Septiembre
Domingo 1 de septiembre
Sigan criando a sus hijos en la disciplina y regulación mental de Jehová (Efes. 6:4).
Criar a los hijos en “la disciplina y regulación mental de Jehová” es una de las labores más importantes de un padre que sirve a Dios (Sal. 127:3). Los niños israelitas nacían siendo parte de un pueblo dedicado a Dios. Pero los niños que nacen en hogares cristianos no. Además, el amor a Jehová y a la verdad no se hereda. Desde el día en que nace su hijo, los padres deben ponerse la meta de ayudarlo a ser discípulo de Cristo, dedicarse a Dios y bautizarse. Eso es lo más importante. ¿Por qué? Porque es su dedicación, bautismo y servicio fiel a Dios lo que hará posible que se salve durante la cercana gran tribulación (Mat. 24:13). Deseamos que todos los padres sientan la alegría y la satisfacción de ver a sus hijos llegar a ser siervos de Jehová dedicados y bautizados. w18.03 12 párrs. 16, 17
Lunes 2 de septiembre
Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza (1 Tim. 4:16).
Los ancianos y los padres deben imitar a Jesús al dar disciplina basada en la Biblia. De este modo, muestran que desean que Jehová y Jesús los guíen. Cuando aceptamos la disciplina de Jehová y damos disciplina de la forma en que él y Jesús lo hacen, recibimos muchas bendiciones. Disfrutamos de paz en la familia y en la congregación. Todos nos sentimos amados, valorados y seguros, lo que es un adelanto de las bendiciones que tendremos en el futuro (Sal. 72:7). La disciplina de Jehová nos prepara para vivir para siempre en paz y unidad como una familia bajo su cuidado (Is. 11:9). Si tenemos esto en cuenta, podremos ver la disciplina de Jehová como lo que realmente es: una hermosa prueba de su amor. w18.03 26 párr. 15; 27 párrs. 17, 19
Martes 3 de septiembre
Eran bautizados por él en el río Jordán, y confesaban abiertamente sus pecados (Mat. 3:6).
Las personas que iban a que Juan las bautizara lo hacían para demostrar que se arrepentían de desobedecer la Ley de Moisés (Mat. 3:1-6). Sin embargo, hay que destacar que el propósito del bautismo más importante que realizó Juan fue diferente. Él tuvo el magnífico honor de bautizar a Jesús, el hijo de Dios en la Tierra (Mat. 3:13-17). Como era perfecto, no necesitaba arrepentirse de ningún pecado (1 Ped. 2:22). En realidad, se bautizó para demostrar que estaba preparado para emplear su vida en hacer la voluntad de Dios (Heb. 10:7). Durante el ministerio de Jesús, sus discípulos también bautizaron a otras personas (Juan 3:22; 4:1, 2). ¿Para qué servían esos bautismos? Para lo mismo que el de las personas a las que bautizó Juan: demostrar que se habían arrepentido de desobedecer la Ley. Pero, después de la muerte y la resurrección de Jesús, el bautismo de los que querían ser sus discípulos tenía un significado muy diferente. w18.03 5 párrs. 6, 7
Miércoles 4 de septiembre
El hombre espiritual examina de hecho todas las cosas (1 Cor. 2:15).
El hombre espiritual se interesa mucho en su amistad con Dios y trata de imitarlo (Efes. 5:1). Esto quiere decir que procura pensar como Jehová y ver las cosas como él las ve. Dios es muy real para él. Respeta sus normas en todo aspecto de la vida (Sal. 119:33; 143:10). Trata de producir “el fruto del espíritu” en lugar de practicar “las obras de la carne” (Gál. 5:22, 23). El siguiente ejemplo nos ayudará a entender mejor qué significa ser espiritual. Cuando alguien está muy interesado en la música, se dice que tiene inclinación musical. Del mismo modo, de la persona que valora mucho las cosas de Dios se dice que tiene inclinación espiritual o que es espiritual. w18.02 19 párrs. 3, 6
Jueves 5 de septiembre
Oh Daniel, hombre muy deseable (Dan. 10:11).
