56 Siempre que él entraba en alguna aldea o ciudad o en la zona rural, la gente ponía a los enfermos en las plazas de mercado y le suplicaban que les permitiera tocar al menos el borde de su manto.+ Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.*
15 La gente incluso sacaba a los enfermos a las calles principales y los ponía allí sobre camas pequeñas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra tocara a algunos.+