¡A toda prisa “a las montañas”!
1. ¿Para hacer qué cosa es ya hora, y dónde puede uno ser escondido ahora de la destrucción por los ejecutores celestiales?
YA NO hay tiempo para demorarse. Es hora de huir para obtener seguridad. Los proverbios de Dios dicen: “Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, para que pueda responder al que me reprocha. El hombre prudente ve el peligro y se esconde; pero el necio prosigue, y sufre a causa de ello.” (Pro. 27:11, 12, Norm. Rev.) ¿Adónde, entonces, puede la persona sabia y prudente huir y esconderse de la destrucción por los ejecutores celestiales que ejecutan la voluntad de Dios en sus enemigos? No a haciendas de refugio privadas y de aislamiento en algunas montañas literales u otro lugar apartado. No hay lugares apartados para los ejecutores de Dios; y el esconderse uno de los ejércitos de la “cosa repugnante” que descargan desolación sobre lo que hoy día corresponde a Jerusalén no esconderá a nadie de la ejecución a manos de las fuerzas del Armagedón de Dios bajo su Rey Jesucristo. Para los cristianos que vieron los ejércitos del gobernador Galo y prestamente huyeron de Judea antes de que Jerusalén fuera destruída en 70 (d. de J.C.), las montañas de Galaad alrededor de Pela fueron un lugar donde continuar en organización teocrática bajo su cuerpo gobernante y continuar predicando las buenas nuevas de la Palabra de Dios, haciendo que la gente apartara sus esperanzas y dependencia de la Jerusalén condenada y las dirigiera al reino prometido por Dios, la Nueva Jerusalén. Para los cristianos y para la gente fuera del cristianismo que quieren huir y ser escondidos en el mismísimo estallido del Armagedón, las montañas fuera de la Judea condenada representaron para hoy el protegido sistema teocrático de cosas del Nuevo Mundo que Jehová Dios ha creado en este tiempo del fin. En ese sistema de cosas es donde Jehová Dios mantiene segura a su sociedad del Nuevo Mundo, para que pueda llevar a cabo sus actividades teocráticas, anunciando el Reino del nuevo mundo de Dios.
2. ¿Cómo pueden los que están dentro de la cristiandad huir de ella, y en la compañía de quién hay ahora refugio seguro?
2 Los de nosotros que estamos literalmente en el dominio de la cristiandad no podemos salirnos de ella de un modo físico. El que nosotros fuéramos a las tierras del llamado “paganismo,” impregnado igualmente de religión babilónica y demoníaca, no serviría de mayor resguardo en el tiempo del Armagedón. Pero nosotros podemos huir de la cristiandad espiritualmente mediante el abandonar su sistema de cosas mundano y antiteocrático y así salirnos de su zona de peligro, abandonándola a su destino y no participando con ella en sus conexiones adúlteras con las Naciones Unidas y cualquier otro sistema político y comercial de este viejo mundo. Sólo entonces podemos estar libres para declarar el día de la venganza de nuestro Dios contra la cristiandad y todo el resto de este mundo babilónico. Sólo hay un lugar al cual ir para refugio seguro, y ése es bajo el nuevo sistema teocrático de cosas de Jehová en compañía con su sociedad del Nuevo Mundo. Desde el punto de vista de Dios los de su sociedad del Nuevo Mundo ya no están en la tierra de los condenados y sentenciados a muerte sino que están en la tierra de su aprobación. ¡Él ha fundado una “nueva tierra” a la cual huir!
3. ¿Cómo están los adoradores de Jehová hoy en una tierra nueva, y cómo es éste un cambio completo de condición para ellos de su condición al cierre de la I Guerra Mundial?