Daniel vivía cautivo en Babilonia, una ciudad llena de idolatría y ocultismo. Los babilonios despreciaban a los judíos y se burlaban de ellos y de su Dios, Jehová (Sal. 137:1, 3). Sin duda, aquello debía dolerles mucho a los judíos fieles, como Daniel. La comida llegó a ser un problema porque Daniel no quiso “contaminarse con los manjares exquisitos del rey” (Dan. 1:5-8, 14-17). Daniel enfrentó un problema más sutil. Como tenía capacidades excepcionales, recibió privilegios especiales (Dan. 1:19, 20). Por eso podía haberse vuelto orgulloso y dogmático. Pero no fue así. Siguió siendo humilde y modesto, y siempre le dio a Jehová todo el mérito por sus logros (Dan. 2:30). De hecho, todavía era joven cuando Jehová lo consideró digno de ponerlo como ejemplo de justicia junto con Noé y Job (Ezeq. 14:14). No hay duda de que Jehová confiaba mucho en él. Y con razón, porque Daniel mostró fe y obediencia durante toda su vida. w18.02 5 párrs. 11, 12
Viernes 6 de septiembre
Leví le hizo un gran banquete de recepción a Jesús en su casa (Luc. 5:29).
Jesús veía los placeres con perfecto equilibrio. Él asistió a “un banquete de bodas” y también a “un gran banquete de recepción” (Juan 2:1-10). Cuando se acabó el vino en el banquete de bodas, hizo un milagro y transformó agua en vino. Aun así, Jesús no se dedicó a disfrutar de los placeres. Puso a Jehová en primer lugar e hizo todo lo que pudo por ayudar a los demás. Y estuvo dispuesto a sufrir una muerte dolorosa en un madero para que muchos pudieran salvarse. A todos sus seguidores les dijo: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos” (Mat. 5:11, 12). Si de verdad amamos a Dios, evitaremos lo que sabemos que le desagrada, pero también lo que sospechamos que le desagrada (Mat. 22:37, 38). w18.01 26 párrs. 16-18
Sábado 7 de septiembre
Si uno viene mimando a su siervo desde la juventud, este hasta llegará a ser un ingrato en el período posterior de su vida (Prov. 29:21).
¿Por qué le damos a Jehová de lo que tenemos? Porque lo amamos y agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros. El corazón se nos conmueve cuando pensamos en ello. El rey David dijo que todo lo que tenemos viene de Jehová y que, por tanto, todo lo que le damos viene de lo que él nos ha dado (1 Crón. 29:11-14). Es bueno para nosotros que demos con generosidad y no solo que recibamos. Por ejemplo, imaginemos que un niño les hace un regalo a sus padres con el mismo dinero que ellos le han dado con regularidad. ¿Verdad que ellos lo agradecerán mucho? O pensemos en un precursor joven que vive con sus padres y les da dinero para ayudarlos con los gastos familiares. Ellos tal vez no esperen que haga esto, pero quizás lo acepten porque saben que así su hijo demuestra que agradece todo lo que hacen por él. De forma parecida, Jehová sabe que es bueno que le demos de nuestras cosas valiosas. w18.01 18 párrs. 4, 6
Domingo 8 de septiembre
Escoge la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole (Deut. 30:19).
No es suficiente con que los padres les digan a sus hijos lo que está bien y lo que está mal. Conviene que los ayuden a razonar con preguntas como estas: “¿Por qué prohíbe la Biblia cosas que pueden parecer atractivas? ¿Qué te convence de que las normas de la Biblia siempre te benefician?” (Is. 48:17, 18). Cuando un hijo dice que quiere bautizarse, sus padres deben ayudarlo a pensar en las responsabilidades que conlleva dar este paso tan importante. ¿Cómo las ve? ¿Cuáles son los beneficios? ¿Y las dificultades? ¿Por qué superan los beneficios a las dificultades? (Mar. 10:29, 30). Es esencial que el hijo piense en estas cuestiones antes de bautizarse. Si los padres lo ayudan a meditar en estas cosas, es más probable que se convenza de que siempre es mejor obedecer las normas de la Biblia (Deut. 30:19, 20). w17.12 21 párrs. 14, 15
Lunes 9 de septiembre
Él las llama aun por nombre (Is. 40:26).
