26 Doy la orden de que la gente de todo rincón de mi reino debe temblar de temor ante el Dios de Daniel.+ Porque él es el Dios vivo y permanece para siempre. Su reino nunca será destruido y su dominio es eterno.*+
15 El séptimo ángel tocó su trompeta.+ Entonces hubo fuertes voces en el cielo, que decían: “El reino del mundo ha llegado a ser el Reino de nuestro Señor+ y de su Cristo,+ y él reinará para siempre jamás”.+