El amor no se desanima fácilmente
‘EL AMOR es sufrido. Aguanta todas las cosas. Soporta todas las cosas.’ Siendo así, el amor no se desanima fácilmente. En nuestros días se demuestra que el amor no se desanima fácilmente, por las siguientes experiencias.—1 Cor. 13:4, 7.
◆ Hace algunos años un testigo de Jehová que iba de casa en casa en Seúl, Corea, se encontró con un amo de casa que parecía bastante interesado, aceptó una revista pero pasó por alto la sugerencia en cuanto a la contribución por ésta. No deseando poner al dueño de casa en aprietos dando énfasis a la contribución, el testigo dejó pasar esto, pero se resolvió a regresar para ver si el hombre estaba verdaderamente interesado.
Al volver a visitarlo se enteró de la razón por la cual el hombre no le había dado una contribución. Había estado sentado entonces y le era sumamente difícil ponerse de pie debido a que sus dos piernas eran artificiales, pues había perdido sus extremidades en la guerra coreana. El hombre demostró estar verdaderamente interesado y obtuvo más literatura, por la cual contribuyó al mismo tiempo que por la revista que había obtenido anteriormente. Se hicieron arreglos para un estudio bíblico en el cual otros tres lisiados de la guerra también participaron. Con el tiempo dos de éstos se pusieron de parte de Jehová como ministros dedicados y bautizados de las buenas nuevas.
Debido a la profundidad de su devoción estos dos Testigos maduraron rápidamente. Como resultado de su celo se organizó recientemente una nueva congregación en Seúl. Uno fue nombrado superintendente, el otro su auxiliar. Entre los dos tienen solamente una pierna. Sí, el amor no se desanima fácilmente.
◆ Un Testigo chino que vive en Trinidad nos suministra otro ejemplo. Su congregación estaba edificando un Salón del Reino y determinó ayudar de algún modo aunque era paralítico inválido en sillón de ruedas. ¿Qué podría hacer? Mediante un artefacto ingenioso que se calza sobre su mano inválida y con la ayuda de su madre devota pudo tener un lapicero y un pincel, y aprendió por sus propios medios a escribir y pintar.
Por ese tiempo la Sociedad de Arte local comenzó a buscar a alguien que exhibiera sus propias pinturas en la apertura de su nuevo Centro del Arte. Aceptando el desafío, el chino produjo treinta y tres pinturas, óleos y acuarelas, en menos de tres meses, para esta exposición de arte. En la misma noche de apertura se vendió la mitad de sus pinturas, y todas menos dos o tres para cuando se cerró la exposición. Después de haberse pagado todos los gastos la ganancia neta ascendió a una suma apreciable, la cual él dio como su contribución para el fondo de la construcción del Salón.
◆ Ilustran este mismo principio de que el amor no se desanima fácilmente los casos de varios ministros precursores especiales de tiempo cabal que sirven en Guatemala. Uno de éstos, un hermano soltero de educación académica limitada, fue asignado a un pueblo en el cual no había Testigos. El mismo vivió en una choza para poder contribuir de sus escasos recursos al alquiler de una pequeña habitación que servía de Salón del Reino. No ponía reparos a tener que levantarse a las 3 de la mañana para estudiar y prepararse para las reuniones de congregación, ni a caminar quince o veinte kilómetros por caminos polvorientos para visitar a personas de buena voluntad, ni a viajar largas distancias en un ómnibus decrépito o trenes lentos para conducir estudios bíblicos en platanares o cafetales. Hoy en este lugar hay una feliz congregación de cincuenta Testigos. Y por concurrir a sus reuniones de congregación ellos hacen los mismos esfuerzos que hizo este ministro para llevarles la verdad de la Biblia.
◆ También está la pareja ministerial que vendió sus reducidos bienes para servir en un lugar distante de Guatemala, al cual tuvieron que ir por avión. Debido a su celo amoroso se ha establecido allí una congregación de quince Testigos. Como resultado de los métodos altruistas y eficientes de entrenar del esposo dos miembros de la congregación se capacitaron para ser enviados a aún otros lugares para servir como ministros precursores especiales de tiempo cabal. Aunque a él mismo bien podrían haberle sido útiles estos dos en su propia asignación, no quiso retenerlos sino que vio la importancia de que sirvieran donde la necesidad era mayor. ¡Acompañó a uno de éstos a su asignación aun cuando implicó no solamente un viaje de ocho horas por ómnibus, sino después una marcha de doce horas en caminos de montaña! Verdaderamente hoy día, tal como en los días de los apóstoles, los ministros cristianos dan pruebas de que el amor no se desanima fácilmente.