Las plantas: valiosa fuente de medicamentos
Los especialistas calculan que una cuarta parte de los productos farmacéuticos de los que la gente depende hoy día comenzaron, total o parcialmente, como sustancias químicas presentes en las plantas. Este es un hecho al que con frecuencia aluden los promotores de diversos remedios a base de hierbas.
La investigación realizada con plantas medicinales se concentra mayormente en aislar los ingredientes activos. Un ejemplo destacado de ello es la aspirina, derivado de la salicina, presente en la corteza del sauce blanco.
Una vez aislados, los ingredientes activos de la planta se pueden administrar en dosis adecuadas y más precisas. Como señala cierta obra: “Es más fácil tomarse una píldora que consumir suficiente corteza de sauce blanco para lograr los resultados de la aspirina o que ingerir suficiente digital para producir todos los efectos beneficiosos de la digitalina”.
Ahora bien, aislar el ingrediente activo tiene sus inconvenientes. Podría significar, por una parte, perder cualquier valor nutritivo o posible efecto medicinal de las demás sustancias de la planta. Por otra parte, algunos organismos que causan enfermedades se han hecho resistentes a los fármacos que los atacan.
La quinina, una sustancia procedente de la corteza del quino, sirve para ilustrar los efectos contraproducentes de aislar el compuesto activo de una planta medicinal. Aunque la quinina mata un alto porcentaje de los parásitos causantes del paludismo, los que quedan vivos se multiplican en grandes cantidades. Una obra de consulta señala: “Tal resistencia es objeto de gran preocupación en el campo de la medicina”.
[Ilustraciones de la página 15]
La aspirina se obtiene del sauce blanco
[Reconocimiento]
USDA-NRCS PLANTS Database/Herman, D.E. et al. 1996. North Dakota tree handbook
[Ilustraciones de la página 15]
Quino, árbol del que se extrae la quinina
[Reconocimiento]
Por gentileza de Satoru Yoshimoto