Preguntas de los lectores
¿Por qué no está permitido poner publicaciones de los testigos de Jehová en un sitio de Internet personal o en las redes sociales?
Como nuestra organización ofrece las publicaciones bíblicas sin costo, algunos creen que está permitido copiarlas y ponerlas en otros sitios de Internet o en las redes sociales. Pero esto es una violación de los Términos y Condiciones de Usoa de nuestros sitios de Internet y ya ha causado graves problemas. Allí se indica claramente que nadie tiene permiso para “publicar ilustraciones, publicaciones electrónicas, marcas de productos, música, imágenes, videos o artículos de este sitio en cualquier otro sitio de Internet (ni tampoco en redes sociales ni en páginas para compartir videos o archivos)”. ¿Por qué es necesaria esta restricción?
Toda la información de nuestros sitios de Internet está protegida por los derechos de autor. Los apóstatas y otros opositores procuran poner nuestras publicaciones en sus sitios de Internet para atraer a los testigos de Jehová y a otras personas. Pero en sus páginas también hay información pensada para sembrar dudas (Sal. 26:4; Prov. 22:5). Otras personas han utilizado información de nuestras publicaciones o el logotipo de jw.org en anuncios publicitarios, en productos que ponen a la venta y en aplicaciones para teléfonos y tabletas. Al proteger los derechos de autor y las marcas de producto, la organización tiene una base legal para impedir esos usos no autorizados (Prov. 27:12). Si la organización permitiera a sabiendas que algunas personas, aunque fueran Testigos, pusieran nuestros contenidos digitales en otros sitios de Internet o usaran el logotipo de jw.org para vender productos, los tribunales tal vez no apoyarían nuestros esfuerzos por disuadir a los opositores o a las compañías comerciales.
Descargar nuestras publicaciones de cualquier lugar que no sea jw.org puede ser peligroso. Jehová le ha dado la responsabilidad de suministrar alimento espiritual únicamente al “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45). Este “esclavo” publica el alimento espiritual solo en sus páginas oficiales, que son jw.org, tv.jw.org y wol.jw.org. Además, las únicas tres aplicaciones para teléfonos y tabletas que tenemos son estas: JW Language®, JW Library® y JW Library Sign Language®. Podemos confiar en que estas aplicaciones y páginas de Internet no contienen anuncios comerciales y no están contaminadas por el mundo de Satanás. Si el alimento espiritual nos llega por otros medios, no hay ninguna garantía de que no se haya modificado o contaminado (Sal. 18:26; 19:8).
Además, si alguien sube nuestras publicaciones a sitios de Internet en los que se permite publicar comentarios, les da a los apóstatas y a quienes nos critican un lugar donde sembrar desconfianza en la organización de Jehová. Algunos hermanos han entrado en debates en línea, y esto ha manchado aún más el nombre de Jehová. Los foros de Internet no son el lugar adecuado para enseñar “con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos” (2 Tim. 2:23-25; 1 Tim. 6:3-5). Por otro lado, se han detectado cuentas de redes sociales y sitios de Internet falsos que se han creado con el nombre de la organización, del Cuerpo Gobernante y de los miembros de este. En realidad, ningún miembro del Cuerpo Gobernante tiene una página de Internet personal ni está presente en ninguna red social.
Al dirigir a las personas al sitio jw.org, contribuimos a predicar las “buenas nuevas” (Mat. 24:14). Las herramientas digitales que se nos suministran para predicar se están mejorando continuamente. Y deseamos que todo el mundo se beneficie de ellas. Por tanto, como indican las Condiciones de Uso, sí está permitido enviarle a alguien por correo electrónico una publicación digital o un enlace para que la descargue de jw.org. Al dirigir a las personas que se interesan en la verdad a nuestros sitios oficiales, las ponemos en contacto con “el esclavo fiel y discreto”, que es la única fuente verdadera de alimento espiritual.
a Puede encontrar el enlace a las Condiciones de Uso en la parte inferior de la página de inicio de jw.org. Las restricciones allí expuestas abarcan todo lo que se publica en nuestros sitios de Internet.