Confiemos en nuestro Líder, el Cristo
“Su Líder es uno, el Cristo” (MAT. 23:10, nota).
1, 2. ¿Qué importante responsabilidad recibió Josué después de morir Moisés?
LAS palabras de Jehová resonaban todavía en los oídos de Josué: “Moisés mi siervo está muerto; y ahora levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que les voy a dar a ellos” (Jos. 1:1, 2). ¡Qué cambio tan repentino! Josué había sido el servidor de Moisés durante casi cuarenta años, pero ahora era el líder de Israel.
2 Puesto que Moisés había sido el líder de la nación durante mucho tiempo, es posible que Josué se preguntara cómo reaccionaría el pueblo ahora que él lo dirigía (Deut. 34:8, 10-12). Una obra de consulta comenta lo siguiente sobre Josué 1:1, 2: “Tanto en el pasado como en el presente, el momento en que se produce un cambio de gobernante es uno de los más inestables de una nación”.
3, 4. ¿Cómo sabemos que Josué no se equivocó al poner su confianza en Dios, y qué pregunta podríamos hacernos?
3 Los temores de Josué no eran infundados, pero a los pocos días puso manos a la obra con total confianza en Jehová (Jos. 1:9-11). Y no se equivocó al hacerlo. Como dice la Biblia, Jehová los guió a él y a Israel mediante un ángel. Es lógico pensar que ese ángel fue “la Palabra”, el Hijo primogénito de Dios (Juan 1:1; Éx. 23:20-23).
4 Con la ayuda de Jehová, Israel no tuvo problemas en adaptarse a la dirección de su nuevo líder, Josué. Nosotros también vivimos en una época de cambios históricos. Por ello, tal vez nos preguntemos: “Ahora que la organización de Dios avanza con rapidez, ¿tenemos buenos motivos para confiar en nuestro Líder, Jesús?” (lea Mateo 23:10). Pues bien, veamos cómo dirigió Jehová a su pueblo en el pasado en tiempos de cambios.
QUIÉN LLEVÓ A ISRAEL A LA TIERRA PROMETIDA
5. ¿Con quién se encontró Josué cerca de Jericó? (Vea el dibujo del principio).
5 Poco después de que Israel cruzó el río Jordán, Josué tuvo un encuentro inesperado. Cerca de la ciudad de Jericó, vio a un hombre que llevaba una espada en la mano. Como no sabía quién era, le preguntó: “¿Estás de parte de nosotros, o de nuestros adversarios?”. Para su sorpresa, el hombre le reveló su identidad. Era nada menos que el “jefe del ejército de Jehová”, que estaba listo para defender al pueblo de Dios (Josué 5:13-15 y la nota). Aunque en otros lugares el relato dice que era Jehová quien le hablaba a Josué, no hay duda de que lo hacía mediante su ángel, como en muchas otras ocasiones (Éx. 3:2-4; Jos. 4:1, 15; 5:2, 9; Hech. 7:38; Gál. 3:19).
6-8. a) ¿Por qué podría parecer que no tenían sentido algunas instrucciones de Jehová? b) ¿Por qué resultaron ser prudentes y oportunas aquellas instrucciones? (Vea también la nota).
6 Josué ya había recibido instrucciones claras sobre cómo tomar la ciudad de Jericó. Puede que al principio algunas de ellas no parecieran muy lógicas. Por ejemplo, Dios mandó que se circuncidara a todos los hombres. Como consecuencia, los soldados no estarían en condiciones de luchar durante varios días. ¿De verdad era ese el momento adecuado para circuncidarlos? (Gén. 34:24, 25; Jos. 5:2, 8).
7 Es probable que aquellos soldados indefensos se preguntaran cómo protegerían a sus familias si el enemigo los atacaba. Pero los hombres de Jericó no los atacaron, sino que, asustados, actuaron de manera inesperada. La Biblia dice: “Jericó estaba bien cerrada a causa de los hijos de Israel; nadie salía y nadie entraba” (Jos. 6:1). No hay duda de que este inesperado suceso fortaleció la confianza de los israelitas en la guía de Jehová.
8 Además, Jehová les dijo que no atacaran Jericó. Lo que debían hacer era marchar alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días y siete veces el séptimo día. Puede que algunos soldados creyeran que era una enorme pérdida de tiempo y energías. Pero el Líder invisible de Israel, Jehová, sabía muy bien lo que hacía. Seguir su estrategia les permitió a los israelitas tomar la ciudad y fortaleció su fe. Además, los libró de tener que luchar contra los poderosos soldados de Jericó (Jos. 6:2-5; Heb. 11:30).a
9. ¿Por qué debemos seguir las instrucciones que recibimos de la organización de Dios? Dé un ejemplo.
