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¡Despertad! 1980
g80 22/2 pág. 3

Siete pecados capitales y su antídoto

EL PRESIDENTE de la junta directiva de la firma International Harvester, Brooks McCormick, dictó una conferencia en la cual alistó su versión de los siete pecados capitales.

Tratos comerciales sin moralidad. “Lo que hallo inquietante hoy día es percibir que casi cualquier cosa justifica la ganancia material.” Cuando se considera el asunto de la responsabilidad social, ésta resulta ser lealtad de dientes afuera o el resultado del mandato gubernamental.

Política sin principios. Hubo un tiempo en que el gobierno era blanco de burlas, pero ahora no es asunto de risa. Ese pulpo burocrático se extiende y procura enredar consigo toda nuestra existencia. Para lograr sus fines se rebaja a emplear cualesquier medios, y la brecha de credibilidad entre el público y los políticos es ciertamente ancha.

Ciencia sin sentir humano. La ciencia ha caído del pedestal de ídolo del público. Súbitamente sus bendiciones se han convertido en maldiciones, a medida que la tecnología arruina el ambiente del cual depende nuestra vida.

Placer sin conciencia. McCormick comenta: “Nuestra sociedad parece estar embriagada con la ‘nueva’ libertad que rompe con las reglas de conducta establecidas. Con el transcurso del tiempo, hemos hecho que quede ensombrecida la realidad de que la mayoría de las leyes antiguas pasaban la prueba del pragmatismo . . . daban buenos resultados. Ayudan a evitar que una persona cause daño a otra mientras anda en busca del placer, y que se haga daño a sí misma.”

Riquezas sin trabajo. Como ejemplos de esto señala al fraude en el arreglo de asistencia social; señala que en algunas familias ese arreglo es un modo de vivir por dos o tres generaciones sucesivas. “Sin embargo, ese deseo codicioso de Recibir Algo a Cambio de Nada se extiende hasta más allá de los niveles del programa de asistencia social . . . Se infiltra hasta en los artesanos y trabajadores industriales, cuyo orgullo por el trabajo que pudieran hacer está siendo sustituido por el arreglo de marcar la hora de llegada al trabajo en la tarjeta del reloj registrador, pasar el tiempo, y marcar la hora de salida.”

Adoración sin sacrificio. “La adoración tiene que incluir sacrificios... en la forma de contribuciones financieras, concurrir a la iglesia o simplemente dar más de uno mismo de lo que uno puede cómodamente optar por conceder a las disciplinas de su creencia religiosa.”

Conocimiento sin entereza. La consideración que McCormick da a este punto se mezcla con la conclusión de su discurso, publicado en Vital Speeches of the Day (Discursos importantes del día) de mayo de 1979:

“Algo que sí necesitamos y de lo cual nunca tendremos suficiente es buen juicio basado en normas morales y apoyado solo por verdadera entereza. Cosas que, en mi opinión, son los antídotos para mis Siete Pecados Capitales. Esto sugeriría, pues, que el superar los Siete Pecados Capitales de la sociedad moderna y llenar la brecha que existe entre los recursos de nuestra sociedad y los resultados sociales que se desean depende, más que de cualquier otra cosa, de la lealtad del individuo a su propio sentido de dignidad, su propio sentido de calidad en todo lo que él o ella hace o piensa. Ese sentido de excelencia debe ser lo suficientemente fuerte como para resistir las oscilaciones de las novedades o modas, y aun la desaprobación de nuestros semejantes.”

Jesucristo es leal a su propio sentido de dignidad; no permite que las flaquezas de los demás influyan en él. “Si somos infieles él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.”—2 Tim. 2:13.

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