Cultivemos el amor que nunca falla
‘El amor aguanta todas las cosas. El amor nunca falla.’ (1 COR. 13:7, 8)
1. a) ¿Qué imagen suele darse del amor? b) ¿En qué se centra el amor de la mayoría de la gente?
EL AMOR es una necesidad esencial del ser humano sobre la que se dicen muchas cosas. En efecto, son innumerables las canciones, novelas y películas que alaban esta cualidad o la presentan de forma idealista. Pero lo cierto es que en estos últimos días cada vez es más raro encontrar personas que de verdad amen a Dios y al prójimo. Como predijo la Biblia, la mayoría de los hombres son “amadores de sí mismos”, “amadores del dinero” y “amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Tim. 3:1-5).
2. ¿Qué advertencias da la Biblia sobre el amor mal orientado?
2 Aunque todos tenemos la capacidad de amar, la Palabra de Dios nos advierte que podemos dirigir mal nuestros afectos, y nos explica qué sucederá si caemos en ese error (1 Tim. 6:9, 10). Recordemos el caso que menciona Pablo de un compañero suyo, llamado Demas, cuya perdición fue el apego al mundo (2 Tim. 4:10). Este es el mismo peligro contra el que nos pone en guardia el apóstol Juan (léase 1 Juan 2:15, 16). Está claro que es imposible amar a este mundo pasajero y sus cosas, y al mismo tiempo amar a Dios y lo que procede de él.
3. ¿Qué peligro corremos, y qué preguntas debemos contestar?
3 Es verdad que no somos parte del mundo, pero vivimos en él, y corremos el peligro de adoptar sus opiniones distorsionadas o erróneas acerca del amor. Por eso, hacemos bien en plantearnos las siguientes preguntas: ¿Quiénes deben ser el objeto de nuestro cariño? ¿Cómo se cultiva el amor cristiano, que todo lo soporta y nunca falla? ¿Qué beneficios obtendremos ahora y en el futuro si manifestamos esta virtud? Veamos qué respuestas nos da Dios a fin de aplicarlas en nuestra vida diaria.
Cultivemos el amor a Jehová
4. ¿Cómo se cultiva el amor por Dios?
4 Los cristianos debemos cultivar el amor por Dios. El verbo cultivar transmite la idea de hacer lo necesario para que algo se desarrolle. Por ejemplo, ¿cómo logra el agricultor que crezcan las semillas? Preparando el terreno y sembrándolo (Heb. 6:7). Entonces, ¿cómo conseguimos nosotros que crezca nuestro amor por Dios? Preparando la buena tierra de nuestro corazón, donde está plantada la semilla de la verdad. Para ello, debemos estudiar con interés la Biblia y así llegar a conocer mejor a Jehová (Col. 1:10). Algo que también nos ayudará es asistir a todas las reuniones cristianas y participar en ellas. Preguntémonos: “¿Me esfuerzo constantemente por profundizar mis conocimientos bíblicos?” (Pro. 2:1-7).
5. a) ¿Cómo descubrimos las cualidades más destacadas de Jehová? b) ¿Qué impresión le producen la justicia, sabiduría y poder de Dios?
5 Jehová revela su personalidad a través de las Escrituras. Por eso, al estudiarlas e ir conociendo mejor a Dios, crece nuestro aprecio por sus atributos: su justicia, su sabiduría, su poder y, sobre todo, su incomparable amor. Descubrimos su justicia al examinar su forma de actuar y su ley perfecta (Deu. 32:4; Sal. 19:7). Percibimos su imponente sabiduría al reflexionar en todas sus creaciones (Sal. 104:24). Y hallamos pruebas de su increíble energía dinámica y poder inagotable al observar el universo (Isa. 40:26).
6. ¿Cuál es la máxima expresión del amor de Dios, y cómo podemos responder a ella?
