Preguntas de los lectores
● ¿Participarán en la obra destructiva del Armagedón los resucitados de la clase ungida que ahora están con Cristo en los cielos?—K. R., Estados Unidos.
Muchos han hecho esta pregunta últimamente debido a lo que se dice en las páginas 338 y 339 de Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios (en inglés), como sigue: “Al otro lado se verá visiblemente el resto del Israel espiritual y una muchedumbre sin número de ‘otras ovejas,’ sus compañeros, todos apoyados por las huestes invisibles del cielo bajo Jesucristo, el Rey de los reyes y Señor de los señores, juntamente con aquellos de sus seguidores ungidos que ya hayan sido resucitados.—Ezequiel 38:8-12; Apocalipsis 2:26-29.”
Si bien es verdad que lo que allí se dice no contesta específicamente la pregunta en forma directa, el texto citado, Apocalipsis 2:26-29, sí lo hace. Los versículos 26 y 27 (NM) dicen: “Y al que venza y que observe mis hechos aun hasta el fin cabal yo le daré autoridad sobre las naciones, y él pastoreará a la gente con una vara de hierro de modo que sean quebrantadas como vasijas de barro, así como yo he recibido de mi Padre.” El Padre de Cristo, Jehová Dios, dice respecto a él: “¡Pídeme, y te daré las naciones por tu herencia, y por tu posesión los confines de la tierra! Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás.” De manera que eso es lo que Cristo ha recibido de su Padre, autoridad sobre las naciones para hacerlas pedazos en el Armagedón, y esta misma autoridad se extiende a los ungidos resucitados que ahora están con Cristo en el cielo.—Sal. 2:8, 9.
La misma verdad se sobrentiende en Apocalipsis 17:12-14 (NM): “Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. Estos tienen un solo propósito, y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. Estos guerrearán contra el Cordero, pero, porque es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes, el Cordero los vencerá. También lo harán aquellos llamados y escogidos y fieles que con él están,” es a saber, todos los 144,000.
Ni el resto ungido ni las otras ovejas que estén sobre la tierra cuando estalle el Armagedón pelearán con las naciones políticas en forma física. “Aunque andamos en la carne, no hacemos la guerra de acuerdo con lo que somos en la carne. Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas por parte de Dios para trastornar cosas fuertemente atrincheradas. Porque estamos trastornando razonamientos y toda cosa encumbrada que se ha levantado contra el conocimiento de Dios, y estamos trayendo todo pensamiento en cautiverio para hacerlo obediente al Cristo.” Los testigos de Jehová en la tierra, sean de la clase celestial o la terrestre, exponen las falsedades religiosas, señalan el camino a la adoración verdadera, y advierten a las naciones impenitentes en cuanto a la destrucción que les espera en el Armagedón. Solamente las fuerzas invisibles que están con Cristo, incluyendo a los ungidos resucitados, pelean en el Armagedón y desmenuzan las naciones como vaso de alfarero.—2 Cor. 10:3-5, NM.
● En la página 170 del libro Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios (en inglés) se habla de la tribulación en términos de un ventarrón y dice que estamos ahora en el centro pacífico u “ojo del huracán.” La página 181 habla acerca del tiempo de la tribulación, la abreviación de ésta, y su reasunción, y esta tribulación parece ser usada para implicar el Armagedón. ¿Quiere decir esto que el Armagedón ha comenzado, que estamos en un momento de calma de la batalla en la actualidad? Y en la página 199 se usa la expresión Armagedón para referirse a la organización visible de Dios más bien que a una batalla. ¿Cómo es esto?—D. B., Estados Unidos.
La palabra “Armagedón” viene de la expresión hebrea Har Megiddo, la cual significa “montaña de Megiddo.” Este fué un lugar estratégico en la tierra que Dios dió a su pueblo escogido y en cuya vecindad se reunían ejércitos para combatir. Har Megiddo significa “monte de asamblea de tropas.” Ya que estaba en la tierra del pueblo de Jehová, sería el lugar de asamblea de sus siervos o tropas, y por eso el Armagedón o montaña de Megiddo simbólico son los testigos de Jehová actualmente en la tierra reunidos, juntados, que son soldados de Dios y de Cristo en la guerra teocrática actual de verdades del Reino contra las atrincheradas mentiras religiosas. Teniendo presente este significado, la página 199 dice: “Los reyes o gobernantes de toda la tierra habitada marchan contra la organización visible de Dios, el simbólico Armagedón o montaña de Megiddo, para una lucha decisiva.”
Hace mucho tiempo que Jehová predijo por medio de su profeta Ezequiel que Gog de Magog, nombre por el cual se hace referencia a Satanás desde que él y sus demonios fueron arrojados desde el cielo hasta la vecindad de la tierra, sería inducido a atacar a la organización visible de Jehová debido a la prosperidad espiritual de ésta. El Apocalipsis 16:14 (NM) relata acerca de las propagandas inspiradas por los demonios que “salen a los reyes de toda la tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Y el versículo 16 añade: “Y los juntaron al lugar que se llama en hebreo Har-Magedón.” Los reyes y gobernantes de la tierra están todos reunidos en contra del Armagedón simbólico, el lugar de las tropas visibles de Jehová, la organización visible de Dios. Allí se peleará “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” y, como a menudo es el caso respecto a batallas, se conoce por el nombre del lugar donde se pelea, en este caso, la batalla del Armagedón.
La batalla del Armagedón no ha comenzado todavía. Cuando el libro habla de estar nosotros ahora en el centro pacífico u “ojo del huracán” se refiere a la tribulación huracanada que Jehová hizo que Cristo empezara contra Satanás y sus demonios en el cielo en 1914 d. de J.C. y que terminará en la derrota completa de ellos. La tribulación comenzó en 1914 d. de J.C. y por medio de ella se efectuó el lanzamiento de Satanás y sus demonios desde el cielo hasta la vecindad de la tierra, pero luego disminuyó, fué abreviada, para permitir la predicación de las buenas nuevas del reino establecido de Cristo y el separar las gentes de las naciones en las clases de “ovejas” y “cabras.” Estamos ahora en este período de calma. El Armagedón, el colmo del huracán, pone fin a éste.
Pronto la tribulación comenzará de nuevo donde cesó y acabará la ejecución del juicio contra Satanás y su organización, visible e invisible. Entonces estaremos fuera del “ojo del huracán” y dentro de la parte final de la gran tribulación que se asemeja a un ventarrón o huracán. Es solamente esta parte final de la tribulación, y no la primera parte, la que se llama Armagedón. Es en la parte final que Gog de Magog se siente inducido a atacar y a reunir las naciones visibles en contra de la organización visible de Dios, para que venga sobre él la destructiva guerra del Armagedón de Jehová. Satanás aún estaba en el cielo cuando vino la primera parte de la tribulación en 1914 d. de J.C., y esa primera parte no cumplió la profecía del Armagedón.