LECCIÓN 4
Cómo podemos conocer a Dios
Podemos conocer a Jehová leyendo la Biblia. Hace mucho tiempo, Dios eligió a algunos hombres para que escribieran las ideas de él. Esos escritos se conocen como la Biblia. Hoy podemos conocer a Dios leyendo la Biblia. Esta contiene la palabra de Jehová, o su mensaje, y por eso se la conoce también como la Palabra de Dios. Podemos creer lo que dice la Biblia porque Jehová nunca miente. “Es imposible que Dios mienta.” (Hebreos 6:18.) Así pues, la Palabra de Dios contiene la verdad (Juan 17:17).
La Biblia es uno de los regalos más valiosos que hemos recibido de Dios. Es como la carta que escribe un padre amoroso a sus hijos. Nos habla de la promesa de Dios de hacer de la Tierra un lugar maravilloso donde vivir, es decir, un paraíso. Nos dice lo que Dios hizo en el pasado, lo que está haciendo ahora y lo que hará en el futuro para sus hijos fieles. También nos ayuda a solucionar nuestros problemas y a encontrar la felicidad (2 Timoteo 3:16, 17).
Los testigos de Jehová son amigos de Dios; le ayudarán a entender lo que la Biblia enseña. Solo tiene que decirles que quiere estudiar la Biblia. No le cobrarán nada por enseñarle (Mateo 10:8). Además, puede asistir a las reuniones cristianas. Estas se celebran en lugares de culto llamados Salones del Reino. Si asiste a las reuniones, su conocimiento de Dios aumentará rápidamente.
Podemos conocer a Dios pensando en las cosas que ha hecho. Por ejemplo, la Biblia dice: “Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Cuando Jehová creó “los cielos”, también hizo el Sol. Entonces, ¿qué nos enseña esto de Dios? Que Jehová tiene mucho poder. Solo él pudo hacer algo tan poderoso como el Sol. También nos muestra que Jehová es sabio, pues se necesita sabiduría para hacer el Sol, que nos da calor y luz, y nunca se apaga.
La creación de Jehová demuestra que nos ama. Piense en todas las distintas frutas que hay en la Tierra. Jehová podía habernos dado solo una clase de fruta, o ninguna. Sin embargo, nos ha dado frutas de muchas clases con una gran variedad de formas, tamaños, colores y sabores. Esto demuestra que Jehová nos ama, y también que es muy generoso, considerado y bondadoso (Salmo 104:24).