“La iglesia depende de que el Estado la vaya llevando”
Bajo el encabezamiento supracitado el escritor Bo Stromstedt, en el Expressen de Estocolmo del 6 de enero de 1959, concluyó un artículo que trataba de si debieran o no separarse el Estado y la Iglesia, como sigue: “No puede evitarse; ciertamente le daría un aspecto más limpio, y al mismo tiempo sería la única cosa correcta desde el punto de vista de la ley acerca de libertad religiosa, si la Iglesia abandonara de una vez por todas la idea de conseguir que se le lleve en el viejo caballo del Estado y al contrario se atreviera a embarcarse ‘sola en un barco frágil’, como tienen que hacerlo todas las otras denominaciones. Pagando ella sola todo el pasaje.”