Exceso de ejercicio
“UN FRUTO insólito de la moda de estar en forma —dice The Toronto Star—, es la práctica compulsiva de ejercicio físico.” Según este periódico, el desequilibrio afecta tanto a hombres como a mujeres. Los varones caen en tal exceso para recuperar el vigor juvenil, dicen algunos médicos y terapeutas, mientras que las razones subyacentes de las mujeres suelen ser una visión distorsionada de su aspecto físico y trastornos del apetito.
Muchos comienzan haciendo ejercicio para mejorar su salud y su apariencia, pero acaban extralimitándose sencillamente porque sienten la necesidad de realizar actividad física. Richard Suinn, psicólogo deportivo y consejero de varios equipos olímpicos, afirma que es evidente que el ejercicio es excesivo cuando se “trata de alcanzar con él un objetivo emocional, y no simplemente una buena forma física”. Al encontrarse con este trastorno, los médicos y terapeutas intentan determinar el efecto que tiene el ejercicio en la vida de los pacientes. Si estos luchan por compatibilizar las muchas responsabilidades de su carrera con la atención al hogar y los hijos, el exceso de ejercicio perjudicará su bienestar. Según el doctor Thomas Schwenk, profesor de Medicina General, “es posible que se sigan sintiendo bien de salud, pero tengan problemas en sus relaciones sociales, laborales y familiares”.
El periódico The Toronto Star enumera algunos síntomas de adicción al ejercicio: ‘Selección de deportes que se realizan en solitario, como ciclismo, natación, marcha o levantamiento de pesas; inflexibilidad con el horario de ejercicios; convicción de que es obligatorio realizar actividad física y de que el no hacerlo es intolerable; y deterioro de otros aspectos de la vida privada’.
Aunque los especialistas reconocen los beneficios del ejercicio moderado, también advierten de los perjuicios del ejercicio excesivo. (1 Timoteo 4:8.)