3 Den mis saludos a Prisca y Áquila,+ mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 quienes arriesgaron el cuello por mí+ y a quienes damos gracias tanto yo como todas las congregaciones de las naciones.
8 Así que, por el tierno cariño que les teníamos, estábamos decididos a* darles no solo las buenas noticias de Dios, sino también nuestras vidas,+ pues llegamos a amarlos mucho.+