9 ¿Qué aprendemos de este relato? Puede que a veces no comprendamos del todo por qué toma la organización algunas iniciativas. Por ejemplo, en el pasado quizá cuestionamos el uso de los dispositivos electrónicos en el estudio personal, el ministerio y las reuniones. Pero es probable que ahora veamos los beneficios de usarlos, si las circunstancias nos lo permiten. Por tanto, aun cuando al principio tengamos dudas, debemos seguir las instrucciones de la organización de Dios. Cuando vemos los buenos resultados de los cambios, nuestra fe y unidad se hacen más fuertes.
CÓMO DIRIGIÓ CRISTO A LOS PRIMEROS CRISTIANOS
10. ¿Quién estaba detrás de la importante reunión que tuvo el cuerpo gobernante en Jerusalén?
10 Unos trece años después de que se hiciera cristiano un gentil incircunciso llamado Cornelio, algunos cristianos judíos seguían defendiendo la circuncisión (Hech. 15:1, 2). Cuando se produjo un desacuerdo por este tema en Antioquía, se le pidió a Pablo ir a Jerusalén para plantearlo al cuerpo gobernante. Pero ¿quién estaba detrás de todo ello? Pablo dijo que había ido “como resultado de una revelación”. Es obvio que Cristo se encargó de que el cuerpo gobernante resolviera la disputa (Gál. 2:1-3).
11. a) ¿Qué seguían pensando sobre la circuncisión muchos cristianos judíos? b) ¿Cómo se puso a prueba el apoyo de Pablo a los ancianos de Jerusalén? (Vea también la nota).
11 Bajo la guía de Cristo, el cuerpo gobernante dejó claro que los cristianos de origen no judío no estaban obligados a circuncidarse (Hech. 15:19, 20). Pero años después muchos cristianos judíos seguían circuncidando a sus hijos. Entonces, cuando los ancianos de Jerusalén oyeron que se decía que Pablo no obedecía la Ley mosaica, le mandaron hacer algo inesperado (Hech. 21:20-26).b Debía llevar al templo a cuatro hombres para que se limpiaran ceremonialmente y la gente viera que él seguía “guardando la Ley”. Pablo pudo haber respondido que aquello no era prudente y que el verdadero problema era de los cristianos judíos, que no entendían bien el tema de la circuncisión. Pero no lo hizo, sino que apoyó el deseo de los ancianos de fomentar la unidad de los cristianos y obedeció humildemente. Ahora bien, quizá preguntemos: “Si la muerte de Jesús abolió la Ley, ¿por qué permitió él que este asunto siguiera sin resolverse durante tanto tiempo?” (Col. 2:13, 14).
12. ¿Cuál fue quizás el motivo por el que Cristo dejó pasar tiempo hasta resolver el tema de la circuncisión?
12 A algunos les lleva tiempo adaptarse a la nueva explicación de una creencia. Los cristianos judíos necesitaron bastante tiempo para cambiar su manera de ver la circuncisión (Juan 16:12). Para algunos era difícil aceptar que esta ya no era una señal de su relación especial con Dios (Gén. 17:9-12). Otros temían que los persiguieran en sus comunidades por ser diferentes (Gál. 6:12). Pero con el tiempo Cristo dio más guía mediante las cartas inspiradas de Pablo (Rom. 2:28, 29; Gál. 3:23-25).
CRISTO SIGUE DIRIGIENDO SU CONGREGACIÓN
13. ¿Qué nos ayudará a apoyar la dirección que da Cristo hoy día?
13 Cuando no entendemos del todo por qué la organización hace algunos cambios, es bueno que pensemos en cómo ha dirigido Cristo a los siervos de Dios en el pasado. Tanto en los días de Josué como en el siglo primero, en todo momento los ha guiado bien para protegerlos, reforzar su fe y mantenerlos unidos (Heb. 13:8).
14-16. ¿Cómo demuestra la dirección que Cristo da mediante “el esclavo fiel y discreto” que se interesa en nuestro bienestar espiritual?
