35 Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo,+ pero él siguió rehusando recibir consuelo, y diciendo:+ “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”.* Y su padre continuó llorándolo.
14 Por lo tanto, el Seol* ha hecho espaciosa su alma* y ha abierto ancha su boca, más allá del límite;+ y lo que en ella* es espléndido, también su muchedumbre y su alboroto y el alborozado, ciertamente bajarán a él.+