Como “un granito de arena”
● Aunque el átomo es infinitesimalmente pequeño, está compuesto en su mayor parte de espacio vacío. El Dr. Heinz Haber escribió: “Todo lo que nos rodea —la silla sólida en la que está sentado, su casa, la Tierra misma— todo ello es casi totalmente espacio vacío, con sus solitarios núcleos y electrones muy esparcidos. Si se pudiera eliminar todo el espacio vacío de un cuerpo humano —si todos sus núcleos y electrones pudieran apiñarse en una masa sólida— el cuerpo se encogería al tamaño de un granito de arena tan pequeño que escasamente nos daríamos cuenta de él si lo tuviéramos entre las puntas de los dedos.”—The Walt Disney Story of Our Friend the Atom.
Aunque tal encogimiento no es humanamente posible, impresiona a uno con su propia pequeñez en comparación con el Creador. Y a los que leen la Biblia tal vez les recuerde el hecho de que para Jehová Dios “las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas.” (Isa. 40:15) En realidad, desde el punto de vista de Dios, las naciones son relativamente insignificantes. No obstante, “como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, acordándose de que somos polvo.”—Sal. 103:13, 14; Gén. 2:7.