Muchos de ustedes, queridos hermanos, tienen enfermedades graves. Otros están cuidando a familiares de edad avanzada, aunque ustedes mismos están entrados en años. Algunos están luchando para lograr dar a sus familias, no lujos, sino las cosas básicas. Y sabemos que muchos no afrontan solo uno de estos problemas, sino varios de ellos a la vez. Si Dios se preocupa tanto por su creación inanimada, ¿qué sentirá por ustedes, que le sirven por amor, no porque él los haya programado para hacerlo? (Sal. 19:1, 3, 14). Nuestro querido Padre los conoce a la perfección. Jesús dijo: “Los mismísimos cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados” (Mat. 10:30). Y uno de los escritores de los salmos asegura: “Jehová está al tanto de los días de los exentos de falta” (Sal. 37:18). En otras palabras, conoce las pruebas por las que ustedes están pasando y puede darles las fuerzas para aguantarlas todas. w18.01 7 párr. 1; 8 párr. 4
Martes 10 de septiembre
Tabita, ¡levántate! (Hech. 9:40).
Como consecuencia de que Pedro resucitara a Tabita, “muchos se hicieron creyentes en el Señor”. Estos nuevos discípulos podían dar testimonio del Señor Jesús y del poder de Jehová para resucitar a los muertos (Hech. 9:36-42). Hablemos de otra resurrección que también presenciaron varias personas. Cierto día, el apóstol Pablo estuvo discursando hasta la medianoche en una casa de Troas, en lo que hoy es el noroeste de Turquía. Eutico, un joven que lo escuchaba sentado en una ventana, se quedó dormido y cayó desde el tercer piso. El primero en llegar hasta él quizá fue Lucas, que era médico. Él señaló que el joven no estaba inconsciente, sino muerto. Pablo bajó las escaleras, abrazó el cuerpo y les dijo a todos que Eutico estaba vivo. Aquel milagro debió impresionar mucho a todos los que lo presenciaron. Debieron sentirse muy reconfortados al darse cuenta de que habían sido testigos de una resurrección (Hech. 20:7-12). w17.12 5 párrs. 10, 11
Miércoles 11 de septiembre
Vengan, contemplen las actividades de Jehová (Sal. 46:8).
¿Está el hombre logrando por fin resolver los problemas que ha sufrido durante tanto tiempo? Es obvio que no ha aprendido a acabar con la guerra. Algunos tipos de delincuencia están aumentando de manera alarmante, como los delitos informáticos, la violencia doméstica y el terrorismo. Y aún se propagan desenfrenadamente las enfermedades mortales. Estos hechos no nos sorprenden. Los sistemas político y económico están en manos de personas egoístas incapaces de acabar con la guerra, la delincuencia, las enfermedades y la pobreza. Solo el Reino de Dios puede hacerlo. Veamos lo que hará Jehová por la humanidad. Las guerras. El Reino de Dios acabará con las causas más profundas que las provocan: el egoísmo, la corrupción, el patriotismo, la religión falsa y con Satanás mismo (Sal. 46:9). La delincuencia. El Reino de Dios está haciendo algo que ningún otro gobierno puede hacer: enseñar a millones de personas a mostrarse amor y confianza (Is. 11:9). Las enfermedades. Jehová dará a sus siervos salud perfecta (Is. 35:5, 6). La pobreza. Jehová la eliminará y dará a su pueblo bienestar físico y espiritual (Sal. 72:12, 13). w17.11 24 párrs. 14-16
Jueves 12 de septiembre
Para que no tenga que haber sobre ti ninguna culpa de sangre (Deut. 19:10).
