Predicando en toda la Tierra habitada
EXACTAMENTE dos días antes de su muerte Jesús pronunció una profecía que había de cumplirse durante la segunda presencia de él, exactamente antes del fin del sistema de cosas. Entre otras cosas, él dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada como testimonio a todas las naciones.”—Mat. 24:14.
Enfoque su atención sobre estas palabras de Jesús por un instante. Considere lo que sería necesario para cumplirlas. ¡Piense en el tiempo, energía, dinero, brazos de que se dispone y la organización envuelta, sin mencionar la anuencia, determinación y valor de los predicadores! ¡Qué tremenda empresa, el predicar el reino de Dios a los miles de millones de habitantes de la Tierra!
Pero dado que Jesús dijo que se haría tal predicación del Reino, y dado que los sucesos sin paralelo de esta generación señalan a éste como el tiempo para que se lleve a cabo, surge la pregunta: ¿Qué se está haciendo acerca de ello? Más que lo que muchas personas comprenden. Habiendo identificado junto con nosotros, en el artículo anterior, la organización que está llevando a cabo la testificación del Reino de la manera que bosqueja la Biblia, usted obtendrá mucho provecho al considerar sus operaciones mundiales.
PRESENTES OFICINAS PRINCIPALES
Así como Jerusalén fue el lugar donde estuvo situado el centro de operaciones de la congregación cristiana del primer siglo, así hoy el centro de operaciones que dirige la obra de predicación del Reino en todo el mundo está ubicado estratégicamente en Brooklyn, Nueva York. Si una persona entra en Brooklyn ya sea por el puente de Manhattán o el puente de Brooklyn, verá dos edificios grandes de color crema, con bordes de color verde, que se extienden desde un puente hasta el otro. En esta ubicación ideal, junto a los mejores medios de embarque del mundo, y donde pueden ser vistos por millares de personas todos los días, se hallan las imprentas del centro de operaciones de los testigos de Jehová que diariamente producen centenares de miles de Biblias, libros y revistas que anuncian el reino de Dios.
A unos breves diez minutos de caminar, dominando con la vista la famosa bahía de Nueva York y exactamente al otro lado del río donde están los rascacielos del extremo inferior de Manhattán, se hallan dos atractivos edificios de ladrillo rojo, de doce pisos, coronados por torres rectangulares. Este es el centro internacional de operaciones de la Sociedad Watchtower, y es el hogar del personal de las oficinas principales y de los estudiantes que asisten a la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Esta escuela bíblica, las oficinas que dirigen la obra de predicación en todo el mundo y la sucursal estadounidense de la Sociedad se encuentran en estos edificios. Pero, exactamente, ¿qué se hace aquí en conexión con la obra de predicación del Reino en todo el mundo que predijo Jesús? Visitemos el centro de operaciones de la Watchtower y veámoslo por nosotros mismos.
VISITA A BETEL
Tan pronto se ven los dos edificios grandes de las oficinas principales en el agradable vecindario residencial de Columbia Heights, el visitante se impresiona inmediatamente por su tamaño. Cada uno se eleva a más de 33 metros en el aire y abarcan la mejor parte de dos manzanas de casas de ciudad. Por lo tanto, uno no se sorprende al saber que pueden alojar cómodamente a 950 personas, dos en cada habitación. Para llegar a la entrada del más nuevo de los dos edificios uno entra por un portón de hierro forjado y prosigue por un paseo de 38 metros que pasa por un hermoso jardín engalanado con una abundancia de flores multicolores. Este lugar se llama Betel, porque ese nombre significa “Casa de Dios.”
Todos los que viven en Betel son ministros ordenados de los testigos de Jehová, quienes, como sus más de 900,000 compañeros ministros a través del mundo, están interesados vivamente en que sea predicado el mensaje del reino de Dios en toda la Tierra habitada. Por esa razón cada uno de ellos considera un privilegio el desempeñar cualquier tarea en Betel para adelantar esa obra de predicación. Esto lo hacen voluntariamente sin ninguna recompensa material salvo el alimento y abrigo del hogar y una ayuda de 14 dólares al mes para artículos de primera necesidad personales.
Aunque hace doce años solo se necesitaban 355 personas para encargarse del trabajo en Betel, hoy hay 654 miembros de la familia, que representan 33 nacionalidades. Además, actualmente 103 estudiantes de Galaad de 52 países asisten a la escuela aquí, y una nueva clase se inscribe cada año. ¡Verdaderamente una familia internacional, y no obstante qué maravillosa unidad y amor existen entre ellos! Una idea en cuanto a cómo esta familia, así como los testigos de Jehová en todo el mundo, puede vivir en tal paz y unidad se obtendrá al considerar el comienzo de un día típico.
A las 6:30 a.m. suena un timbre a través de los edificios para despertar a los de la familia, y unos cuantos minutos antes de las siete comienzan a salir de sus habitaciones y a llenar las escaleras que conducen al sótano, donde se hallan dos enormes comedores, con capacidad para 950 personas. Los que viven en el nuevo edificio pueden llegar a los comedores pasando por un amplio pasadizo subterráneo debajo de la calle.