6 Pero ¿qué puede decirse del principal atributo divino, el amor? Jehová desea demostrar esta cualidad al mayor número de personas. De hecho, nos beneficia a todos con ella. Por amor, proporcionó un rescate para redimir a la humanidad (léase Romanos 5:8). Esta dádiva se encuentra al alcance de toda la gente, pero para obtenerla hay que corresponder al amor de Dios y ejercer fe en su Hijo (Juan 3:16, 36). Ciertamente, el Padre merece todo nuestro cariño por haber dado a Jesús como sacrificio por nuestros pecados.
7, 8. a) ¿Cómo podemos demostrar que amamos a Dios? b) ¿A pesar de qué actitud de la gente seguimos cumpliendo los mandamientos divinos?
7 Ahora bien, ¿cómo podemos demostrar nuestro amor y gratitud por todo lo que Jehová ha hecho? Veamos la clara respuesta que da la Biblia: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3). Como vemos, si amamos a nuestro Padre, querremos cumplir lo que él nos pide. Esta es una de las razones por las que damos testimonio de su nombre y su Reino, labor que además redunda en beneficio para nuestros oyentes. Cuando participamos en esta obra porque nos nace del corazón, demostramos que los motivos por los que obedecemos a Dios son puros (Mat. 12:34).
8 Claro, muchas personas son indiferentes al mensaje del Reino o incluso lo rechazan. Pero nosotros, al igual que nuestros hermanos del mundo entero, seguimos esforzándonos por difundir el conocimiento de Jehová, por realizar nuestro ministerio y por obedecer los demás mandamientos divinos (2 Tim. 4:5).
Por qué amamos a nuestro Señor Jesucristo
9. ¿Qué dificultades soportó Cristo, y por qué razón?
9 El amor a Dios nos mueve a querer a su Hijo. Pero tenemos muchos otros motivos para tenerle cariño a Jesús. Es obvio que nunca lo hemos visto, pero al ir conociendo mejor su vida, lo amamos cada día más (1 Ped. 1:8). ¿Qué dificultades soportó él? Aunque hizo la voluntad de su Padre, lo odiaron sin causa, lo persiguieron, lo acusaron en falso, lo insultaron y lo sometieron a todo tipo de humillaciones (léase Juan 15:25). Aguantó las pruebas porque quería a su Padre celestial. Y fue también por amor por lo que dio su vida en rescate a cambio de muchos (Mat. 20:28).
10, 11. ¿A qué nos motiva el amor que nos ha demostrado Cristo?
10 Cuando meditamos en todo lo que ha hecho Jesús, nos sentimos conmovidos y crece el cariño que le tenemos. Somos sus seguidores, y por eso debemos imitar su amor. Así podremos perseverar en la comisión que nos encargó: dar testimonio del Reino y hacer discípulos (Mat. 28:19, 20).
11 El amor de Cristo por la humanidad nos obliga moralmente a esforzarnos por terminar nuestra comisión antes de que llegue el fin (léase 2 Corintios 5:14, 15). No hay que olvidar que el amor es la fuerza que impulsa a Jesús a hacer realidad el propósito de Dios para el hombre. Y nosotros solo lograremos cumplir nuestro cometido dentro de dicho propósito si andamos tras las huellas del Maestro. Esto exige, una vez más, que cultivemos el amor por Dios al mayor grado posible (Mat. 22:37). Si seguimos las enseñanzas y mandatos de Cristo, demostraremos que lo amamos y que, como él, estamos decididos a defender la soberanía de Dios cueste lo que cueste (Juan 14:23, 24; 15:10).
Sigamos el camino que supera a todos
12. ¿Qué quiso decir Pablo al hablar de “un camino sobrepujante”?