3 Nosotros como adoradores de Jehová estamos en una nueva tierra. Una nueva tierra ha nacido en este “tiempo del fin,” no mediante un terremoto submarino que haya empujado fuera del mar una nueva isla o continente, sino mediante el espíritu todopoderoso de Dios al dar a su pueblo una nueva posición sobre la tierra. Él ha cambiado por completo la situación de ellos de lo que era al cierre de la I Guerra Mundial. En aquel tiempo, en consecuencia de la acción de la cristiandad al rechazar el reino de Jehová mediante su Hijo y escoger la amistad de César y entregar a los fieles seguidores de Cristo a César para ser ejecutados por la espada del Estado, los del resto ungido de los testigos de Jehová entraron en cautiverio al poder del enemigo. Por un tiempo estuvieron apartados del favor de Dios y se encontraron restringidos en la tierra del enemigo y privados de su legítimo privilegio de adorar libremente a su Dios y hacer Su obra. Su condición fué prefigurada por la del resto judío cuando éste se halló preso en la tierra llena de ídolos de Babilonia lejos de su tierra natal que Dios había decretado que yacería desolada sin hombre o bestia domesticada por setenta años, sin ninguna ciudad capital y ningún templo que tuviera el nombre de Jehová. Esparcidos en una tierra extranjera, ya no eran una nación bajo su propio gobierno. Su distante tierra natal ya no era una tierra cultivada y llena de gente, sino un desierto, una selva infestada de fieras temibles y aves inmundas. Asimismo en 1918 los del resto de los testigos de Jehová eran corno un pueblo oprimido que no era nación y con ninguna tierra suya, ninguna tierra dada por Dios conforme a su promesa. ¿Cómo, entonces, es que hoy se distinguen como un pueblo unido y organizado que anda libremente en el dominio real de la teocracia?
4. ¿Qué promesa de liberación cumplió Dios para ellos como lo hizo para su pueblo antiguo?
4 Es porque Dios ha hecho por ellos espiritualmente lo que hizo por su pueblo antiguo después que éste se mantuvo cautivo en Babilonia por el decretado término de esclavitud allí. Dios cumplió su promesa de liberación que él había pronunciado por su profeta, diciendo: “Los rescatados de Jehová volverán, y vendrán a Sión con canciones, y regocijo eterno estará sobre sus cabezas; alegría y regocijo alcanzarán, y huirán el dolor y el gemido . . . Porque yo soy Jehová tu Dios, el que agita el mar, de modo que bramen sus ondas: Jehová de los Ejércitos es su nombre. Y yo he puesto mis palabras en tu boca, y te he cubierto en la sombra de mi mano, para que yo plante los cielos y coloque los cimientos de la tierra, y diga a Sión: Pueblo mío eres tú.” (Isa. 51:11-16, AN) Cuando en 537 a. de J.C. el Todopoderoso Dios rescató así a su pueblo de la poderosa potencia mundial de Babilonia después de casi tres cuartos de siglo, aquello suscitó el asombro del mundo antiguo. Así, también, ahora.
5. ¿Cuándo comenzó la liberación del resto ungido, y solamente qué cosa puede explicar su condición libre y organizada de hoy?
5 Al cierre de la I Guerra Mundial en 1918 (d. de J.C.) la cristiandad se dirigió a la Sociedad de las Naciones para obtener seguridad en el mundo postbélico. Los del resto ungido de los testigos de Jehová se dirigieron al reino de Jehová mediante Cristo como el gobierno legítimo del nuevo mundo y juraron proclamarlo a todo el género humano, y eso con denuedo, si sólo fueran rescatados del poder temible del enemigo. Por lo tanto en 1919 su liberación del poder del enemigo comenzó, y sólo puede atribuirse al poder de Jehová por medio de Cristo su Rey. Sólo Su poder puede explicar que hoy sea un pueblo llamado de su nombre. Como él había dicho en su profecía: “Para que . . . diga a Sión: Pueblo mío eres tú.” Es él quien mediante el poder dinámico de su espíritu y la fuerza liberadora de su Palabra revelada de verdad ha roto los grillos restrictivos de temor al hombre y los hierros de falsedades religiosas, tradiciones hechas por el hombre y sistemas y costumbres no teocráticos. Él los ha reorganizado en sujeción a su Rey ungido. Ha ordenado sus vidas teocráticamente y les ha dado un propósito en la vida, una gloriosa comisión de servicio en Su nombre.
6. ¿Cómo ha nacido así una nueva tierra, y cuál es su capital?