Uno de los objetivos principales de las ciudades de refugio era proteger a los israelitas de ser culpables de derramar sangre inocente. Jehová ama la vida y odia las “manos que derraman sangre inocente” a propósito (Prov. 6:16, 17). Como es un Dios justo y santo, para él era muy serio que alguien le quitara la vida a otra persona, aunque fuera por accidente. Los escribas y los fariseos no imitaban a Jehová. Era evidente que no valoraban la vida de los demás. Jesús les dijo: “Quitaron la llave del conocimiento; ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando los estorbaron” (Luc. 11:52). Ellos tenían que ayudar a las personas a entender la Palabra de Dios y a obtener la vida eterna. En vez de eso, trataban de impedir que siguieran a Jesús, el “Agente Principal de la vida” (Hech. 3:15). De esta forma las ponían en peligro de ser destruidas para siempre. Aquellos líderes egoístas y orgullosos no tenían ningún interés en la vida y el bienestar de su prójimo. ¡Qué crueles y despiadados! w17.11 15 párrs. 9, 10
Viernes 13 de septiembre
El que se avergüence de mí, el Hijo del hombre también se avergonzará de él (Mar. 8:38).
Cuando empezamos a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, tal vez no les dijimos nada a nuestros familiares. Pero, cuando nuestra fe se hizo más fuerte, vimos que debíamos ser valientes y hablarles de nuestras creencias. Si ser leales a Jehová nos ha traído problemas con nuestros parientes no Testigos, tratemos de entender lo que piensan. De seguro nos sentimos muy felices de aprender la verdad de la Biblia. Pero algunos parientes tal vez crean que se nos ha engañado o que somos parte de una secta. Quizás piensen que ya no los queremos porque hemos dejado de celebrar ciertas fiestas. Hasta puede que teman que Dios nos castigue al morir. Debemos tratar de entender qué piensan y escucharlos con atención para saber qué es lo que les preocupa (Prov. 20:5). Podemos seguir el ejemplo del apóstol Pablo, quien se esforzaba por comprender “a gente de toda clase” porque esto lo ayudaba a predicarles el mensaje de Dios. Hacer lo mismo nos puede ayudar a hablarles a nuestros parientes de lo que creemos (1 Cor. 9:19-23). w17.10 15 párrs. 11, 12
Sábado 14 de septiembre
Prodúzcanle melodía a Jehová (Sal. 33:2).
Quizás sintamos temor al cantar porque no estamos seguros de cómo hacerlo. Veamos algunas sugerencias sencillas que nos ayudarán a mejorar. Algo que nos ayudará a cantar con suficiente volumen y potencia es aprender a respirar bien. Tal como la electricidad le da potencia a una bombilla, la respiración le da potencia a nuestra voz para hablar o cantar. Debemos cantar, como mínimo, al mismo volumen que hablamos. De hecho, la Biblia les dice a los siervos de Dios que griten con gozo cuando le cantan canciones (Sal. 33:1-3). Hagamos lo siguiente: elijamos una de nuestras canciones favoritas del cancionero y leamos la letra en voz alta con fuerza y confianza; luego, tomemos aire y digamos de corrido con el mismo volumen toda una frase de la canción; después, cantemos esa frase con la misma energía (Is. 24:14). La voz nos saldrá con más potencia, y eso es bueno. Que no nos dé temor ni vergüenza. w17.11 5, 6 párrs. 11-13
Domingo 15 de septiembre
Todo aquel cuyo espíritu el Dios verdadero había despertado, para subir y reedificar la casa de Jehová, la cual había estado en Jerusalén (Esd. 1:5).
Durante aquel largo viaje, los judíos sin duda pasaron muchas horas pensando en cómo sería Jerusalén, su nuevo hogar. Habían oído que la ciudad había sido muy hermosa. Y los mayores habían visto lo impresionante que había sido el templo (Esd. 3:12). Si hubiéramos viajado con ellos, ¿cómo nos habríamos sentido al ver por primera vez Jerusalén? ¿Nos habría entristecido ver las construcciones en ruinas y cubiertas de maleza? ¿Habríamos comparado las inmensas murallas dobles de Babilonia con las murallas de Jerusalén, que estaban destruidas y tenían enormes huecos en vez de puertas y torres? Pero los judíos no se desanimaron, pues habían visto la protección y la ayuda de Jehová durante su largo viaje. Lo primero que hicieron al llegar fue construir un altar en el lugar donde había estado el templo. Allí comenzaron a ofrecerle sacrificios a Jehová todos los días (Esd. 3:1, 2). w17.10 26, 27 párrs. 2, 3
Lunes 16 de septiembre
No tengas miedo ni te aterrorices, porque Jehová Dios, mi Dios, está contigo (1 Crón. 28:20).
