El escarabajo pelotero africano al rescate
POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN SUDÁFRICA
HACE dos siglos, cuando se introdujo por primera vez el ganado vacuno en Australia, nadie podía imaginarse los graves inconvenientes que iba a acarrear al país.
Con el tiempo, los pastos quedaron regados de boñigas vacunas que impedían el crecimiento de la hierba o la degradaban, haciéndola incomible para el ganado. Los montones de estiércol acabaron siendo extensos y desagradables criaderos de moscas. Según la revista Africa—Environment & Wildlife, para los años setenta, el problema se había convertido en “una monumental crisis económica y ecológica”. Se calculó que “todos los años se volvían baldías más de 2.000.000 de hectáreas de pastos [...], grandes cantidades de nitrógeno no regresaban al terreno al no enterrarse el excremento, y las poblaciones de moscas alcanzaban proporciones epidémicas”.
¿Qué origen tenía el problema? En África, los escarabajos peloteros limpian los campos con rapidez y eficiencia. Las heces que entierran abonan el suelo y aumentan su porosidad, lo que repercute en un mejor desarrollo de la vegetación. De este modo también se limita el número de moscas dañinas y se destruyen los huevecillos de los parásitos, lo que frena la propagación de enfermedades bacterianas.
Sin embargo, los primeros pobladores australianos no sabían que los escarabajos nativos solo trabajan con las deyecciones pequeñas, duras y redondeadas de los animales del país, y no podían encargarse de las bovinas, que son mayores y más blandas.
¿Cuál era el remedio? La importación de escarabajos peloteros de otras naciones. La variedad africana, por ejemplo (de la que existen unas dos mil especies), elimina vastas cantidades de deposiciones blandas como las de los elefantes. Para estos escarabajos, la bosta vacuna no supone problema alguno. Sin embargo, se requiere una enorme cantidad de tales coleópteros para realizar la labor. La revista Africa—Environment & Wildlife comenta que en cierta reserva nacional “se contaron 7.000 escarabajos en una sola acumulación de estiércol de elefante” y en otro parque natural ‘se recogieron 22.746 de un montón de siete kilos de inmundicias de elefante en un lapso de doce horas’. Imagínese la enorme cantidad de escarabajos que se precisa para paliar la catastrófica situación de Australia.
Felizmente, la situación va mejorando de forma significativa gracias al escarabajo pelotero africano.