12 Alguien que siguió muy de cerca los pasos de Cristo fue Pablo, quien por ello podía ponerse de modelo para sus hermanos corintios (1 Cor. 11:1). Aunque les animó a afanarse por obtener los dones milagrosos que tenían a su alcance en el siglo primero, como hablar en lenguas y curar enfermos, también les recalcó que podían ponerse una meta mejor. Les dijo: “Todavía les muestro un camino sobrepujante” (1 Cor. 12:31). Al examinar los versículos siguientes, vemos que se refería al amor. Pero ¿en qué sentido era un camino que sobrepujaba o superaba a los demás? Encontramos la respuesta en la ilustración que el apóstol dio a continuación (léase 1 Corintios 13:1-3). Por inspiración, señaló que uno puede tener grandes talentos y realizar logros impresionantes, pero si carece de amor, no le sirve de nada. ¡Con cuánta contundencia destacó este punto tan importante!
13. a) ¿Cuál es el texto del año 2010? b) Explique la oración: “El amor nunca falla”.
13 Pablo nos explica luego cuáles son las características del amor y cuáles no (léase 1 Corintios 13:4-8). Todos hacemos bien en examinar individualmente si cumplimos con las exigencias de este pasaje. Pero ahora nos centraremos en la última oración del versículo 7 y la primera del 8, que se combinan en el texto del año 2010: ‘El amor aguanta todas las cosas. El amor nunca falla’. Observemos que el versículo 8 habla también de los dones de hablar en lenguas y de profetizar, así como de los demás dones del espíritu que se usaban en los comienzos de la congregación cristiana. El apóstol indicó que estos dones tendrían fin, mientras que el amor no. Dado que Jehová es el amor en persona, y él es eterno, esta virtud nunca fallará o, como dicen otras biblias, nunca acabará. Existirá siempre como cualidad del Dios eterno (1 Juan 4:8).
“Todas [las cosas] las aguanta”
14, 15. a) ¿Por qué es tan importante el amor al afrontar dificultades? b) ¿Por qué se negó a repudiar su fe un hermano joven?
14 ¿Qué nos permitirá soportar cualquier prueba o dificultad? El amor fundado en los principios cristianos. Esta cualidad exige más que hacer sacrificios materiales por causa del Reino. Implica estar decididos a ser leales a Cristo e incluso dar la vida por él si fuera necesario (Luc. 9:24, 25). Así lo hicieron los fieles Testigos que estuvieron presos en cárceles y campos de concentración y de trabajos forzados tanto en la segunda guerra mundial como en fechas posteriores.
15 Tomemos como ejemplo a Wilhelm, joven Testigo alemán. Como no renunció a su fe, los nazis lo condenaron a morir fusilado. En su última carta a su familia escribió: “Sobre todo tenemos que amar a Dios, como mandó nuestro Líder, Jesucristo. Si nos ponemos firmemente a su favor, él nos recompensará”. Años más tarde, un miembro de su familia comentó en esta revista cómo habían hecho frente a las turbulencias de la vida: “Nos hemos asegurado como familia de que nuestro amor a Dios siempre ocupe el primer lugar”. Y esa es la misma actitud con la que hoy encaran la cárcel los hermanos fieles de naciones como Armenia, Corea del Sur y Eritrea, quienes conservan muy vivo su amor por Jehová.
16. ¿Qué soportaron los hermanos de Malaui?
16 En muchos lugares se ponen a prueba la fe y el aguante de nuestros hermanos de otras maneras. Durante veintiséis años, los testigos de Jehová de Malaui soportaron prohibiciones del gobierno, oposición severa y una atrocidad tras otra. Pero su perseverancia se vio recompensada. Cuando estalló la persecución eran unos 18.000, pero tres décadas después ya eran más del doble: 38.393. Y en otros países la situación es muy parecida.
17. ¿A qué injusticias se enfrentan algunos hermanos en sus familias, y cómo logran soportarlas?
