HORNO DE FUNDICIÓN
Estructura diseñada para fundir minerales y derretir metales, previamente fundidos, a fin de vaciarlos en moldes o calentarlos para la forja. En tiempos bíblicos este tipo de horno se construía de ladrillo o piedra. En Tell Qasile, en las afueras de Tel Aviv, y en Tell Jemmeh, al sur de Gaza, se han hallado hornos circulares para fundir cobre que se cree datan del período de los jueces. Estos hornos estaban equipados con grandes conductos hechos de adobe y diseñados para conducir el aire a la cámara de fuego. Los crisoles de barro, con cobre dentro, se colocaban encima de las losas de piedra, que a su vez estaban puestas sobre las cenizas del fuego que se producía en el interior del horno.
Nabucodonosor arrojó a un horno de fuego a los tres fieles compañeros hebreos de Daniel debido a que rehusaron inclinarse ante la imagen de oro que había erigido. (Dan., cap. 3.) El registro no dice si este era un horno común.
De manera figurativa, Egipto, que sometió a Israel a un severo yugo de esclavitud, se compara a un horno de hierro. (Deu. 4:20.) El derramamiento de la ira de Dios sobre la casa de Israel también se asemeja a la licuación del metal en un horno. (Eze. 22:18-22.) Para otros usos de la palabra en sentido comparativo o ilustrativo, véanse Proverbios 17:3; 27:21; Salmos 12:6.