¿Quién llevó primero bifocales?
Hace dos siglos, Benjamin Franklin tomó dos anteojos, uno para ver de lejos y otro para ver de cerca, y cortó sus lentes por la mitad. Luego montó las secciones superiores de las primeras sobre las inferiores de las segundas y... ¡hete aquí: el nacimiento de los bifocales!
Los progresos tecnológicos permiten en la actualidad elaborar lentes bifocales en una sola pieza de vidrio, variando la curvatura en las partes superior e inferior. Incluso hay lentes de contacto bifocales. Ahora bien, ¿sabía usted que mucho antes de que la ciencia óptica diseñara bifocales ya había un extraño pez de agua dulce que llevaba “lo último” en bifocales de una pieza?
Este pez alargado, de unos 30 centímetros, denominado Anableps por la comunidad científica, vive entre el sur de México y el norte de Sudamérica. No tiene nada destacable entre la cola y las agallas, pero a partir de estas, la diferencia salta a la vista.
En una primera aproximación, parece tener cuatro ojos —dos que miran hacia arriba y el otro par, hacia abajo—, razón por la cual se le llama pez de cuatro ojos. Pero no es más que una ilusión óptica. Solo tiene dos grandes globos oculares, cada uno dividido en dos mitades por una membrana. Puesto que nada por la superficie del agua, emplea la mitad superior de los ojos como un periscopio que sobresale del agua, con el que explora el cielo, mientras que con la sección inferior sumergida se dedica a la vigilancia subacuática. De este modo, busca comida en el agua, al tiempo que mantiene bien abiertos los ojos para no caer presa de las hambrientas aves acuáticas.
Para ver bajo el agua, requiere una lente más gruesa que para escrutar el aire. ¿Cómo se soluciona esta dificultad? Con bifocales. Cada ojo lleva incorporada una lente ovalada de una pieza que es más gruesa abajo que arriba. Así, realiza la exploración subacuática con la parte más gruesa de la lente, mientras vigila el cielo con la más plana.
Pero el pez solo ve con claridad en ambos medios si tiene las lentes limpias. ¿Cómo logra mantenerlas así? Cuando se le secan, sumerge la cabeza y reaparece con relucientes bifocales. Sin duda, estas brillantes lentes reflejan la sabiduría de su Creador.
[Reconocimientos de la página 31]
Pintura de Charles Willson Peale/Dictionary of American Portraits/Dover
©Dr. Paul A. Zahl, The National Audubon Society Collection/PR
©William E. Townsend, Jr., The National Audubon Society Collection/PR