17 Si aguantar los ataques frontales contra el pueblo de Dios es difícil, no lo es menos soportar la oposición de la familia inmediata o de parientes cercanos. Pero ¿acaso no había predicho Jesús este enfrentamiento? Claro que sí, y muchos hermanos han constatado lo ciertas que son sus palabras (Mat. 10:35, 36). Algunos adolescentes han sufrido la hostilidad de padres que no comparten su fe. A veces hasta han sido echados de su casa y han tenido que hospedarse con Testigos bondadosos. Otros hermanos han llegado a ser repudiados por su familia. ¿Cómo han podido aguantar estas injusticias? Por amor a la hermandad y, sobre todas las cosas, a Jehová y su Hijo (1 Ped. 1:22; 1 Juan 4:21).
18. ¿Cómo ayuda a los casados el amor que todo lo soporta?
18 Hay muchas otras situaciones en las que se requiere el amor que todo lo soporta. Por ejemplo, es necesario en la vida matrimonial, pues los cónyuges cristianos tienen que obedecer fielmente estas palabras de Jesús: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre” (Mat. 19:6). Cuando sufren “tribulación en la carne”, deben recordar que Jehová es parte integral de su unión (1 Cor. 7:28). En su Palabra, él dice que el amor soporta todas las cosas. Por eso, si ambos esposos se visten de esta cualidad, estarán mejor preparados para seguir juntos y conservar intacta su unión (Col. 3:14).
19. ¿Qué hace el pueblo de Dios cuando se producen desastres naturales?
19 El amor también nos ayuda a soportar todas las cosas cuando se producen catástrofes naturales. Así ocurrió cuando un terremoto asoló el sur de Perú y cuando el huracán Katrina devastó amplias secciones de la costa estadounidense del golfo de México. No fueron pocos los hermanos que perdieron sus hogares y otras posesiones, pero la congregación mundial los socorrió enviándoles suministros, y muchos voluntarios colaboraron en la reconstrucción de sus viviendas y la reparación de sus Salones del Reino. Estos ejemplos muestran que los cristianos nos amamos y nos cuidamos mutuamente en todo momento y circunstancia (Juan 13:34, 35; 1 Ped. 2:17).
“El amor nunca falla”
20, 21. a) ¿Por qué supera el camino del amor a todos los demás? b) ¿Por qué estamos decididos a seguir el camino del amor?
20 En el pueblo de Jehová encontramos un sinnúmero de ejemplos de que el amor es el mejor camino. Ciertamente, supera siempre a todos los demás. Veamos cómo destacó Pablo esta verdad. Primero señaló que cesarían los dones del espíritu cuando la congregación alcanzara la madurez. Y luego dijo: “Ahora, sin embargo, permanecen la fe, la esperanza, el amor, estos tres; pero el mayor de estos es el amor” (1 Cor. 13:13).
21 Con el tiempo, las cosas en que hemos puesto fe se harán realidad, y ya no habrá que tener fe en ellas. Igualmente, el día en que se hagan nuevas todas las cosas, se cumplirán las promesas que tanto anhelamos y ya no habrá que cifrar nuestra esperanza en ellas. Pero ¿y el amor? Como hemos visto, nunca terminará, sino que permanecerá para siempre. Cuando disfrutemos de vida eterna, sin duda comprenderemos cada vez mejor el amor divino en todas sus facetas. Por lo tanto, esforcémonos por hacer la voluntad de Dios y seguir el camino que nunca falla. Si así lo hacemos, viviremos para siempre (1 Juan 2:17).
¿Qué respuesta daría?
• ¿Por qué es peligroso el amor mal dirigido?
• ¿Qué podemos aguantar gracias al amor?
• ¿Qué quiere decir la oración: “El amor nunca falla”?
[Comentario de la página 27]
Texto del año 2010: ‘El amor aguanta todas las cosas. El amor nunca falla’ (1 Cor. 13:7, 8).
[Ilustración de la página 25]
El amor a Dios nos mueve a dar testimonio
[Ilustración de la página 26]
El amor que nunca falla permitió a los Testigos de Malaui soportar las pruebas