Arrojando luz sobre el azote del cáncer
por el corresponsal de “¡Despertad!” en las Filipinas
UNA señora de más edad, residente de Singapur, consulta con su médico respecto a una tos persistente. En Papua Nueva Guinea un padre nervioso lleva su hija a la clínica para que el cirujano le examine el rostro hinchado y severamente deformado. Un agricultor iranio acude al hospital del pueblo para averiguar lo que debe hacer acerca de una llaga en la cabeza que no se le quiere sanar. Todos los afligidos se enteran de que sufren de lo que parecía ser, hasta recientemente, una enfermedad de “Occidente”... cáncer.
En Occidente hace mucho que con solo mencionar cáncer basta para agitar las emociones. Sin embargo, recientemente cada vez más casos de cáncer han estado saliendo a luz en los países en desarrollo del Oriente. Una predicción reciente calculó que durante 1977 dos millones de personas morirían de cáncer en el sureste de Asia y el Pacífico. En las Filipinas el cáncer ha pasado del séptimo lugar al quinto entre las enfermedades fatales. Se nota la misma tendencia ascendente en la mayoría de los otros países orientales. Por lo tanto esta enfermedad ya es un azote que se tiene que tomar en cuenta aun en los países en desarrollo.
Investigación
Los médicos de Oriente, en cooperación con sus colegas occidentales, están dedicando mucho tiempo y esfuerzo a la investigación a fin de identificar las causas del cáncer y cómo curarlo. Un campo de esta investigación se llama “epidemiología.” En este estudio se considera el grado a que distintas clases de cáncer afectan a diferentes grupos de personas. Al examinar los hábitos de los pacientes, su ambiente y cosas parecidas, el investigador trata de determinar por qué cierta clase de cáncer ocurre con tan alta frecuencia entre cierta población en particular. En muchos casos estos estudios han corroborado los hallazgos de los investigadores de Occidente. Pero ha habido casos en que la investigación realizada en Oriente ha arrojado nueva luz sobre el azote del cáncer.
Grupos en gran peligro
La investigación epidemiológica identifica lo que llaman “grupos en gran peligro.” Por este término se refieren a personas que tienen mucha más posibilidad que el promedio de contraer cierta forma de cáncer. Por ejemplo, entre las mujeres de Singapur que hablan cantonés parece que la frecuencia del cáncer pulmonar excede el promedio. El pueblo kadazan de Sabah tiene más casos de cáncer de la faringe que los pueblos que viven alrededor de ellos. Parece que el cáncer mamario constituye un peligro mayor para las caucásicas que para las mujeres de otras razas. Entre las blancas de los Estados Unidos, hay 73,5 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en el Japón solo hay 13,9 casos por cada 100.000. Además, la investigación efectuada por el profesor A. Habibi de la Universidad de Teherán ha fortalecido la sospecha de que esta forma de cáncer ataca a las personas de un nivel social más elevado con mayor frecuencia que a la gente más pobre.
¿Qué importancia tienen estos hallazgos? Se espera que los investigadores ayuden a determinar con precisión la razón por la cual ciertos grupos tienen una alta proporción de cáncer.
En Irán el tipo de cáncer más común es el de la piel. ¿Por qué? Probablemente, dicen los médicos, debido a estar expuestos a la luz del sol y por causa de la higiene personal deficiente de parte de los afligidos. El papel que el Sol desempeña en causar el cáncer de la piel es de conocimiento general, y muchos médicos están bastante convencidos de que un baño diario protege contra las malignidades de la piel y otras partes del cuerpo.
India informa una cantidad excepcionalmente alta de cáncer de la garganta, cabeza, cuello y mejilla. ¿Por qué? Los investigadores atribuyen esto a la práctica común de masticar nueces de areca y usar tabaco.
El papel de las sustancias químicas y la dieta
Los científicos han opinado por largo tiempo que hay una conexión entre ciertas sustancias químicas y el cáncer. Por ejemplo, por esta misma razón en las Filipinas se ha proscrito el uso de DDT como insecticida en la producción de verduras y frutas.