Seguro que Salomón aprendió mucho del ejemplo de valentía de su padre, David. Se enfrentó con gran valor al gigante Goliat. Con la ayuda de Dios, David derrotó a este experimentado guerrero con una piedra lisa (1 Sam. 17:45, 49, 50). Sin duda, David era la persona adecuada para animar a Salomón a ser valiente y construir el templo. Jehová lo apoyaría hasta que se terminara la construcción del templo. Salomón de seguro meditó en lo que su padre le dijo y no dejó que la juventud y la falta de experiencia fueran un problema. Fue muy valiente y actuó, y con la ayuda de Jehová terminó el majestuoso templo en siete años y medio. Tal como ayudó a Salomón, Jehová puede ayudarnos a ser valientes y a cumplir con nuestras responsabilidades en la familia y en la congregación (Is. 41:10, 13). Si servimos a Jehová con valor, podemos confiar en que nos bendecirá ahora y en el futuro. w17.09 28 párr. 3; 29 párr. 4; 32 párrs. 20, 21
Martes 17 de septiembre
La palabra de Dios es viva, y ejerce poder (Heb. 4:12).
Los siervos de Jehová estamos convencidos de que “la palabra de Dios es viva, y ejerce poder”. Hemos visto que el mensaje de Dios, que está en la Biblia, tiene poder para cambiar nuestra vida y la de otras personas. Antes de ser Testigos, algunos robaban, consumían drogas o cometían pecados sexuales. Otros eran famosos o tenían dinero, pero se sentían vacíos (Ecl. 2:3-11). Gracias al poder de la Biblia, muchos que estaban perdidos tienen ahora esperanza y un rumbo en la vida. Seguro que hemos disfrutado leyendo las historias de algunos de ellos en la sección de La Atalaya “La Biblia les cambió la vida”. Y también hemos visto que, aunque ya seamos Testigos, todos necesitamos la ayuda de la Biblia para seguir fortaleciendo nuestra amistad con Jehová. w17.09 23 párr. 1
Miércoles 18 de septiembre
Por la compasión de Jehová para con él, procedieron a sacarlo y a situarlo fuera de la ciudad (Gén. 19:16).
Este incidente en la vida de Lot nos enseña que Jehová conoce muy bien las dificultades que enfrentamos sus siervos fieles (Is. 63:7-9; Sant. 5:11, nota; 2 Ped. 2:9). También nos enseña que debemos ser compasivos. Pensemos en una de las leyes que le dio a la nación de Israel. Si un israelita le prestaba dinero a otro, podía quedarse con una de sus prendas de vestir como garantía de la devolución (Éx. 22:26, 27). Podía ocurrir que el que hacía el préstamo sintiera la tentación de quedarse con la ropa y dejar al otro sin algo con lo que cubrirse por la noche. Por eso, Jehová les ordenó a los israelitas que tuvieran compasión y devolvieran la prenda de vestir “al ponerse el sol”. ¿Qué aprendemos del principio en el que se basó esta ley? Que, si un hermano necesita ayuda y podemos dársela, debemos hacerlo (Col. 3:12; Sant. 2:15, 16; 1 Juan 3:17). w17.09 9 párrs. 4, 5
Jueves 19 de septiembre
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Luc. 23:34).
