Peltre... ¿le conviene?
Tanto el alto precio de la vajilla de plata como la nostalgia actual por las cosas del pasado han despertado en algunas zonas un creciente interés por la vajilla de peltre. Pero, quizás se pregunte usted, ¿qué es peltre?
Básicamente es una aleación en la cual el estaño es el componente principal. La historia dice que quizás se usaba más de 1.000 años antes de la Era Común. Pero desde el siglo XIV E.C. al siglo XIX E.C. se usó muy extensamente en Europa y en Inglaterra, pues era una alternativa menos costosa que los utensilios de plata u oro. Por medio de fundirlo o martillarlo se podían hacer atractivos platos, jarras, cucharas y tenedores de peltre. Éstos no se “enmohecían,” y retenían su hermosa apariencia. En ese período por lo general el peltre estaba compuesto de 90 por ciento de estaño y 10 por ciento de plomo, aunque a veces se añadía un poco de cobre para impartirle dureza. El peltre de menor calidad tenía hasta 40 por ciento de plomo, lo cual lo hacía mucho más suave y más fácil de abollar.
En tiempos más recientes se ha eliminado el plomo del peltre. El plomo tendía a ocasionar manchas, y podía combinarse con ciertos alimentos para formar sustancias tóxicas que hasta podían producir intoxicación por plomo. Ahora se combinan antimonio y cobre con el estaño en vez de plomo. De modo que si usted compra peltre de origen moderno, es probable que éste sea una aleación de estaño, antimonio y cobre. Sin embargo, tenga cuidado de que si paga por peltre, obtenga peltre, no una imitación hecha de aluminio.
Si el objeto verdaderamente es de peltre, quizás luzca un poco como la plata opaca. Sin embargo, algunas clases de peltre cogen y mantienen un brillante pulido. Después de usarlos, lave sus platos y utensilios de peltre tan pronto como sea posible. Use una solución de agua caliente con jabón (nunca los lave en una lavadora de platos) y enjuáguelos bien. No seque al aire los objetos de peltre, pues esto puede ocasionar manchas de agua que son difíciles de remover. Más bien, séquelos con un paño suave. Eso les ayudará a retener su hermosa y agradable apariencia, uno de los rasgos atractivos del peltre.