6 Mediante esta acción divina una nación ha sido producida. Una nueva tierra ha nacido, no por medio de la Conferencia de Paz de Versalles después de la I Guerra Mundial al ser dividido el mapa del globo y darse a diversos pueblos como Polonia, Checoeslovaquia, etc., un territorio propio. No, sino al dar el Creador de los cielos y tierra a sus testigos librados sobre la tierra la posición que ningún otro pueblo ocupa, la posición de su pueblo restaurado y aprobado que vive y trabaja en un dominio teocrático. Este tiene sus límites definidos más allá de los cuales no irán ellos para contemporizar y hacer causa común con este mundo. Tiene una ciudad capital. Su capital no está en Brooklyn sobre la margen del río al lado contrario de donde está la capital mundial de las Naciones Unidas. No tiene ninguna ciudad terrestre como capital suya, porque es una sociedad universal con una capital divina en el cielo, la Nueva Jerusalén.
7, 8. ¿Cómo no han sido en vano los dolores de parto de Sión durante la I Guerra Mundial, y por esto cómo se ha asombrado el mundo en cumplimiento de la profecía?
7 Los dolores de parto a través de los cuales Sión, la organización universal de Dios, pasó durante la I Guerra Mundial no han sido en vano, sino que mediante el poder de su Esposo Jehová Dios ella ha dado a luz un pueblo depurado, purificado y teocrático como sus hijos visibles sobre la tierra. Así para sorpresa de todos, una nación fué dada a luz. Si hoy esta enorme asamblea internacional aquí en el estadio Yanqui en este año undécimo de la edad atómica suscita la admiración de la ciudad de Nueva York, entonces eso sólo es parte del asombro del mundo entero al ver el excepcional e inesperado nacimiento de una nueva tierra y la producción de una nación por medio de la mujer de Dios, Sión, en ejecución de su profecía de 2,700 años de edad:
8 “Antes que estuviese de parto, produjo; antes que le viniera su dolor, dió a luz un hijo varón. ¿Quién ha oído de tal cosa? ¿quién ha visto cosas semejantes? ¿Nacerá una tierra en un solo día? ¿será producida una nación de una vez? Pues luego que Sión estuvo de parto, produjo a sus hijos. ¿Por ventura traeré al punto de nacer, y no haré dar a luz? dice Jehová: ¿yo que hago dar a luz, cerraré el seno materno? dice tu Dios.”—Isa. 66:7-9, AN.
9. ¿En qué día son producidas estas cosas asombrosas, y cómo había abierto Dios la matriz de Sión y por qué no podría cerrarla ahora?
9 Es en un día exclusivo que estas cosas nuevas y sorprendentes han sido producidas en vindicación de la palabra de Jehová. Este es el día de Jehová en el que su gobierno teocrático se destaca. El día de 2,520 años disfrutando por las naciones gentiles, no teocráticas, para dominación global ha terminado. Al terminar el día de ellas en 1914 el día de Jehová empezó por todo el universo y su gobierno ejercido por su Rey Ungido Jesucristo fué producido, de su organización celestial Sión. Para que se diera a luz al reino Mesiánico simbolizado por el niño varón, Jehová había abierto la matriz de su organización Sión. Ahora no podía cerrarle la matriz y evitar que produjera más, y especialmente después de permitir que pasara por un período de agudos dolores de parto debido a la persecución de los proclamadores del Reino sobre la tierra. Mediante cautiverio al enemigo al enemigo y destierro en la tierra del enemigo ellos estaban enterrados, escondidos fuera de vista. No podían ser identificados como representantes de la Sión celestial. Esa persecución contra ellos tenía que ser derrotada y tenía que resultar en algo mediante el poder de Dios. Las cosas del pueblo de Jehová sobre la tierra tenían que ser puestas en armonía con el nacimiento triunfal del Reino en los cielos, y así se hizo. ¿Cómo?
10. ¿Cómo produjo Sión una nación y cómo nació una tierra por medio del Siervo de Jehová, y para qué está abierta la tierra ahora?
