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  • Testigos perseveran detrás de la Cortina de Hierro
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1959
w59 1/11 págs. 662-663

Testigos perseveran detrás de la Cortina de Hierro

A PESAR de los esfuerzos implacables de los gobernantes comunistas por extirpar la obra de los testigos de Jehová, estas buenas nuevas del Reino se están predicando detrás de la Cortina de Hierro. El siguiente artículo, intitulado “Nube de Testigos,” que se publicó en el Post de Wáshington el 21 de marzo de 1959, da evidencia de que los testigos de Jehová en Rusia sostienen la misma fe que sus hermanos cristianos de otros países y que son inmovibles en su devoción a Jehová Dios y a su nuevo mundo de justicia. Dice:

“Es interesante saber, por medio de una denuncia extensa en Pravda, que la secta de los testigos de Jehová ha llegado a ser un dolor de cabeza casi tan fuerte para los gobernantes de la Rusia comunista como lo era para los gobernantes de la Alemania nazista. Parece que los Testigos han estado haciendo conversos por todas partes de la Unión Soviética, aun en lugares tan distantes como Siberia y Kurgan, y que ahora constituyen un movimiento formidable de resistencia clandestina al régimen.

“Los redactores de Pravda fingen creer que todo el movimiento está siendo subvencionado por ‘los elementos más reaccionarios del capitalismo norteamericano’ y que su propósito es el de infectar a las masas soviéticas de un espíritu de mansedumbre y resignación, el cual frustrará o postergará el triunfo mundial del proletariado revolucionario. Se describe a los organizadores del movimiento como ‘ex criminales de guerra, colaboradores fascistas e informadores de la Gestapo’ quienes fueron indoctrinados y entrenados para la obra en los campos de concentración alemanes.

“La aserción de que fueron indoctrinados en campos de concentración tal vez no esté sin cierto elemento de verdad. Casi todos los sobrevivientes de estos campos han dado testimonio del valor y obduración de los prisioneros Testigos y de su habilidad para soportar la intimidación y aun la tortura. No sorprendería, entonces, el que muchos prisioneros rusos, quienes difícilmente tenían menos motivo que los Testigos alemanes para identificar al estado con el reinado del anticristo y no menos motivo para aceptar un punto de vista apocalíptico de la historia, se impresionaran mucho por este ejemplo.

“En todo caso la doctrina milenaria de los Testigos—quienes creen que la segunda venida de Jesucristo ha sido un hecho histórico desde hace mucho tiempo, que Su reinado invisible pronto se transformará en Su reino visible en la tierra, y que todas las formas existentes del estado por eso son satánicas y están destinadas a perecer en la venidera Batalla del Armagedón—ha tenido un atractivo inmenso a la gente que vive bajo las formas de gobierno más totalitarias y tiránicas. De manera que se puede aceptar sin vacilar el cálculo de los Testigos mismos de que el número de sus conversos más allá de la Cortina de Hierro es más de 100,000. Se puede creer también la queja de Pravda de que en las granjas y fábricas colectivas de la Unión Soviética los Testigos están resistiendo las influencias coercitivas del comunismo y de su propaganda con tenacidad semejante a la que sus hermanos en los Estados Unidos han desplegado en rehusar el servicio militar y el homenaje perfunctorio a la bandera.

“Otro informe, publicado en The Current Digest of the Soviet Press, del 1 de abril de 1959, mientras denuncia a los testigos de Jehová y su actividad, dice:

“¿Sabe usted acerca de la gran calamidad que nos aguarda a todos nosotros la guerra terrible y devastadora que puede estallar en cualquier día?

“Será una guerra entre Dios y Satanás. Sí, sí—no se ría usted. Vendrá el día en que Dios al fin se canse de presenciar los delitos del Inicuo y descienda desde el cielo para entablar con éste una batalla decisiva y mortal. Oh, ¡éste será un día terrible para el género humano! En el holocausto del Armagedón perecerán no sólo Satanás, sino todos los que están aliados con él—en primer lugar, por supuesto, los que no creen, ¡lo cual quiere decir usted y yo, lector! Pero no se detendrá en nosotros. La mayoría de los que creen, puesto que su fe no es la verdadera, también está destinada a la destrucción en masa. Los únicos que se salvarán, y que vivirán en felicidad en la tierra para siempre, serán los miembros de la secta religiosa de Jehová, conocidos también como ‘Testigos del Señor Jehová,’ también conocidos como ‘Estudiantes de la Santa Escritura.’ Así que eso es lo que significa el Armagedón. ¡Prepárense, y tiemblen!

“Ivanna K., estudiante del octavo año en una escuela de Lvov, me relató todo acerca de esto con la expresión más sincera y con convicción inspirada. Si usted se imagina que los testigos de Jehová son ancianos anticuados o mujeres extenuadas e histéricas con un fulgor afiebrado en los ojos, a usted probablemente se le hará difícil imaginarse en este papel a una muchacha atractiva de mejillas rosadas, una estudiante ejemplar, un modelo de modestia y excelente cantante.

“Ivanna y su hermanita Yaroslava, estudiante del quinto año en la misma escuela, están creciendo y estudiando igual que todos los demás, y de vista sería difícil distinguirlas de sus compañeros de clase. Es verdad que, por alguna razón u otra, nadie jamás las había visto llevando pañuelos de Precursores jóvenes, ni las había encontrado en la escuela de noche o en el cine, pero nadie se imaginaba que hubiera algo oculto que motivara esto. Tal era el caso, sin embargo. Los maestros y líderes de los Precursores jóvenes sólo pensaban que estaban indoctrinando y educando a Ivanna y Yaroslava; en realidad, los estudios, hábitos de lectura y comportamiento de las hermanas K. estaban siendo guiados por maestros y mentores bien diferentes. Fueron éstos quienes les enseñaron a las hermanas la modestia amistosa y callada que parece tan loable en la escuela. Fueron éstos quienes inculcaron en Ivanna y Yaroslava el constante temor del ‘castigo de Dios’ y el desprecio no pueril hacia ‘todo lo que es de este mundo,’ así como la habilidad de ocultar sus pensamientos y de ‘guardar abotonados los labios.’ . . . Ella no conoce a ningún Testigo. Cada hombre es responsable de solamente sí mismo delante de Dios.”

Aunque el informe continúa con declaraciones diseñadas para volver a otros en contra del pueblo de Jehová, hace muy evidente el que los testigos de Jehová en Rusia están predicando y la gente está escuchando la verdad. La constante presión del estado para destruir la fe de ellos no les ha hecho abandonar su adoración ni abstenerse temerosamente de hablar a otros acerca del reino de Dios. Con el espíritu de Jehová respaldándoles, siguen en la obra de “proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de duelo.”—Isa. 61:2.

Qué evidente es que ellos han tomado a pecho el consejo inspirado del apóstol Pablo, quien dijo: “Pero pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo, a fin de que, ya sea que venga y los vea o esté ausente, oiga acerca de las cosas que atañen a ustedes, que ustedes se mantienen firmes en un mismo espíritu, con una misma alma luchando lado a lado por la fe de las buenas nuevas, y en nada amedrentados por sus opositores. Esta misma cosa es prueba de destrucción para ellos, pero de salvación para ustedes; y esta indicación procede de Dios, porque a ustedes se les dió el privilegio a favor de Cristo, no sólo de poner su fe en él, sino también de sufrir a favor de él.”—Fili. 1:27-29.

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