ARTÍCULO DE ESTUDIO 2
Lo que aprendemos de un hermano de Jesús
“Santiago, esclavo de Dios y del Señor Jesucristo” (SANT. 1:1).
CANCIÓN 1 Los atributos de Jehová
AVANCEa
1. ¿Cómo describiría a la familia de Santiago?
SANTIAGO, el hermano de Jesús, se crio en una familia fuerte en sentido espiritual.b Sus padres, José y María, amaban muchísimo a Jehová y se esforzaban por servirle de la mejor manera. Santiago tuvo una bendición adicional: su hermano mayor llegaría a ser el Mesías prometido. ¡Qué gran privilegio tuvo Santiago de ser parte de esa familia!
2. ¿Qué razones tenía Santiago para admirar a su hermano mayor?
2 Santiago tenía muchas razones para admirar a su hermano mayor (Mat. 13:55). Por ejemplo, Jesús conocía las Escrituras tan bien que, con tan solo 12 años, asombró a los ancianos de Jerusalén, que eran muy cultos (Luc. 2:46, 47). Además, es posible que Santiago trabajara como carpintero con Jesús. Si ese fue el caso, seguro que llegó a conocer a su hermano muy bien. Nathan Knorr solía decir: “Cuando trabajas con una persona, aprendes mucho sobre ella”.c Es posible que Santiago también se diera cuenta de que “Jesús siguió creciendo, llenándose de sabiduría y ganándose la aprobación de Dios y de la gente” (Luc. 2:52). Sería de esperar que Santiago hubiera sido uno de los primeros discípulos de Jesús, pero eso no fue lo que pasó.
3. ¿Cómo reaccionó Santiago cuando Jesús inició su ministerio?
3 Durante el ministerio de Jesús en la Tierra, Santiago no llegó a ser uno de sus discípulos (Juan 7:3-5). De hecho, es posible que Santiago fuera uno de los familiares de Jesús que decían: “Se ha vuelto loco” (Mar. 3:21). Y nada indica que Santiago estuviera con su madre María cuando Jesús fue ejecutado en el madero de tormento (Juan 19:25-27).
4. ¿Qué dos cosas analizaremos?
4 Tiempo después, Santiago puso su fe en Jesús y llegó a ser un cristiano respetado de la congregación. En este artículo, analizaremos dos cosas que aprendemos del ejemplo de Santiago: 1) ¿por qué debemos ser humildes? y 2) ¿cómo podemos ser buenos maestros?
SEAMOS HUMILDES COMO SANTIAGO
5. ¿Cómo reaccionó Santiago cuando Jesús se le apareció después de resucitar?
5 ¿Cuándo llegó Santiago a ser un leal discípulo de Jesús? Después de que Jesús fue resucitado, “se le apareció a Santiago, luego a todos los apóstoles” (1 Cor. 15:7). Este encuentro con Jesús marcó un antes y un después en la vida de Santiago. Él estuvo presente cuando los apóstoles estaban reunidos en un cuarto de arriba en Jerusalén esperando recibir el espíritu santo prometido (Hech. 1:13, 14). Más tarde, tuvo la alegría de formar parte del cuerpo gobernante del siglo primero (Hech. 15:6, 13-22; Gál. 2:9). Y, antes del año 62, escribió por inspiración una carta dirigida a los cristianos ungidos. Esa carta nos beneficia hoy día, sea que esperemos vivir en el cielo o en la Tierra (Sant. 1:1). Según el historiador Josefo, del siglo primero, Santiago fue ejecutado por orden del sumo sacerdote judío Anán. Se mantuvo fiel a Jehová hasta que terminó su vida en la Tierra.
6. ¿Qué diferencia hubo entre Santiago y los líderes religiosos de su tiempo?
6 Santiago fue humilde. Veamos la diferencia entre la reacción que con el tiempo tuvo Santiago y la que tuvieron muchos de los líderes religiosos. Cuando él tuvo de frente las pruebas innegables de que Jesús era el Hijo de Dios, las aceptó con humildad. Pero los sacerdotes principales de Jerusalén no reaccionaron igual. Por ejemplo, no podían negar que Jesús había resucitado a Lázaro. Sin embargo, en lugar de reconocer que Jesús era el representante de Jehová, intentaron matar tanto a Jesús como a Lázaro (Juan 11:53; 12:9-11). Más tarde, cuando Jesús fue resucitado, trataron de que la gente no se enterara (Mat. 28:11-15). El orgullo de estos líderes religiosos los llevó a rechazar al Mesías.
7. ¿Por qué debemos evitar el orgullo?