Jesús le pidió a Jehová que perdonara a los que le daban muerte. Fue apacible y paciente a pesar de los peores sufrimientos. ¡Qué magnífico ejemplo nos dio! (1 Ped. 2:21-23). ¿Cómo podemos demostrar apacibilidad y paciencia? Una manera es perdonando a los demás. Pablo escribió a los cristianos: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes” (Col. 3:13). Es evidente que tenemos que ser apacibles y pacientes para obedecer este mandato. Al hacerlo, contribuimos a que la congregación esté unida. Jehová nos manda vestirnos de apacibilidad y paciencia. Estas cualidades son imprescindibles si queremos vivir en el nuevo mundo (Mat. 5:5; Sant. 1:21). Lo más importante es que, si las cultivamos, honraremos a Jehová y ayudaremos al prójimo a obedecer lo que enseña la Biblia (Gál. 6:1; 2 Tim. 2:24, 25). w17.08 25, 26 párrs. 15-17
Viernes 20 de septiembre
Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa (2 Ped. 2:9).
En la Biblia encontramos muchos casos en los que Jehová hizo cosas inesperadas. Por ejemplo, durante el reinado de Ezequías, el rey asirio Senaquerib invadió Judá y conquistó todas sus ciudades, excepto Jerusalén (2 Rey. 18:1-3, 13). Más tarde, Senaquerib también amenazó con atacar esta ciudad. ¿Qué hizo Ezequías? Le oró a Jehová y le pidió consejo al profeta Isaías (2 Rey. 19:5, 15-20). También trató de mostrar que era razonable y le pagó a Senaquerib lo que este le exigió (2 Rey. 18:14, 15). Con el tiempo, Ezequías preparó la ciudad para que resistiera un largo asedio (2 Crón. 32:2-4). ¿Cómo terminó todo? Jehová envió a un ángel que mató a 185.000 soldados de Senaquerib en una sola noche. Ni siquiera Ezequías esperaba que sucediera algo así (2 Rey. 19:35). w17.08 10 párr. 7; 11 párr. 12
Sábado 21 de septiembre
Hagan discípulos, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado (Mat. 28:19, 20).
¿Cómo puedes prepararte para servir a tiempo completo? Sobre todo, cultiva cualidades espirituales. Estas te ayudarán a servirle a Jehová de la mejor manera. Por eso, estudia la Palabra de Dios con regularidad, medita con atención en lo que dice y esfuérzate por expresar tu fe comentando en las reuniones. Mientras estés en la escuela, puedes adquirir experiencia y mejorar tus habilidades en la predicación. Aprende a mostrar interés en las personas preguntándoles su opinión con respeto y escuchando sus respuestas. También puedes ofrecerte a hacer tareas como limpiar y mantener el Salón del Reino. A Jehová le gusta usar a quienes son humildes y están dispuestos a ayudar (Sal. 110:3; Hech. 6:1-3). El apóstol Pablo invitó a Timoteo a ser misionero porque los hermanos “daban buenos informes acerca de él” (Hech. 16:1-5). w17.07 23 párr. 7; 26 párr. 14
Domingo 22 de septiembre
Ante mí toda rodilla se doblará, a mí toda lengua jurará (Is. 45:23).
Mientras la cuestión del derecho de Jehová a gobernar no esté clara tanto para los seres humanos como para los ángeles, surgirán desacuerdos entre naciones, razas, tribus, familias y personas. Pero después de que se vindique la soberanía de Jehová, todos viviremos para siempre bajo su justa gobernación y la creación volverá a estar en paz (Efes. 1:9, 10). Se demostrará que la gobernación de Dios es justa y que el gobierno de Satanás y de los hombres es un fracaso, por lo que será eliminado. Triunfará el gobierno de Dios mediante el Reino mesiánico. Los seres humanos fieles habrán demostrado que el hombre puede apoyar lealmente la gobernación de Jehová (Is. 45:24). ¿Nos gustaría que se nos contara entre estos siervos fieles de Dios? Por supuesto. Para lograrlo, tenemos que recordar y comprender lo importante que es esta cuestión. w17.06 23 párrs. 4, 5
Lunes 23 de septiembre
Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia (Prov. 17:17).