14 “El esclavo fiel y discreto” nos da guía al tiempo apropiado (Mat. 24:45). Esto demuestra el amor de Jesús y su interés por nuestro bienestar espiritual. Marc, que tiene cuatro hijos, dice: “Para debilitar a las congregaciones, Satanás ataca a las familias. Últimamente se nos recuerda mucho que tengamos la adoración en familia todas las semanas. El mensaje es claro para los cabezas: cuiden a su familia”.
15 Al percibir la guía de Cristo, nos damos cuenta de que desea ayudarnos a tener una fe fuerte. Un anciano llamado Patrick comenta: “Al principio, a algunos los desanimaba reunirse en grupos pequeños para salir a predicar los fines de semana. Pero esta iniciativa resalta una de las cualidades principales de Jesús: su interés en los humildes. Los hermanos tímidos o los que salían poco a predicar ahora se sienten más valorados y útiles. Como resultado, están más activos en el servicio a Jehová”.
16 Cristo no solo atiende nuestras necesidades espirituales. También nos ayuda a estar centrados en la obra más importante de nuestros días (lea Marcos 13:10). André es un anciano recién nombrado que siempre está atento a las nuevas instrucciones de la organización de Dios. Dice: “La reducción de personal en las sucursales nos recuerda que vivimos en los últimos días y que debemos centrarnos en la predicación”.
APOYEMOS CON LEALTAD LA GUÍA QUE NOS DA CRISTO
17, 18. ¿Por qué es conveniente pensar en los beneficios de adaptarnos a los últimos cambios que se han hecho?
17 La guía que nos da Cristo, nuestro Rey, nos ayudará ahora y en el futuro. Por lo tanto, debe alegrarnos pensar en los beneficios de adaptarnos a los últimos cambios. ¿Por qué no analizamos en la adoración en familia los cambios hechos en las reuniones y en la predicación, y cómo estos nos han ayudado? Seguro que nos animará mucho.
18 Si comprendemos el espíritu que guía las instrucciones que nos da la organización de Jehová y los beneficios, obedeceremos con gusto. Seguro que nos complace ver el ahorro de dinero que se produce al imprimir menos publicaciones. Y, gracias a las nuevas tecnologías, la organización lleva el mensaje a más personas. Con esto presente, ¿por qué no empleamos más las publicaciones en formato electrónico y los archivos multimedia, si nos es posible? Al hacerlo, demostraremos el mismo interés de Jesús en usar con prudencia los recursos de la organización.
19. ¿Por qué debemos seguir la guía de Cristo?
19 Seguir de corazón la guía de Cristo contribuye a fortalecer la fe y la unidad de los hermanos. André, mencionado antes, dijo lo siguiente sobre la reducción de la familia mundial de Betel: “Ver la buena actitud con la que se han adaptado a los cambios quienes han salido de Betel me inspira confianza y respeto. Están felices en cualquier asignación y así mantienen el paso con el carro de Jehová”.
TENGAMOS FE Y CONFIANZA EN CRISTO
20, 21. a) ¿Por qué podemos confiar en Cristo, nuestro Líder? b) ¿De qué tratará el siguiente artículo?
20 Dentro de poco, Jesucristo, nuestro Líder, va a “completar su victoria” y lograr cosas impresionantes (Rev. 6:2; Sal. 45:4). Mientras tanto, está preparando a los siervos de Dios para la vida en el nuevo mundo y para el trabajo que habrá que hacer entonces, cuando cada uno de nosotros enseñe a los resucitados y ayude a convertir la Tierra en un paraíso.
21 De la mano de nuestro Rey entraremos en el nuevo mundo, siempre que sigamos confiando en él no importa lo que ocurra (lea Salmo 46:1-3). Claro, puede que a veces nos cueste trabajo adaptarnos a algunos cambios, sobre todo cuando nuestra vida da un giro inesperado. ¿Cómo conservar en ese caso paz interior y total confianza en Jehová? De eso tratará el siguiente artículo.
a En las ruinas de Jericó, los arqueólogos encontraron enormes reservas de cereal sin tocar. Esto indica que la ciudad no sufrió un largo asedio y que sus habitantes no agotaron todas las reservas de alimento. A los israelitas no se les permitió saquear Jericó. Pero, como era la época de la cosecha y había mucho alimento en los campos, fue un buen momento para que Israel conquistara la tierra (Jos. 5:10-12).
b Vea el recuadro “Pablo afronta con humildad una prueba”, de La Atalaya del 15 de marzo de 2003, página 24.