10 En la culminación de los dolores de parto y al tiempo debido para el nacimiento, Jehová hizo que su Sión celestial diera a luz al resto de sus hijos espirituales sobre la tierra como una nación sujeta al reino de Dios, entonces recién nacido. Mucho tiempo antes él había dicho a su gran Siervo, Jesucristo el Rey: “Te preservaré también, y te pondré por pacto del pueblo; a fin de que vuelvas a levantar la tierra, y hagas poseer las herencias desoladas; diciendo a los que están presos: ¡Salid! y a los que están en tinieblas: ¡Manifestaos!” (Isa. 49:8, 9) Ahora mediante su Siervo, el Gobernante en el reino recién nacido, Jehová hizo levantar la tierra haciendo que sus testigos ungidos heredaran las herencias, que anteriormente habían estado desoladas, diciéndoles que salieran de su esclavitud a este mundo babilónico y que ya no se demoraran en las tinieblas babilónicas sino que salieran a la luz del día de Jehová. Así él hizo que naciera una tierra para ellos restaurándolos a su favor y poniéndolos bajo su dominio teocrático, libres de la esclavitud a los enemigos del Reino. Como fué el caso con los israelitas al fin de la desolación de setenta años de Jerusalén y la tierra de Judá, esta tierra recién nacida de hoy ya no yace bajo una prohibición divina. Por decirlo así, la restricción de setenta años está levantada, y la entrada a la tierra está abierta de par en par. Es hora de que el pueblo de Jehová entre en grande escala en la tierra teocrática recién nacida y que cada uno se dedique a su asignación teocrática en ella. ¡Que ahora la gente de buena voluntad entre a torrentes en esta tierra!
11. ¿Cuándo y cómo plantó Jehová los cielos y puso los cimientos de la tierra, y con qué corresponde dicha tierra en la profecía de Jesús concerniente a la cosa repugnante?
11 Esto significa la fundación de la nueva tierra. El Creador ya había plantado los nuevos cielos del nuevo mundo en 1914 mediante el nacimiento de su reino mesiánico, porque el Reino llega a ser el poder gobernante celestial del justo nuevo mundo. La colocación de los cimientos de la nueva tierra por el Creador empezó en 1919 con el rescate de los del resto ese año de las restricciones babilónicas y la reinstalación de ellos en el favor, servicio y adoración divinos. El nacimiento de esta tierra de la sociedad del Nuevo Mundo verdaderamente es la fundación de la nueva tierra, porque el resto espiritual será preservado a través del Armagedón y su organización terrestre teocrática con el tiempo se fundirá en la nueva tierra permanente del nuevo mundo, habitado exclusivamente por personas de buena voluntad terrestres. Esta tierra recién nacida que ahora está ocupada por la recién producida nación de los hijos espirituales de Sión es un lugar de seguridad. Corresponde con las montañas a las cuales Jesús amonestó a sus seguidores que huyeran al ver la cosa repugnante que causa desolación, y especialmente a la vista siniestra de sus ejércitos de desolación rodeando a la cristiandad, que pretende ser santa e indestructible por el hombre.—Luc. 21:20, 21, NM.
12. ¿Qué ha puesto Jehová en la boca de su resto restaurado, y con qué propósito?
12 La huída del resto espiritual y su cuerpo gobernante a esta tierra recién nacida lejos de la zona de peligro de la cristiandad no termina el asunto. Su seguridad no es la plena realización de la misericordia divina y el poder salvador en este día de Jehová. Él ha indicado el propósito de cubrir al resto restaurado con su protección en la tierra de restauración, diciendo: “He puesto mis palabras en tu boca, y te he cubierto en la sombra de mi mano, para que yo plante los cielos y coloque los cimientos de la tierra.” (Isa. 51:16, AN) Estas palabras en la boca de los del resto no son para que ellos las guarden para sí mismos sino para que sean transmitidas a la generación naciente del nuevo mundo que ocupará la “nueva tierra” permanentemente. “Y en cuanto a mí, éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: ¡Mi espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice Jehová, desde ahora en adelante y para siempre!”—Isa. 59:21.
13. ¿Cómo será que las palabras de Jehová jamás se apartarán de la boca de su pueblo?
13 Las palabras de Jehová en la boca de los de su pueblo son para que éstos las declaren denodada y autoritativamente. El que sus palabras jamás se aparten de su boca significa que nunca cesen de servir como su portavoz en proclamar las buenas nuevas del Reino en todo el mundo ahora para dar un testimonio a todas las naciones. Si se prestan a usar su boca en su obra de testificación Él siempre les suministrará su mensaje para que lo pronuncien. Esto no sólo será para la salvación de ellos mismos sino también para la salvación de muchos otros.