Como cada persona es distinta, el período de duelo no dura lo mismo en todos los casos. Por eso, debemos ofrecernos para ayudar no solo durante los primeros días, cuando muchos parientes y amigos están cerca. También debemos ofrecernos durante los siguientes meses, cuando otros han vuelto a su vida normal. Debemos tratar de dar consuelo tanto tiempo como la persona lo necesite (1 Tes. 3:7). Recordemos que la tristeza puede regresar en cualquier momento. Puede ser por un aniversario, una canción, una fotografía, una actividad o incluso un olor, un sonido o una época del año. Para quien ha enviudado puede ser muy duro hacer algunas cosas por primera vez sin su pareja, como ir a una asamblea o a la Conmemoración. Tengamos presente que la persona no solo necesitará ánimo en fechas especiales. w17.07 16 párrs. 17-19
Martes 24 de septiembre
No vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás (Filip. 2:4).
Cuando mostramos cariño y verdadero interés en los demás, nos libramos de algunos sentimientos negativos. Muchas hermanas, casadas o no, saben que colaborar con Dios proclamando las buenas nuevas da mucha satisfacción. Su meta es honrar a Jehová haciendo su voluntad. Para algunas de ellas, la predicación es incluso una forma de terapia. No cabe duda de que todos contribuimos a la unidad de la congregación cuando nos preocupamos por los hermanos y por las personas del territorio. Esto fue lo que hizo el apóstol Pablo. Cuidó a los hermanos de Tesalónica como lo hace “una madre” y los consoló como su padre espiritual (1 Tes. 2:7, 11, 12). Los jóvenes que han aprendido a amar y obedecer a Dios son un consuelo cuando respetan a los padres, los ayudan económicamente o de otras formas y contribuyen al bienestar espiritual de la familia. w17.06 7 párrs. 13, 14; 8 párr. 17
Miércoles 25 de septiembre
Háganse amigos por medio de las riquezas injustas (Luc. 16:9).
Está claro que miles de millones de personas son pobres en extremo, mientras que otras tienen dinero para mantener a varias generaciones de sus descendientes. Jesús sabía que el sistema económico de este mundo desaparecerá cuando venga el Reino de Dios. En Revelación 18:3, la Biblia habla de “los comerciantes”, que representan al sistema comercial egoísta. Tanto este sistema como la política y la religión falsa forman parte del mundo de Satanás. Los siervos de Dios se mantienen totalmente separados de la política y la religión falsa. Pero la mayoría no pueden separarse por completo de la parte comercial del mundo de Satanás. Los cristianos debemos pensar en cómo vemos el sistema comercial. Preguntémonos: “¿Cómo puedo usar mis pertenencias para demostrar que soy fiel a Dios? ¿Qué puedo hacer para estar lo más separado posible del mundo comercial? ¿Qué ejemplos demuestran que los siervos de Dios confiamos por completo en él?”. w17.07 7 párrs. 1-3
Jueves 26 de septiembre
Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida (Luc. 21:34).
Jesús conocía bien la presión que ejercen las preocupaciones que hay en este sistema. En la parábola del sembrador, dijo que algunos aceptarían “la palabra del reino” y progresarían, pero que al final “la inquietud de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas” ahogarían dicha palabra (Mat. 13:19-22; Mar. 4:19). Si no tenemos cuidado, las inquietudes cotidianas pueden engañar a nuestro corazón para que tomemos las cosas espirituales con más calma. Nosotros demostramos la profundidad de nuestro cariño a Cristo poniendo en primer lugar la misión que nos ha encomendado. ¿Cómo podemos estar seguros de no dejar de hacerlo? Es necesario que nos preguntemos de vez en cuando: “¿A qué cosas les tengo verdadero cariño? ¿Qué actividades me hacen más feliz? ¿Las espirituales o las del mundo?”. w17.05 22, 23 párrs. 3, 4
Viernes 27 de septiembre
Por la lengua profieran habla fácil de entender (1 Cor. 14:9).
