“La cabeza de todos estos reinos”
HAZOR, una ciudad cananea de los días de Josué, no era un lugar pequeño o sin importancia. Describiendo brevemente a Hazor, dice la Biblia: “Volvióse Josué en aquel tiempo y capturó a Hazor, y a su rey lo mató con la espada, porque Hazor era antes de eso la cabeza de todos estos reinos.” (Jos. 11:10) Comentó un arqueólogo sobre cuán apta era la descripción que dio la Biblia. Informó el Times de Nueva York del 12 de mayo de 1959: “Un arqueólogo israelí informó ayer que las excavaciones en la ciudad bíblica de Hazor en la Galilea de Israel descubrieron ‘el mejor cuadro hasta la fecha’ de la cultura material de los antiguos cananeos e israelitas. Al mismo tiempo, el Dr. Yigael Yadin, una autoridad sobre los Manuscritos del Mar Muerto, dijo que el descubrimiento de alfarería micénica el noviembre pasado en las excavaciones de Hazor estableció que el Josué de la Biblia conquistó a Hazor en el siglo trece a. de J.C., junto con Jericó, cuando los israelitas cruzaron el Jordán y entraron a la Tierra Santa. La alfarería descubierta, dijo, ubica la campaña de Josué alrededor de 3,300 años atrás, lo cual coincide con el registro bíblico....
“Durante los últimos cuatro años, el Dr. Yadin ha encabezado la expedición arqueológica de Jaime A. de Rothschild-Universidad Hebrea en este sitio de la Galilea del norte. Ha descubierto los restos de veintiuna ciudades. . . . Sus excavaciones, dijo el Dr. Yadin, indican que la mayor de las veintiuna ciudades, y probablemente la más grande de Canaán, fue la Hazor que Josué conquistó y quemó. . . . Las excavaciones de Hazor, dijo el Dr. Yadin, indican que la ciudad se ajusta a la breve descripción bíblica como ‘la cabeza de todos aquellos reinos.’ ‘La Hazor de Josué era una ciudad de aproximadamente 60,7 hectáreas; que podía albergar de 25,000 a 30,000 personas,’ dijo el Dr. Yadin. ‘Podemos darnos alguna idea del tamaño imponente para aquellos días cuando nos damos cuenta de que Meguido, la famosa ciudad fortaleza que guardaba el valle de Jezreel—Armagedón—medía solamente unas 6.07 hectáreas, y la Jerusalén del tiempo del rey David, siglos más tarde, media unas 4.04 hectáreas.’”