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Ayuda para entender la Biblia
ad págs. 233-234

BÚHO, LECHUZA, MOCHUELO

(heb. kohs; yan·schúf [yan·schóhf]; ’ó·aj).

El búho, la lechuza y el mochuelo son rapaces nocturnas, y el relato bíblico las menciona varias veces. En un tiempo se creía que estaban emparentadas con la familia de los halcones, pero actualmente suele relacionárselas con otras aves nocturnas, como el chotacabras.

Estas aves tienen un pico corto y curvado y cuentan con potentes garras prensadoras parecidas a las del halcón, pero se distinguen de este por su cabeza ancha y sus grandes ojos y “orejas” (grupos de plumas o copetes auriculares), así como por tener un dedo externo reversible en cada pie, de modo que mientras los otros dedos están vueltos hacia el frente, este lo pueden volver a un lado o incluso hacia atrás, permitiéndoles agarrarse firmemente de una diversidad de objetos. Sus grandes ojos, con el iris dilatable, aprovechan al máximo la pálida luz nocturna y, a diferencia de la mayoría de las demás aves, estas pueden mirar las cosas simultáneamente con ambos ojos, pues son binoculares. Su suave plumaje es una mezcla intrincada de diversos matices amarillos, rojizos, pardos y negros, y suele dar la impresión de que el ave tiene un cuerpo exageradamente abultado. Según un artículo de The Scientific American (abril de 1962, pág. 78), el vuelo de las rapaces nocturnas es ultrasónicamente silencioso. Al parecer, los bordes plumosos de las alas y el suave plumón que tienen en la superficie superior sirven para reducir la turbulencia del aire. De modo que se abalanzan silenciosamente en la oscuridad sobre su confiada presa, principalmente roedores, aunque algunos también se alimentan de pájaros e insectos. El grito que emiten varía entre un agudo chillido y un resonante ululato.

Algunos eruditos opinan que la kohs hebrea, incluida entre las aves ‘inmundas’ (Lev. 11:13, 17; Deu. 14:16), se refiere al “mochuelo” (AV, RS, NM, Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de Koehler y Baumgartner, pág. 428) designado con el nombre científico Athene noctua. El término hebreo kohs se traduce en todos los otros lugares por “copa” (Gén. 40:11), y hay quien opina que se aplica ese término al mochuelo por los típicos “discos” de plumas limitados por una circunferencia de plumitas duras y rizadas que rodean sus ojos y que dan la apariencia de un platillo o cuenco. Otros relacionan el término con el grito del ave, siendo el del mochuelo un lastimero “quieu-quieu”. El mochuelo es una de las aves rapaces nocturnas más difundidas en Palestina. Tiene unos 25 cm. de longitud y se encuentra en matorrales, olivares y ruinas desoladas. El salmista, en su solitaria aflicción, se sintió como “un mochuelo de lugares desolados”. (Sal. 102:6.) El nombre árabe para esta variedad en particular es apropiadamente: “Madre de ruinas”.

En la ley mosaica también figura como ‘inmunda’ el ave llamada en hebreo yan·schúf (o yan·schóhf), nombre que según ciertas opiniones indica un sonido de “bufido” o de “soplido áspero” (la palabra hebrea para “soplar” es na·scháf), mientras que otras lo relacionan con el “crepúsculo” (heb. né·schef), como refiriéndose simplemente a un ave nocturna. (Lev. 11:17; Deu. 14:16.) Según The lnterpreter’s Dictionary of the Bible (vol. 2, pág. 252), “el nombre se utiliza actualmente para referirse al Otus, el autillo”, mientras que Koehler y Baumgartner (Lexicon in Veteris Testamenti Libros, pág. 386) lo traducen por “búho chico”. Esta es un ave de unos 38 cm. de longitud y se caracteriza por los largos copetes auriculares a los lados de su ancha cabeza. Frecuenta los bosques y las zonas desoladas y se la menciona entre las criaturas que habitarían en las ruinas de Edom. (Isa. 34:11.)

Se predijo que las casas abandonadas de las ruinas de Babilonia estarían “llenas de búhos reales [plural de ’ó·aj]”. (Isa. 13:21.) Tanto esto como su nombre hebreo —que según parece denota a una criatura que “aúlla” con un grito lastimero— encajan bien con el búho real (Bubo bubo ascalaphus), un ave que vive en cuevas y ruinas y que comúnmente se la encuentra en la región de Petra y Beer-seba. Su grito es un silbido fuerte, prolongado e intenso. El búho real es el mayor y más fuerte búho de Palestina. Al igual que otros búhos, por la noche sus ojos reflejan la luz con un brillo luminiscente amarillo-rojizo, lo cual ha contribuido, junto con su también característico grito lastimero, a que los supersticiosos pueblos paganos lo consideren un símbolo de mal agüero.

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