Cuando “los residentes forasteros” viven lejos de otros Testigos que hablan su idioma, necesitan relacionarse con una congregación donde se habla el idioma local (Sal. 146:9). Pero, si hay cerca una congregación donde se habla su idioma materno, la pregunta es cuál de las dos es mejor para la familia. El padre, como cabeza, debe tomar una decisión después de meditar, orar y consultar con su esposa e hijos (1 Cor. 11:3). Los padres deben evaluar con realismo las necesidades de sus hijos. Por supuesto, estos necesitan más que las pocas horas de educación espiritual que reciben en las reuniones cada semana para entender bien la verdad, sin importar qué idioma hablen. Pero los padres deben tener en cuenta lo siguiente: cuando los niños asisten a las reuniones en el idioma que entienden mejor, pueden asimilar algo de la enseñanza simplemente estando presentes y hasta aprender más de lo que sus padres creen. No ocurre lo mismo si no entienden bien lo que se dice (1 Cor. 14:11). w17.05 10 párrs. 10, 11
Sábado 28 de septiembre
Por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo, bendigan a Jehová (Juec. 5:2).
Todos debemos preguntarnos: “¿Tengo la fe y el valor para usar todos mis recursos a fin de obedecer las claras órdenes de Jehová? Si estoy pensando en la oportunidad de irme a otra ciudad o país para ganar más dinero, ¿he orado y meditado en el efecto que tendría en mi familia y en la congregación?”. Jehová nos da el honor de permitirnos apoyar su soberanía. Desde la primera vez que el Diablo atrajo con engaños a los humanos para que respaldaran su ataque a la soberanía de Dios, los que se ponen de parte del Creador le mandan a Satanás un mensaje alto y claro. A Jehová le agradan la fe y la integridad que nos motivan a ofrecernos en su servicio (Prov. 23:15, 16). El apoyo leal que le damos le sirve para responder a las burlas y desafíos de Satanás (Prov. 27:11). Nuestra obediencia y lealtad a Jehová le dan algo que considera valioso y que lo hace sentirse muy feliz. w17.04 32 párrs. 15, 16
Domingo 29 de septiembre
Siempre que hagas un voto a Dios, no titubees en pagarlo, porque no hay deleite en los estúpidos. Lo que prometes en voto, págalo (Ecl. 5:4).
La Ley mosaica decía: “En caso de que un hombre haga un voto a Jehová o jure un juramento para atar sobre su alma un voto [...], no debe violar su palabra. Conforme a todo lo que haya salido de su boca debe hacer” (Núm. 30:2). Años después, Dios inspiró a Salomón para que escribiera las palabras del texto de hoy. Y Jesús confirmó la seriedad de hacer votos al declarar: “Se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes jurar y no cumplir, sino que tienes que pagar tus votos a Jehová’” (Mat. 5:33). Está claro, entonces, que es un asunto muy serio hacerle promesas a Dios. Nuestra actitud hacia ellas tiene un efecto en nuestra relación con él. David escribió: “¿Quién puede ascender a la montaña de Jehová, y quién puede levantarse en su lugar santo? El inocente de manos y limpio de corazón, que no haya [...] prestado juramento engañosamente” (Sal. 24:3, 4). w17.04 3, 4 párrs. 3, 4
Lunes 30 de septiembre
No ha calumniado con su lengua (Sal. 15:3).
Cuando un cristiano cree que lo han tratado injustamente, debe tener cuidado de no caer en el chisme. Desde luego, es perfectamente correcto pedirles ayuda a los ancianos e informarlos si un miembro de la congregación ha cometido un pecado serio (Lev. 5:1). Sin embargo, si no se ha cometido un pecado grave, muchas veces será posible resolver una diferencia sin involucrar a nadie más, ni siquiera a los ancianos (Mat. 5:23, 24 y 18:15). Seamos leales y resolvamos estos asuntos de acuerdo con los principios de la Biblia. En ocasiones, puede que hasta nos demos cuenta de que, después de todo, no hemos sido víctimas de ninguna injusticia. En ese caso, nos alegrará mucho no haber empeorado la situación lanzando acusaciones graves contra un hermano. Recordemos que, tengamos razón o no, decir cosas hirientes nunca mejorará la situación. La lealtad a Jehová y a nuestros hermanos evitará que cometamos ese error. w17.04 21 párr. 14