Viernes 26 de diciembre
Somos colaboradores de Dios (1 Cor. 3:9).
Las verdades de la Biblia tienen un poder tremendo. Cuando le enseñamos a la gente quién es Jehová y cómo es, pasan cosas extraordinarias. A medida que se libran de las mentiras satánicas que los tenían cegados, abren los ojos y comienzan a ver a nuestro Padre como lo vemos nosotros. Se quedan impresionados al pensar en su imponente poder (Is. 40:26). Su justicia perfecta los hace sentir seguros (Deut. 32:4). Les maravilla conocer su profunda sabiduría (Is. 55:9; Rom. 11:33). Y sienten un gran consuelo al aprender que él es el amor en persona (1 Juan 4:8). Al acercarse a Jehová, se convencen de que pueden vivir para siempre y convertirse en sus hijos. ¿Verdad que ayudar a la gente a acercarse a su Padre celestial es un honor incomparable? Además, cuando lo hacemos, Jehová nos considera sus “colaboradores” (1 Cor. 3:5). w24.02 6:15
Sábado 27 de diciembre
Es preferible que no hagas un voto a que hagas un voto y no lo cumplas (Ecl. 5:5).
¿Está usted estudiando la Biblia? ¿O son tus padres Testigos y te están enseñando la verdad? En cualquier caso, tal vez se esté planteando la posibilidad de bautizarse. ¡Y eso está muy bien! Pero hay algo que debe hacer antes de bautizarse: dedicarse a Jehová. ¿Cómo se dedica alguien a Jehová? Haciéndole una oración en la que le promete que lo adorará solo a él y que lo más importante en su vida será hacer su voluntad. En otras palabras, le está prometiendo a Jehová que lo amará siempre con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas (Mar. 12:30). La dedicación se hace en privado; es algo entre usted y Jehová. En cambio, el bautismo es algo público; así las personas ya sabrán que usted se dedicó a Jehová. El voto de la dedicación es una promesa muy seria. Seguro que usted querrá cumplirla, y eso es lo que Jehová espera que haga (Ecl. 5:4). w24.03 9:2, 5
Domingo 28 de diciembre
Cada uno de ustedes debe amar a su esposa tal como se ama a sí mismo. A su vez, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo (Efes. 5:33).
Todos los matrimonios “tendrán dificultades en la vida”, tal como indica con franqueza la Biblia (1 Cor. 7:28). ¿Por qué? Porque tanto el esposo como la esposa son imperfectos. Además, tienen personalidades y gustos diferentes. Puede que vengan de otras culturas o tengan antecedentes muy distintos. Y, con el tiempo, tal vez salgan a la luz ciertos defectos que pasaron desapercibidos durante el noviazgo. Todo esto puede hacer que la relación se vuelva tensa. En vez de reconocer que los dos se equivocan y trabajar en equipo para resolver los problemas, quizás se echen la culpa mutuamente o incluso piensen que la solución es separarse o divorciarse. ¿Pero será eso lo mejor? No. Jehová desea que quienes están casados respeten el matrimonio, incluso si su esposo o su esposa tiene una personalidad difícil. w24.03 11:8, 11