Preguntas de los lectores
● ¿Por qué, después de haber recibido de Dios el mandato expreso de multiplicarse y llenar la tierra, no llevaron a cabo Adán y Eva este mandato de procreación mientras eran perfectos en el jardín de Edén?
El hacer esta pregunta concerniente a Adán y Eva es semejante al tratar de entremeterse en los asuntos privados de un matrimonio cristiano de hoy día, y preguntarle por qué no ha tenido hijos todavía. Jehová Dios no fijó ningún tiempo definido en el cual Adán y Eva tuvieran que comenzar a tener hijos perfectos para llenar la tierra. Puesto que eran perfectos, el ayuntamiento sexual entre ellos sería con el propósito de reproducir el género humano. Evidentemente no hubo ninguna relación sexual entre ellos con el propósito de engendrar hijos mientras estuvieron en el jardín de Edén. Evidentemente no hubo ningún engendramiento de hijo alguno antes que ellos fueran expulsados del jardín de Edén; de otro modo su primer hijo, nacido después de su expulsión y llamado Caín, hubiera nacido perfecto de su madre Eva, tal como Jesús nació perfecto de su madre imperfecta, María. ¿Por qué? Porque Caín hubiera tenido al Adán perfecto como padre suyo.
Jehová Dios no echó a Adán y Eva del jardín de Edén simplemente porque ellos no comenzaron inmediatamente a tener hijos, en conformidad con el mandato de procreación. El pecado por el cual ellos fueron expulsados del Edén fué el participar del fruto prohibido del “árbol del conocimiento del bien y del mal.” (Gén. 2:17) El primer acto de ayuntamiento sexual por ellos que la Biblia relata fué después de su expulsión del Edén como pecadores. El porqué no hubo ayuntamiento y produjeron hijos durante su estadía en el jardín de Edén es su propio asunto personal.
Esto resultó ser muy providencial. Hizo posible que toda la descendencia de Adán y Eva nacida fuera del jardín de Edén pudiera ser rescatada por el un solo sacrificio humano del Señor Jesucristo. Así no hubo ningún hijo o hijos nacidos perfectos dentro del jardín de Edén que no necesitaran ser rescatados por el sacrificio de Cristo, y la mayoría de la humanidad nacida imperfecta fuera del paraíso de Edén que necesitara la redención por medio de Jesucristo. Dado que todos los descendientes de Adán fueron engendrados en pecado fuera del jardín de Edén, todos nacieron imperfectos por medio de la herencia del un solo hombre. Todos fueron hechos sujetos a la muerte por medio del un solo hombre Adán, y así todos los que tuvieran la disposición de buscar la salvación podrían ser recobrados a la vida eterna por medio del sacrificio del un solo hombre Jesucristo.—Rom. 5:12; 1 Cor. 15:20-22.
● Eclesiastés 1:4 dice que la tierra permanece para siempre, pero ¿cómo sabemos que “para siempre” quiere decir por toda la eternidad, y no sólo hasta algún tiempo futuro, indefinido, oculto? Lo mismo se dijo respecto al pacto de la ley, pero éste se acabó.—R. S., Estados Unidos.
La palabra hebrea que se traduce “para siempre” en la mayoría de las traducciones, y “hasta tiempo indefinido” en la Traducción del Nuevo Mundo, es olam. Su significado básico es “escondido” u “oculto” y se relaciona con tiempo. Por lo tanto quiere decir “tiempo indefinido.” Puede que signifique muchos años o puede que signifique la eternidad. Éxodo 31:16 y Levítico 24:8 la usan respecto a parte del pacto de la ley e Isaías 24:5 la usa respecto a todo el pacto de la ley, llamándolo “el pacto eterno.” (Mod) Números 25:13 la usa cuando habla acerca de un “sacerdocio perpetuo.” (Val) Pero Gálatas 3:24, 25 y Colosenses 2:14 muestran que el pacto de la ley terminó al tiempo de la muerte y resurrección de Cristo, y el capítulo 7 de Hebreos muestra que la ley y el “sacerdocio perpetuo” terminaron. Este período de tiempo estaba oculto, pero tuvo fin.
Olam puede significar la eternidad, como se destaca de su uso cuando se le llama a Jehová “el Dios eterno,” y cuando se dice de él que es “desde la eternidad hasta la eternidad.” (Gén. 21:33; Isa. 40:28; Sal. 90:2, Mod) Se usa para describir a Jehová como el “rey de la eternidad.” (Jer. 10:10, Darby; VA, margen) Por lo tanto, según dice el Hebrew and English Lexicon de Gesenius, la palabra indica “tiempo futuro, siempre, para siempre, para siempre jamás, de tal manera que el terminus ad quem [límite hasta el cual] según se le llama ha de determinarse a base de la naturaleza del tema.”
De modo que es “a base de la naturaleza del tema” que se halla en Eclesiastés 1:4 que tenemos que determinar si olam según se usa allí significa hasta un tiempo oculto pero limitado o si significa hasta la eternidad. El pasaje dice: “Una generación está yéndose y una generación está viniendo, pero la tierra está permaneciendo aun hasta tiempo indefinido.” Jehová hizo la tierra como hogar para el hombre. Hizo al hombre para que viviera, no para que muriera. La muerte fué el castigo por la desobediencia. Mientras el hombre perfecto obedeciera viviría, aun para siempre si fuera siempre obediente. Aun después que entró el pecado y la muerte, hombres obedientes que ejercen fe en Cristo tienen la promesa de vida eterna sobre la tierra: “Los mansos mismos poseerán la tierra.” Jesús dijo: “Todo aquel que vive y ejerce fe en mí absolutamente nunca morirá.” El conocer a Jehová y a Cristo “significa vida eterna.” (Sal. 37:11; Juan 11:26; 17:3) Jehová Dios “formó la tierra y la hizo, el cual la estableció; (no en vano la creó, sino que para ser habitada la formó).”—Isa. 45:18, Mod.
Él hizo la tierra para que fuera habitada por hombres obedientes que vivirían para siempre; de modo que la tierra tendrá que permanecer para siempre como su hogar, de otro modo su creación sería en vano. Esto lo hace seguro el Salmo 104:5. Para dar énfasis se usan dos palabras hebreas, olam y ad. La última significa, según el Students’ Hebrew and Chaldee Dictionary de Harkavy, “duración, lo eterno, eternidad, para siempre.” De manera que por medio de estas dos palabras hebreas el Salmo 104:5 asegura doblemente lo permanente de la tierra: “Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará bambolear hasta tiempo indefinido, ni para siempre.”