14. ¿Por qué tienen que interesarse en más que su propia salvación los que ya huyeron a las “montañas,” y cómo ‘levantan ellos una señal’?
14 Los que ya han huído a las montañas de seguridad con la sociedad del Nuevo Mundo tienen que interesarse altruístamente en más que su propia salvación. Un sinnúmero de otras personas están amenazadas con destrucción en el Armagedón, que comenzará con la destrucción de la religión del viejo mundo. Nosotros que leemos la profecía con discernimiento vemos a los ejércitos de desolación reuniendo en masa sus campamentos alrededor de lo que en el pasado fué simbolizado por la Jerusalén infiel. Nosotros leemos el significado siniestro de la situación. Es una señal de que el sistema religioso mundano que ha tomado el nombre del Hijo de Dios pero que lo ha blasfemado y ha amontonado reproche sobre el nombre de Jehová está cerca de su devastación y por consiguiente cerca de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esos serán los días de venganza para vindicar a Jehová y su reino mesiánico. (Apo. 16:14, 16; Luc. 19:22) Es obligatorio para el resto obrar como una clase que atalaya y dar en voz alta la advertencia a las personas de buena voluntad de todas las naciones para que huyan a las montañas. Si ellas están en la cristiandad, tienen que huir. Si están fuera de ella y se hallan en el paganismo, no deben entrar en ella y llegar a ser parte de ella. Las naciones del bloc occidental están tratando febrilmente de preservar a la cristiandad como algo sagrado y como si la seguridad del mundo descansara en ella; pero no es así, dice la Palabra de Dios. Los que ya han huído a la tierra recién nacida con la sociedad del Nuevo Mundo tienen las palabras de Jehová en su boca y tienen que proclamar su reino en todas partes como el único gobierno que de seguro tendrá buen éxito e introducirá bendiciones sin menoscabo a todas las familias de la tierra. De esa manera ellos ‘levantan una señal sobre los pueblos,’ para que éstos puedan ver adónde huir y reunirse para obtener seguridad bajo la sombra de la mano de Dios.—Isa. 62:10, UTA.
15. ¿Significa lo susodicho que no podemos ya predicar en el dominio de la cristiandad? Y ¿por cuánto tiempo hemos de predicar?
15 Se ve que lo que hoy día corresponde a Jerusalén está siendo rodeado por ejércitos de desolación y a los que están en ese sistema condenado se les manda huir de él si quieren ser seguidores de Cristo. Pero esto no significa que tenemos que dejar de predicar en la cristiandad. El sistema de la cristiandad en alianza con este mundo que se opone al Reino es de lo que tenemos que huir, pero es en el dominio de la cristiandad que tenemos que seguir predicando. ~Por cuánto tiempo 1 Si hemos dicho: “Aquí estoy yo; envíame a mí,” entonces tenemos que aceptar la respuesta que Jehová dió a Isaías en el templo para indicarnos cuánto tiempo. Su respuesta es: “Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa; y Jehová haya alejado los hombres; y los lugares abandonados sean muchos en medio de la tierra.” (Isa. 6:8-12) Es decir, hasta que la grieta en la alianza de la cristiandad con la cosa repugnante que causa desolación llegue a ser un rompimiento completo y los cuernos de la cosa bestial se vuelvan contra ella y la desuelen. Eso significa: hasta que la batalla del Armagedón comience y proceda hacia la desolación total del viejo mundo del cual Satanás el Diablo es el dios. Hasta entonces no debe haber ninguna cesación. Tenemos que publicar las palabras de Dios que han sido colocadas en la boca de su resto y en la boca de la naciente generación de buena voluntad. Tenemos que predicar las buenas nuevas del Reino a todas las naciones como un testimonio, lo cual necesariamente incluye también la proclamación del día de venganza de nuestro Dios.—Isa. 61:2.
16. ¿Cómo podemos mostrar que damos la bienvenida a los fugitivos a la tierra de la sociedad del Nuevo Mundo?, y, para aumentar Ja población de la tierra mucho más allá de lo que ahora es, ¿qué tenemos que hacer?
