Preguntas de los lectores
● ¿Ha de entenderse como literalmente verdad el que la ropa de los israelitas no se desgastara durante los cuarenta años en el desierto, o es sólo un modo de decir que el abastecimiento de ropa no se agotó?—R. H., Estados Unidos.
Deuteronomio 8:3, 4 (NM) muestra que Jehová de continuo hizo la obra de “alimentarte con el maná, que ni tú habías conocido ni tus padres habían conocido, para hacerte saber que no únicamente de pan vive el hombre sino que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre. Tu ropa no se desgastó sobre ti, ni se te hinchó tu pie durante estos cuarenta años.” La provisión del maná fué un milagro continuo, y también lo fué la provisión de ropa que no se desgastaba. Allí está lo milagroso. No se hubiera tomado por milagro el que sólo fuera reabastecido el surtido. Es literal lo que se declara acerca de la ropa, que ésta no se desgastó, así como es literal lo registrado acerca de que no se les hincharan los pies durante los cuarenta años en el desierto. Ninguna dificultad práctica estaría implicada en el uso de la misma ropa durante cuarenta años, porque a medida que a los niños les quedara chica su ropa las tallas más grandes que estuvieran disponibles vendrían a quedarles bien, y la ropa de estos niños sería pasada a niños menores. Morían adultos, dejando atrás su vestuario. Se nota el que el número de israelitas que había al fin de los viajes en el desierto era más o menos igual al que había al principio de éstos, de modo que el abastecimiento original de ropa sería más o menos lo que se requirió durante todo el viaje de cuarenta años.