PRIMO
Respecto de una persona, el hijo de un tío suyo. La única vez que aparece la palabra griega a·ne·psi·ós (primo) es en Colosenses 4:10, donde Pablo llama a Marcos “el primo de Bernabé”. Aunque el significado básico de este término griego es “primo hermano”, puede aplicarse en sentido amplio a un primo en cualquier grado de parentesco. Aunque en la Septuaginta aparece también en plural en Números 36:11, en el texto masorético la expresión hebrea utilizada es literalmente “hijos de los hermanos de su padre”.
Algunas traducciones (AF, BR, Esc, FF, PNT, TNV, UN, Vi) leen en Lucas 1:36 que Elisabet (Isabel) era prima (syg·gue·nís) de María. No obstante, se entiende que esta palabra griega es una forma peculiar del término syg·gue·nḗs, que muchas versiones traducen por “pariente”. (Lu 2:44; 21:16; Hch 10:24; BJ, NBE, NM y otras.) Las cinco veces que aparece syg·gue·nḗs en la Septuaginta tiene el significado de “pariente” en general, en vez del significado moderno más restringido de “primo”. (Le 18:14; 20:20; 25:45; 2Sa 3:39; Eze 22:6; LXX.)
Si bien en las Escrituras Hebreas no existe ninguna palabra para primo, este parentesco se halla indicado por expresiones como “los hijos de Uziel, tío de Aarón”, o “el hijo de su tío”. (Le 10:4; 25:49.) También hay registro de matrimonios entre primos, como el de Jacob y Raquel, y el de las hijas de Zelofehad. (Gé 28:2; 29:10-12; Nú 36:11.) Estos matrimonios entre primos no se hallaban entre las prohibiciones de la ley mosaica sobre el incesto. (Le 18:8-16.) En la actualidad, las leyes civiles difieren a este respecto, pues algunos países permiten el matrimonio entre primos, mientras que otros lo prohíben.