7 Lección: Evitemos el orgullo y dejemos que Jehová nos enseñe. Tal como una enfermedad puede endurecer las arterias del corazón y hacer que deje de funcionar bien, el orgullo puede endurecer nuestro corazón figurado y hacer que nos cueste obedecer a Jehová. Los fariseos permitieron que su corazón llegara a endurecerse tanto que se negaron a reconocer las claras pruebas de que Jesús era el Hijo de Dios y contaba con su espíritu (Juan 12:37-40). Esa actitud tan mala les hizo perder la oportunidad de vivir para siempre (Mat. 23:13, 33). Qué importante es que continuemos permitiendo que la Palabra de Dios y su espíritu moldeen nuestra personalidad e influyan en nuestros pensamientos y en nuestras decisiones (Sant. 3:17). Como Santiago fue humilde, dejó que Jehová le enseñara. Y, como veremos a continuación, fue gracias a su humildad que llegó a ser un buen maestro.
SEAMOS BUENOS MAESTROS COMO SANTIAGO
8. ¿Qué nos ayudará a ser buenos maestros?
8 Santiago no tuvo una gran formación académica. Para los líderes religiosos de su tiempo, él era, al igual que Pedro y Juan, un hombre común “y con poca educación” (Hech. 4:13). Pero llegó a ser un buen maestro, como vemos al leer el libro que lleva su nombre. Como Santiago, puede que tengamos poca formación académica. Aun así, con la ayuda del espíritu de Jehová y la capacitación que nos da su organización, también podemos llegar a ser buenos maestros. Analicemos el ejemplo de Santiago y veamos qué lecciones podemos aprender.
9. ¿Cómo describiría la forma de enseñar de Santiago?
9 Santiago no usó palabras difíciles ni razonamientos complicados. Como resultado, las personas sabían lo que tenían que hacer y cómo hacerlo. Veamos, por ejemplo, la forma sencilla en la que enseñó que los cristianos debemos estar dispuestos a sufrir injusticias sin guardar rencor. Escribió: “Consideramos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto lo que al final Jehová hizo por él, así que saben que Jehová es muy cariñoso y misericordioso” (Sant. 5:11). Notemos que Santiago utilizó la Palabra de Dios como autoridad para enseñar. La usó para ayudar a las personas a ver que Jehová siempre recompensa a quienes son leales a él como Job. Santiago enseñó esa lección usando palabras y argumentos sencillos. De esa forma, no centró la atención en sí mismo, sino en Jehová.
10. ¿Cuál es una manera de imitar a Santiago cuando enseñamos?
10 Lección: Enseñemos de forma sencilla y basémonos en la Palabra de Dios. Nuestra meta no debería ser mostrarles a las personas cuánto sabemos, sino mostrarles cuánto sabe Jehová y cuánto se preocupa por ellas (Rom. 11:33). Podemos lograr esa meta si siempre nos basamos en la Biblia. Por ejemplo, en lugar de decirles a nuestros estudiantes qué haríamos nosotros si estuviéramos en su lugar, debemos ayudarlos a ellos a razonar en ejemplos bíblicos y a percibir cómo piensa y siente Jehová. Entonces, lo que los motivará a aplicar lo que aprenden será el deseo de complacer a Jehová y no a nosotros.
11. ¿Qué problemas tenían algunos cristianos, y qué consejos les dio Santiago? (Sant. 5:13-15).
11 Santiago fue realista. En su carta notamos que él estaba al tanto de los problemas que sus hermanos estaban pasando y les dio instrucciones claras sobre lo que tenían que hacer. Por ejemplo, algunos cristianos se tardaban en poner en práctica los consejos (Sant. 1:22). Otros mostraban favoritismo a los ricos (Sant. 2:1-3). Y a otros se les hacía muy difícil controlar la lengua (Sant. 3:8-10). Estos cristianos tenían problemas serios, pero Santiago no los dio por perdidos. Los aconsejó de forma bondadosa pero franca y animó a quienes estaban débiles espiritualmente a buscar la ayuda de los ancianos (lea Santiago 5:13-15).
12. ¿Cómo podemos ser positivos cuando ayudamos a un estudiante?
12 Lección: Veamos a los demás de forma realista, pero seamos positivos. A muchos estudiantes les cuesta poner en práctica los consejos de la Biblia (Sant. 4:1-4). Tal vez les tome algún tiempo eliminar aspectos negativos de su personalidad y sustituirlos por cualidades cristianas. Como Santiago, debemos tener el valor de decirle a un estudiante en qué necesita mejorar. Pero al mismo tiempo seamos positivos; confiemos en que Jehová atraerá a los humildes y les dará las fuerzas para hacer cambios en su vida (Sant. 4:10).
13. ¿Qué reconoció Santiago? (Sant. 3:2; nota).
13 Santiago mantuvo un punto de vista correcto sobre sí mismo. No pensó que por ser hermano de Jesús o por sus responsabilidades de servicio fuera especial o más importante que otros cristianos. Él se dirigió a ellos llamándolos “mis queridos hermanos” (Sant. 1:16, 19; 2:5). Tampoco intentó parecer perfecto. Más bien, se incluyó cuando dijo: “Todos cometemos errores muchas veces” (lea Santiago 3:2 y la nota).
