Salmos
Al director. De los hijos de Coré.+ Maskil.
44 Oh, Dios, lo hemos oído con nuestros propios oídos,
nuestros antepasados nos contaron+
las hazañas que realizaste en sus días,
en los días de la antigüedad.
Aplastaste naciones y las echaste de allí.+
3 No fue con su propia espada con la que ellos ocuparon la tierra+
ni fue su propio brazo el que les dio la victoria.+
Más bien, fue gracias a tu mano derecha, a tu brazo+ y a la luz de tu rostro,
porque tú te complaciste en ellos.+
5 Con tu poder haremos retroceder a nuestros adversarios;+
en tu nombre pisotearemos a los que se levantan contra nosotros.+
7 Porque fuiste tú quien nos salvó de nuestros adversarios,+
fuiste tú quien humilló a los que nos odian.
8 Alabaremos a Dios todo el día
y a tu nombre daremos gracias para siempre. (Sélah).
9 Pero ahora tú nos has rechazado y humillado a nosotros,
y ya no acompañas a nuestros ejércitos.
10 Siempre nos haces retroceder ante nuestros adversarios;+
los que nos odian se llevan todo lo que quieren.
13 Nos conviertes en algo despreciable para nuestros vecinos,
objeto de burla y risa para los que nos rodean.
14 Nos haces motivo de desprecio* entre las naciones;+
los pueblos menean la cabeza ante nosotros en son de burla.
15 Me siento humillado todo el día,
se me cae la cara de vergüenza
16 por la voz del que insulta y deshonra,
por culpa de nuestro enemigo, que busca venganza.
18 Nuestro corazón no se ha desviado;
nuestros pasos no se salen de tu senda.
19 Pero tú nos has aplastado donde viven los chacales;
nos has cubierto de profunda oscuridad.
20 Si hemos olvidado el nombre de nuestro Dios
o si extendemos las manos para orarle a un dios extranjero,
21 ¿acaso no lo descubrirá Dios?
Él conoce los secretos del corazón.+
23 Oh, Jehová, levántate. ¿Por qué sigues dormido?+
¡Despierta! No nos rechaces para siempre.+
24 ¿Por qué apartas tu mirada?*
¿Por qué te olvidas de nuestro sufrimiento y de nuestra opresión?