16 Con amor a nuestro prójimo y nuestro semejante que está en peligro hagamos esto y así ayudemos a cuantos podamos a huir sin más demora del entero mundo condenado del Diablo. Nosotros tenemos que dirigirnos a ellos. Como los ángeles que amonestaron a Lot y sus hijas en Sodoma y los instaron a no permanecer en el Distrito sino a escaparse a la región montañosa para proteger su vida, nosotros tenemos que tomarlos de la mano y ayudarlos a acelerar su escapatoria. (Gén. 19:15-17, NM; Luc. 17:28-30) Tenemos que considerar seriamente lo que vemos a la luz de la profecía de Jesús y tenemos que obrar con el sentido de la más grande urgencia a favor de todas las personas de buena voluntad que anhelan tal cosa como una vida feliz en un justo nuevo mundo. Mediante dichos esfuerzos mostramos que les damos la bienvenida a la tierra bendita de la sociedad del Nuevo Mundo, para que aquí gocen de los placeres de la bondad amorosa y seguridad de Dios bajo sus alas, donde hay gozo eterno sobre la cabeza de su pueblo. Ya se registran más de medio millón de personas que están sirviendo como testigos en la tierra recién nacida con la sociedad del Nuevo Mundo. ¿Estamos dispuestos a seguir trabajando hasta que Jehová Dios haya hecho que la población bendita de la tierra teocrática ascienda, digamos, a millones, que por haber huído a ese lugar y fielmente vivir allí sobrevivan al Armagedón y jamás tengan que morir de sobre la faz de la nueva tierra? Si así es, las buenas nuevas del Reino de Dios y su amonestación de venganza para los enemigos del Reino tienen que ser nuestro mensaje hasta el Armagedón y no dejaremos que esas palabras de Dios se aparten de nuestra boca hasta que la desolación del viejo mundo de Satanás sea completa y la tierra así como el cielo esté limpia. ¡Ese acontecimiento supremo está cerca!
17. ¿A la entrada de qué estamos, y qué preparativos tenemos que hacer para ello?
17 Ahora estamos en la entrada del nuevo mundo que jamás perecerá o envejecerá, sino del cual el Creador divino dice: “Porque así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer, permanecerán delante de mí, dice Jehová, así también permanecerá vuestro linaje y vuestro nombre.” (Isa. 66:22) ¡Qué privilegio inefable es ahora vivir en la tierra de seguridad con la sociedad del Nuevo Mundo y participar en los preparativos para ese mundo de calma y de contentamiento con piedad, donde nada puede dañarnos o atemorizarnos! Es Jehová Dios quien edifica el justo nuevo mundo mediante Jesucristo su Rey, y por eso nuestros preparativos para él son principalmente con nosotros mismos como la sociedad del Nuevo Mundo, aprendiendo a trabajar juntos con amor, organizándonos teocráticamente y manteniéndonos así. En medio de la destrucción durante el Armagedón puede ser que nuestras diversas propiedades físicas, casas, Salones del Reino, y posesiones materiales sean destruídas, pero bajo la protección celestial de las huestes ejecutoras de Jehová sobreviviremos con lo que necesitamos, lo principal de todo lo cual será su aprobación por retener firmemente nuestra integridad a él y su reino.
18. ¿Cómo debemos portarnos ahora como sociedad del Nuevo Mundo, y con qué esperanza?, y, de acuerdo con esto, ¿qué ha suministrado Jehová para nosotros por medio de su sociedad del Nuevo Mundo?
18 Esperando vivir juntos infinitamente después del Armagedón, la cosa de importancia ahora es saber vivir juntos y servir a Dios unidamente. Que el espíritu de Jehová tenga operación libre y no impedida entre nosotros para que seamos resguardados de ser moldeados conforme a las ideas y planes de los hombres y que él pueda formarnos en algo para su uso eterno. Mientras que la sociedad del viejo mundo se lamenta, da alaridos, se muere de hambre y tiene sed religiosamente y se apresura a una destrucción ardiente, continuemos nosotros regocijándonos, cantando y banqueteando espiritualmente, recordando siempre las palabras de Pedro: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13, NM) En pleno acuerdo con nuestra esperanza, y para que banqueteemos juntos más y trabajemos juntos como sociedad del Nuevo Mundo, el Dios feliz Jehová nos ha suministrado mediante su sociedad del Nuevo Mundo este nuevo libro de 384 páginas en inglés, intitulado “NUEVOS CIELOS Y UNA NUEVA TIERRA”.