“Dominado por el vulgo”
“El hombre moderno,” dice el Dr. Alberto Schweitzer, “está perdido entre el vulgo de un modo que no tiene precedente en la historia. . . . El hecho de que su interés en su propia naturaleza ha diminuído hace que él sea, por decirlo así, susceptible, hasta un grado casi patológico, a los puntos de vista que la sociedad y sus órganos de expresión han puesto, ya confeccionados, en circulación. Puesto que, además de esto, la sociedad, con su bien construida organización, se ha convertido en un poder cuya fuerza en la vida espiritual todavía no se conoce, la falta de independencia de parte del hombre ante esto ha sido tan seria que él casi deja de pretender tener una existencia espiritual suya propia. Se parece a una pelota de goma que ha perdido su elasticidad, y preserva indefinidamente toda impresión que se haga en ella. Él está dominado por el vulgo, y extrae de éste las opiniones que son la base de su vida, sin importar que el punto en disputa sea asunto nacional o político o uno respecto a su propia creencia o falta de creencia.”—The Decay and Restoration of Civilization.