14. ¿Por qué debemos estar dispuestos a admitir nuestros errores?
14 Lección: Recordemos que todos somos pecadores. No debemos pensar que, en cierto sentido, somos superiores a quienes enseñamos. ¿Por qué no? Si le damos la impresión a un estudiante de que nunca nos equivocamos, él puede pensar que jamás estará a la altura de lo que Dios espera. Pero, cuando reconocemos con honradez que a veces nos ha costado aplicar los principios bíblicos y le contamos al estudiante cómo nos ha ayudado Jehová a hacer cambios en nuestra vida, lo ayudamos a ver que él también puede servirle.
15. ¿Cómo eran los ejemplos que usó Santiago? (Sant. 3:2-6, 10-12).
15 Santiago usó ejemplos que llegaban al corazón. Sin duda, recibió la ayuda del espíritu santo, pero probablemente también aprendió mucho sobre cómo enseñar estudiando los ejemplos que su hermano mayor Jesús había utilizado. Los ejemplos que usó en su carta son sencillos y tienen una aplicación clara (lea Santiago 3:2-6, 10-12).
16. ¿Por qué debemos usar ejemplos eficaces?
16 Lección: Usemos ejemplos eficaces. Cuando usamos ejemplos apropiados, ayudamos a las personas a visualizar lo que están escuchando. Esas imágenes que pintamos en su mente las ayudarán a recordar verdades importantes de la Biblia. Jesús era experto en el uso de ejemplos, y su hermano Santiago siguió sus pasos. Analicemos uno de los ejemplos que puso y veamos por qué es tan eficaz.
17. ¿Por qué es tan eficaz el ejemplo registrado en Santiago 1:22-25?
17 (Lea Santiago 1:22-25). El ejemplo del espejo es eficaz por varias razones. Santiago tenía clara la lección que quería enseñar: si queremos beneficiarnos de la Palabra de Dios, no basta con leerla, debemos ponerla en práctica. Santiago escogió un ejemplo con el que las personas podrían identificarse fácilmente: un hombre que se mira en un espejo. ¿Qué lección deseaba enseñar? Sería absurdo que una persona se mirara en un espejo, viera algo que debe corregir y no hiciera nada. De manera parecida, sería absurdo que leyéramos la Biblia, viéramos algo que debemos cambiar en nuestra personalidad y no hiciéramos nada.
18. ¿Qué tres cosas debemos hacer al usar un ejemplo?
18 Cuando usemos un ejemplo, podemos imitar a Santiago haciendo tres cosas: 1) asegurémonos de que el ejemplo encaje con el tema que estamos tratando; 2) usemos un ejemplo con el que las personas se puedan identificar fácilmente, y 3) hagamos que la lección quede clara. Si nos resulta difícil pensar en ejemplos adecuados, consultemos el Índice de las publicaciones Watch Tower. Bajo la entrada “Ejemplos” encontraremos muchas comparaciones que podemos usar. Pero recordemos que los ejemplos son como un micrófono: sirven para que una idea se destaque por encima de las demás. Así que asegurémonos de usar ejemplos solo para los puntos principales que queremos enseñar. Por supuesto, la razón más importante que tenemos para mejorar como maestros no es atraer la atención a nosotros, sino ayudar a tantas personas como sea posible a ser parte de la feliz familia de Jehová.
19. ¿Cómo demostramos que amamos a nuestra familia espiritual?
19 Es cierto que no hemos tenido el privilegio de crecer al lado de un hermano mayor perfecto, pero tenemos el honor de servir a Jehová junto a una gran familia de hermanos espirituales. Podemos demostrarles nuestro amor pasando tiempo con ellos, aprendiendo de ellos y sirviendo lealmente a su lado en la obra de predicar y enseñar. Cuando nos esforzamos por imitar el ejemplo de Santiago en nuestra forma de ser, actuar y enseñar, honramos a Jehová y ayudamos a las personas sinceras a acercarse a nuestro amoroso Padre celestial.
CANCIÓN 35 Gratitud por la paciencia divina
a Santiago creció en la misma casa que Jesús, así que conocía al Hijo perfecto de Dios mejor que la mayoría de la gente de aquella época. En este artículo, vamos a ver lo que aprendemos de la vida y las enseñanzas de este hermano de Jesús que llegó a ser una columna de la congregación cristiana del siglo primero.
b Por sencillez, nos referiremos a Santiago como el hermano de Jesús, aunque en realidad era su medio hermano. Además, las pruebas indican que fue quien escribió la carta que lleva su nombre.
c Nathan Knorr fue miembro del Cuerpo Gobernante y terminó su servicio en la Tierra en 1977.
d DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES: Santiago usó el ejemplo de un fuego pequeño —algo que las personas podían entender fácilmente— para ilustrar lo peligroso que es usar mal la lengua.