Ministros jóvenes producen fruto
NINGÚN niño que tiene la edad suficiente para hablar es demasiado joven para ser testigo de Jehová Dios. Y no solo pueden dar testimonio sino que pueden producir fruto, como lo muestran claramente las siguientes experiencias tomadas del Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1962:
● Un ama de casa Testigo en Bélgica repetidamente trataba de interesar a su vecina en el reino de Jehová pero sin tener éxito. Luego un día esta vecina la visitó y le pidió una Biblia y un estudio bíblico en su casa. ¿Qué había efectuado el cambio? Los hijos de la Testigo habían estado dando el testimonio a sus compañeros de juego y éstos, a su vez, le dijeron a su madre lo que habían oído, despertando su interés.
● A menudo es cierto que los adultos prestan más atención a un ministro joven que a uno de su propia edad. Así, en una ciudad haitiana donde había poca asistencia a los discursos públicos sobre la Biblia, un domingo el Salón del Reino estaba totalmente lleno. ¿A qué se debió esto? Casi todos los recién llegados habían respondido a la invitación directa de una niña de ocho años que había visitado a todos sus vecinos para hablarles en cuanto a los discursos bíblicos.
● En Grecia una Testigo de catorce años que entró en una clínica para una operación llevó consigo su ayuda para estudio de la Biblia De paraíso perdido a paraíso recobrado. Haciendo uso hábil de sus oportunidades, ella despertó el interés del director cirujano de la clínica a tal grado que él usó tiempo cada noche durante ocho días en estudiar el libro con ella. Al salir ella él se suscribió prestamente a La Atalaya y ¡Despertad! e hizo arreglos para tener un estudio bíblico en su oficina, celebrándose dos veces por semana. El estudio está continuando y ahora él asiste a las reuniones de los testigos de Jehová.