cuando Jesús los condenó por ello (Mat. 21:12, 13, 15). Y, cuando Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, quienes lo escuchaban se llenaron de rabia porque él usó algunos ejemplos de la historia de Israel para denunciar su egoísmo y su falta de fe (Luc. 4:16, 25-30). Muchos tropezaron porque Jesús no hizo lo que ellos esperaban que hiciera (Mat. 11:16-19).
14. ¿Por qué condenó Jesús las tradiciones humanas que iban en contra de las Escrituras?
14 ¿Qué dice la Biblia? Mediante su profeta Isaías, Jehová dijo: “Este pueblo se acerca a mí solo de palabra y me honra de labios para afuera, pero su corazón está muy lejos de mí, y su temor a mí se basa en mandatos de hombres, mandatos que les han enseñado” (Is. 29:13). Jesús hizo bien en condenar las tradiciones humanas que iban en contra de las Escrituras. Quienes les daban más importancia a las tradiciones y las normas de los hombres que a la Palabra de Dios rechazaron a Jehová y a su enviado, el Mesías.
15. ¿Qué les molesta de los testigos de Jehová a muchas personas?
15 ¿Pasa lo mismo hoy día? Sí. Muchas personas se molestan porque los testigos de Jehová no celebramos tradiciones que van en contra de lo que dice la Biblia, como los cumpleaños y la Navidad. Otros se enojan porque no participamos en celebraciones patrióticas ni seguimos costumbres funerarias que vayan en contra de la Palabra de Dios. Puede que estas personas sean sinceras y crean que Dios acepta lo que están haciendo. Pero, si prefieren seguir las tradiciones de este mundo en vez de las claras enseñanzas de la Biblia, Jehová no les dará su aprobación (Mar. 7:7-9).
16. ¿Qué debemos hacer y qué debemos evitar? (Salmo 119:97, 113, 163-165).
16 ¿Qué lo ayudará a no tropezar? Cultivar un profundo amor por las leyes y principios de Dios (lea Salmo 119:97, 113, 163-165). Si ama a Jehová, rechazará cualquier tradición que le desagrade. No permitirá que nada esté por encima de su amor a Jehová.
4) JESÚS NO OFRECIÓ SOLUCIONES POLÍTICAS INMEDIATAS
17. ¿Qué esperaban del Mesías muchas personas?
17 En tiempos de Jesús, algunos querían un cambio de gobierno lo antes posible. Esperaban que el Mesías los liberara del dominio del Imperio romano. Pero, cuando intentaron hacer rey a Jesús, él se negó (Juan 6:14, 15). Otros, entre ellos los sacerdotes, temían que Jesús impulsara un cambio político y los romanos se enojaran y les quitaran a los líderes religiosos el poder que les habían concedido. Muchos judíos tropezaron por todos estos asuntos políticos.
18. ¿Qué profecías sobre el Mesías dejaban a un lado muchos judíos?
18 ¿Qué dice la Biblia? Es cierto que estaba profetizado que el Mesías lucharía en una guerra y ganaría, pero también estaba profetizado que antes tenía que morir por nuestros pecados (Is. 53:9, 12). Entonces, ¿por qué muchos tenían expectativas equivocadas? Porque se centraban en las profecías que hablaban de soluciones inmediatas a sus problemas y dejaban a un lado todas las demás (Juan 6:26, 27).
19. ¿Por qué tropiezan muchas personas hoy día?
19 ¿Pasa lo mismo hoy día? Sí. Muchas personas tropiezan porque somos neutrales en asuntos políticos. Piensan que deberíamos votar en las elecciones. Pero nosotros sabemos que, si eligiéramos un gobernante humano, Jehová consideraría que lo estamos rechazando a él (1 Sam. 8:4-7). Puede que también piensen que deberíamos dedicarnos a construir hospitales y escuelas, así como a otras obras sociales. Tropiezan porque nos centramos en predicar, no en resolver los problemas inmediatos de este mundo.
20. Según dijo Jesús en Mateo 7:21-23, ¿qué es lo más importante?
20 ¿Qué lo ayudará a no tropezar? (Mat. 7:21-23). Recuerde que lo más importante es hacer la obra que Jesús nos mandó (Mat. 28:19, 20). No deje que lo distraigan los problemas políticos y sociales de este mundo. Los testigos de Jehová amamos a las personas y nos preocupamos por sus problemas, pero sabemos que lo mejor que podemos hacer por ellas es enseñarles del Reino de Dios y ayudarlas a hacerse amigas de Jehová.
21. ¿A qué debemos estar decididos?
21 En este artículo, hemos visto cuatro razones por las que muchos tropezaron y rechazaron a Jesús en el siglo primero, y por las que algunos hoy rechazan a los discípulos de Jesús. Pero no son las únicas. En el siguiente artículo, veremos cuatro más. Que todos estemos decididos a mantener una fe fuerte y a no permitir que nada nos haga tropezar.
a Aunque Jesús fue el mejor Maestro que ha habido en la Tierra, en su tiempo la mayoría de las personas lo rechazaron. ¿Por qué? En este artículo analizaremos cuatro motivos. También veremos por qué muchas personas hoy rechazan lo que dicen y hacen los verdaderos discípulos de Jesús. Más importante, veremos qué nos ayudará a tener una fe sólida en Jesús y no tropezar.
b IDEA IMPORTANTE: En este artículo y en el siguiente, cuando decimos que alguien tropieza, significa que permite que un obstáculo le impida hacerse discípulo de Jesús.
c DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Felipe le dice a Natanael que conozca a Jesús.
d DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Jesús predica las buenas noticias.
e DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Jesús cura delante de sus enemigos a un hombre que tiene una mano paralizada.
f DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Jesús se retira a una montaña él solo.