Salmos
Al director. De David; para que sirva de recordatorio.*
Que los que se alegran de mi desgracia
retrocedan humillados.
3 Que a los que se burlan de mí diciendo “¡Ah, qué bien!”
se les haga retirarse avergonzados.
Que los que aman tus actos de salvación siempre digan:
“¡Que Dios sea engrandecido!”.
5 Pero yo estoy indefenso y soy pobre.+
Oh, Dios, actúa rápido a mi favor.+