El Dr. Bhaskara Reddy del Colegio de Medicina Guntur en el sur de la India mencionó algunos factores que parecen confirmar esta teoría. Informó que en los pasados siete años había habido un aumento definitivo en toda clase de linfomas (tumores en los nódulos linfáticos) en Guntur y sus cercanías. Es interesante que en esa zona durante ese mismo período se habían construido varias fábricas de insecticidas y abono. Se ha iniciado un estudio cuidadoso para determinar hasta qué grado está relacionado un factor con el otro.
Aflatoxin es otra sustancia química cancerígena (capaz de causar cáncer). Esta sustancia es producida por el moho que aparece en los alimentos. Los investigadores filipinos la han hallado en maníes, maíz y yuca además de en otras cosas. Los informes procedentes de Indonesia han estado corroborando el papel que esta sustancia química desempeña en causar el cáncer del hígado.
Entretanto, los médicos han estado examinando la relación entre el cáncer y la dieta de la persona. Según informes, el cáncer del esófago es bastante común en Sri Lanka donde casi dos veces más mujeres que hombres sufren de él. La investigación ha revelado dos causas principales. Ciertamente el masticar nueces de areca y el fumar contribuyeron su parte. Pero parece que una deficiencia de hierro en la dieta de las mujeres es el factor sobresaliente.
Los investigadores de Hawai tuvieron materia muy interesante en que efectuar su trabajo en este campo. Estudiaron los cinco grupos étnicos principales que viven allí: chinos, japoneses, caucásicos, filipinos y hawaianos. Parece que hay bastante diferencia en la clase de cáncer que ocurre en los individuos de estos grupos. Entre los japoneses hay cinco veces más cáncer estomacal que entre los filipinos, mientras que hay tres veces más cáncer mamario entre las caucásicas que entre las filipinas.
En los estudios se trató de correlacionar estas estadísticas con las dietas de los diferentes grupos. Los hallazgos preliminares indicaron que había un paralelo bastante estrecho entre la ingestión total de grasa y los casos de cáncer prostático en los hombres y mamario en las mujeres.
Por otra parte, un detalle más animador es que los investigadores del Japón han notado el buen efecto de la vitamina A en la prevención del cáncer pulmonar. Se observó que los que comían muchos vegetales verdes y amarillos eran menos susceptibles al cáncer pulmonar. Se informaron hallazgos similares entre los chinos de Singapur.
El cáncer y las otras enfermedades
La investigación oriental ha indicado que a veces otra enfermedad puede iniciar el cáncer. Por ejemplo, en Egipto la malignidad más común entre los hombres ocurre en la vejiga. ¿A qué se debe? Los investigadores la enlazan con la esquistosomiasis, enfermedad muy extensa en ese país. Sigue la investigación para determinar por qué debe existir tal conexión.
Los científicos japoneses ahora creen que la hepatitis B, una enfermedad del hígado causada por un virus, puede causar el cáncer del hígado. Se ha descubierto que una madre infectada con esta hepatitis puede transmitírsela a su recién nacido. Además, muchas veces es transmitida por las transfusiones sanguíneas. Por lo tanto, evidentemente debe añadirse el cáncer a la lista de posibles complicaciones que surgen de la práctica de dar transfusiones de sangre.
En las Filipinas —como en otros países— el cáncer mamario y el cervical son las formas más comunes entre las mujeres. Nadie realmente sabe lo que causa el cáncer mamario, aunque algunos lo enlazan con la actividad de las hormonas. Si una mujer hace que le extirpen la glándula pituitaria, eso puede detenerlo, mientras que la extirpación de los ovarios puede impedir su propagación. Por otra parte, los hombres rara vez sufren de esta forma de malignidad. Pero, si se someten a grandes dosis de hormonas femeninas —como en una operación “transexual”— corren mucho mayor peligro de contraerlo.
Las estadísticas muestran que la maternidad también tiene su efecto. Parece que las mujeres que se casan y dan a luz a su primer hijo mientras todavía son jóvenes reducen el peligro de sufrir este azote, mientras que hay más posibilidad de que las mujeres que no tienen hijos contraigan la enfermedad. Puede que el amamantar a un niño sea una protección... aunque algunos lo disputan. En las comunidades de pesca de Hong Kong, algunas mujeres amamantan a sus bebés solo con el pecho derecho. Al estudiar los casos de cáncer mamario en ese grupo, los investigadores descubrieron que entre las que contrajeron la enfermedad más tarde en la vida, una mayoría significativa tenían cáncer en el pecho izquierdo, el que no habían dado a mamar.
