“Como un remolino de cardos”
CONCERNIENTE a los enemigos del pueblo de Dios, el salmista oró: “Oh Dios mío, hazlos como un remolino de cardos, como rastrojo delante de un viento.” (Sal. 83:13) Durante el otoño, en la tierra natal del salmista, a menudo se pueden ver muchos cardos estrellados impulsados por el viento, como una masa remolinante. Esto es probablemente lo que el salmista tenía en mente al hacer su devota expresión.