De nuestros lectores
Mormones No daba crédito a mis ojos cuando leí el artículo “El mormonismo. ¿Una restauración de todas las cosas?” (8 de noviembre de 1995). Ustedes se dicen cristianos verdaderos porque se niegan a participar en la guerra. Pero yo me siento orgulloso de los mormones que combatieron en la II Guerra Mundial y ayudaron a los judíos, a quienes perseguía Hitler. ¿Qué hacían mientras tanto los testigos de Jehová, además de sentarse y ver morir a seis millones de judíos?
G. D., Alemania
Es cierto que los mormones estadounidenses y británicos lucharon contra el nazismo. Pero los mormones alemanes no hicieron lo mismo. El libro “The Nazi State and the New Religions” (El Estado nazi y las nuevas religiones), de Christine King, historiadora y rectora de la Universidad de Staffordshire (Inglaterra), explica: “Los mormones se enrolaron en las fuerzas armadas, y para 1940 había seiscientos de ellos en el ejército alemán. [...] Los mormones siguieron remarcando los ‘objetivos paralelos’ del mormonismo y el nacionalsocialismo. [...] Algunos dirigentes mormones comenzaron a enseñar principios nacionalsocialistas a sus congregaciones, y oraban por el Führer, a quien consideraban ‘escogido por Dios’. [...] Solo hay constancia de dos casos de mormones que presentaron resistencia a los nazis”. No obstante, como colectividad, los testigos de Jehová se negaron a apoyar al régimen nazi, lo que los convirtió en blanco de persecución despiadada del gobierno de Hitler. Miles fueron recluidos en campos de concentración, y murieron allí. Vea nuestro número del 22 de agosto de 1995.—La Redacción.
Fotografía errónea Me gustó muchísimo la serie de artículos “¿Es la ciencia ficción un vislumbre del futuro?” (8 de diciembre de 1995). Sin embargo, parece que la fotografía de Julio Verne de la página 3 corresponde a William Morris, artista y escritor del siglo XIX.
R. G., Estados Unidos
Varios lectores captaron este error. Por equivocación, se etiquetó mal la foto de William Morris de nuestro archivo. Pedimos disculpas por la confusión.—La Redacción.
Imponente universo Después de leer su serie de artículos “El imponente universo: ¿de dónde surgió?” (22 de enero de 1996), obtuve un entendimiento mucho más claro de las ideas científicas actuales sobre el universo. Su reportaje se destacaba por la presentación hábil de una abundancia de datos, fuentes y referencias. En mi calidad de maestro, voy a hacer buen uso de la información.
M. P., Estados Unidos
A menudo leo reportajes de ese género en revistas especializadas, pero ninguna de ellas atribuye el mérito de tantas maravillas a un Creador. Sus artículos contenían lo necesario para llenar ese vacío.
P. B., Italia
La información, además de ser objetiva, fortalecía la fe. Hizo que sintiéramos más aprecio por nuestro Dios, el Hacedor del maravilloso e imponente universo.
C. S., Grecia
Fue de veras emocionante leer los artículos. Tengo 14 años, y siempre he sentido una gran admiración por el universo. La revista me hizo comprender la insignificancia del hombre en comparación con la complejidad de esta creación.
M. D., Portugal
Leí los artículos con muchísimo interés. Me alegro de que ¡Despertad! trate tales temas. Me ayudó a entender mejor los misterios del universo, en particular la información sobre el testimonio de que existen “burbujas” de 100 millones de años luz de diámetro en cuyo exterior hay galaxias y que por dentro están vacías. Esto plantea un problema para la teoría moderna del Big Bang. Me impresiona ver lo poco que sabemos sobre el universo.
D. K., República Checa