Por otra parte, puede que la causa del cáncer cervical sea irritación de una fuente exterior... tal vez hasta por las células espermáticas. Según las estadísticas, las muchachas que empiezan su vida sexual temprano, cuando tienen de 12 a 16 años de edad, corren mayor riesgo de contraer esta clase de cáncer. Lo mismo es cierto de las prostitutas y las mujeres que llevan una vida de estilo licencioso. Los casos de esta clase de cáncer son mucho más raros entre las mujeres de grupos afiliados en religiones estrictas, como los parsis de la India o los musulmanes. Casi nunca se halla entre las mujeres que permanecen solteras y llevan una vida moralmente limpia.
Cáncer pulmonar
Los descubrimientos que se han hecho en el mundo en desarrollo han corroborado los hallazgos de Occidente acerca del enlace entre el fumar y el cáncer. En una conferencia de la prensa que se celebró recientemente en Manila, el médico australiano Nigel Gray de la Unión Internacional Contra el Cáncer dijo que el fumar puede causar cáncer de la boca, garganta, labios, vejiga y pulmones. También está enlazado con varias enfermedades no cancerosas.
En esa misma conferencia, el Dr. Takeshi Hariyama del Japón declaró que, aunque hay buena razón para sospechar un enlace entre el cáncer y muchas otras cosas, por mucho la prueba más positiva de causa y efecto es el vínculo entre el fumar y el cáncer pulmonar. A medida que el tercer mundo se amolda más a lo occidental, el azote va propagándose de la misma manera que lo hizo en Occidente. Hoy día el cáncer pulmonar es la forma de cáncer que mata a más hombres en las Filipinas, Japón y otros países y se debe principalmente al hábito de fumar.
Beneficios de la investigación
Aunque el cáncer todavía es una aflicción sumamente grave, ya no es la sentencia automática de muerte que era antes. Al leer literatura sobre el tema, a menudo se ven frases como “una proporción muy alta de recobro, especialmente si se descubre temprano.” Sigue la investigación en Oriente y Occidente para tratar de mejorar las curas. En el Japón, están perfeccionando una vacuna contra la hepatitis B cancerígena, mientras que en las Filipinas han apartado dinero para promover la investigación de plantas locales que contienen propiedades que impiden el desarrollo de tumores. Se están probando diferentes combinaciones de quimioterapia (tratamiento con sustancias químicas) e inmunoterapia (utilización del sistema inmunológico del cuerpo), junto con la radiación y la cirugía, en un esfuerzo por mejorar el tratamiento y la curación de este mal.
Entretanto, la luz que se arrojó sobre el papel que el individuo y el ambiente desempeñan es útil. Es animador saber que algunas de las clases de cáncer que se extienden más rápidamente pueden evitarse en gran manera simplemente dejando de fumar y de masticar nueces de areca. Se dice que, si se descubre temprano, el cáncer cervical se puede curar en el 100 por ciento de los casos, y en casi todos los países están disponibles en las clínicas métodos sencillos de hacer el análisis. Hasta el cáncer mamario puede detectarse temprano por un sistema de examen propio fácil de aprender.
Adicionalmente, es valioso saber que la fuerte luz del sol puede provocar tumores de la piel. Además, puesto que el adherirse a una dieta equilibrada, con una cantidad suficiente de hierro y vegetales verdes y amarillos, el evitar los alimentos mohosos y darse un baño diario —así como llevar una vida limpia y moral— puede impedir la propagación del azote, ciertamente la persona no pierde nada si hace estas cosas. Esto es cierto prescindiendo de lo que salga a la luz como resultado de la investigación futura del cáncer.
Por supuesto, hay muchas causas del cáncer que todavía no se conocen, y no hay drogas ni dietas milagrosas, ninguna “cura segura” de él. Sin embargo, podemos, y debemos, tomar todas las precauciones razonables para evitar la enfermedad, y debemos mantenernos alerta para notar cualesquier indicios tempranos de advertencia. Pero lo más lindo del caso es que podemos sentirnos animados por la promesa de Dios de que toda enfermedad solo está con nosotros temporalmente. Bajo el régimen de Dios mediante Cristo Jesús este azote de la humanidad habrá desaparecido para siempre.—Rev. 21:4, 5.