A las siete en punto el presidente, o si él está ausente, el vicepresidente, pide que se lea el texto bíblico para el día, del Yearbook of Jehovah’s Witnesses. Luego pide a ciertas personas, a quienes se ha notificado con anticipación, que contesten preguntas relativas al texto bíblico para el día. Cada uno de ellos ha pasado considerable tiempo en prepararse, y sus excelentes comentarios se oyen por el sistema de altoparlantes en ambos comedores. Regularmente, pasando varias semanas, a cada miembro de la familia le toca su turno para participar en las discusiones matutinas, a la conclusión de las cuales el presidente agrega sus observaciones. Luego se ofrece una oración antes de servirse el desayuno. Estas consideraciones espirituales diarias de veinte a treinta minutos graban la ley justa de Dios en la mente y el corazón, y lo animan a uno a seguir Su Palabra a través del día. Es a tal consideración de la Palabra de Dios que los testigos de Jehová instan a la gente en su obra de predicación en toda la Tierra. Resultan verdaderos beneficios.
Después de quince o veinte minutos, se concluye el desayuno con oración y los miembros de la familia se dirigen a sus tareas asignadas en el hogar y en las fábricas, y los estudiantes atraviesan la calle hacia sus salas de clase que están en el segundo piso del nuevo edificio. Para las 8:00 a.m. las prensas están girando, las máquinas de escribir están sonando y las personas que tienden las camas y hacen la limpieza de la casa están en plena actividad.
VISITA A LAS FÁBRICAS
Tal vez se pregunte usted qué hacen los 420 ministros que se dirigen a las fábricas. Al acercarse a los dos edificios, uno de los cuales es de nueve pisos y el otro de trece, y abarcan dos cuadras de ciudad, usted puede apreciar que se necesitarían por lo menos esas personas para encargarse del trabajo. ¡Pues estas fábricas tienen 32,887 metros cuadrados de piso! Pero esto se requiere para atender la grande cantidad de trabajo que se necesita para facilitar la predicación del Reino en todo el mundo.
En el piso trece de la nueva fábrica se encuentran archivadas más de 1,500,000 placas que contienen la dirección de los suscriptores de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Allí también verá usted dieciséis grafotipos que graban las placas. Abajo en la sala de prensas del sexto piso, donde los dos edificios están unidos por un puente que va de un lado al otro de la calle, se hallan dos prensas de platina y dieciséis grandes prensas rotativas, tres de ellas pudiendo producir casi 500 revistas por minuto cada una. La mitad de estas prensas se ha comprado durante los últimos seis años para ir al mismo paso con la tremenda demanda de literatura bíblica por los publicadores del Reino.
Durante 1961, se imprimieron 115,111,230 revistas La Atalaya y ¡Despertad! 5,567,364 Biblias y libros encuadernados, así como millones de folletos. En conjunto, se imprime literatura en 128 idiomas en Brooklyn. En otras imprentas de la Watch Tower a través del mundo, donde se imprime literatura en otros treinta y cuatro idiomas, se produjeron otros 69,000,000 de revistas La Atalaya y ¡Despertad! en 1961. Eso representa más de medio millón de revistas cada día del año que salen para ser usadas por los publicadores del Reino.
Durante su visita a la fábrica usted se interesará en ver los veintidós linotipos-más que los que se hallan en muchas fábricas grandes de periódicos. Se usan para componer estas veintenas de publicaciones en tipo metálico. El departamento de planchas hace planchas curvas del tipo metálico para la impresión en las prensas rotativas, y los dos grandes tanques de níquel revisten las planchas con una película de níquel para poder imprimir más de un millón de revistas sin gastarse. En el recorrido a través de la fábrica también se ven trece prensas más pequeñas de platina y para impresión de remiendos. Cada año éstas imprimen un sinnúmero de millones de formularios de varias clases, así como unos 145 millones de hojas sueltas que se usan para anunciar conferencias bíblicas.
Usted no querrá perderse el departamento de encuadernación. Es fascinador observar a los libros progresar a través de la máquina que forra el lomo de ellos y finalmente hasta la máquina de encuadernar, donde se pone la cubierta. Con las tres máquinas que se usan aquí, se encuadernan 30,000 libros y Biblias al día, en promedio. El departamento de encuadernación ya ha hecho más de 2,300,000 copias de la New World Translation of the Holy Scriptures desde que se completó la primera en abril de 1961.
Pero quizás usted halle igualmente interesantes el taller donde se hace tinta, el taller de maquinaria y la carpintería igualmente interesantes. Sí, la Sociedad Watchtower hace su propia tinta, ¡más de cien toneladas de ella al año en unos cincuenta colores! También fabrica toda su propia pintura, más de 9,400 litros en 1961, para mantener atractivos sus edificios adentro y afuera. Ochenta toneladas de engrudo y cola se hicieron aquí también para usarlos en encuadernar los libros y las Biblias y para envolver las revistas.
Las hermosas cómodas, libreros y escritorios que se usan para amueblar las habitaciones de la casa Betel, todos se hicieron en esta carpintería moderna. Y varias máquinas que hemos visto en nuestro recorrido por la fábrica, como las cuatro envolvedoras de revistas y la máquina que pone la última hoja en blanco entre la cubierta y el libro, fueron diseñadas y fabricadas por los ministros que trabajan en el taller de maquinaria. Estos departamentos ahorran decenas de miles de dólares cada año en gastos de funcionamiento, dinero que puede usarse directamente para facilitar la obra de predicación.
Al regresar uno a la casa Betel para gozar de la comida con esta gran familia cristiana, uno no puede menos que apreciar que aquí hay una organización que es sería en cuanto a cumplir la profecía de Jesús concerniente a la predicación del mensaje del Reino en toda la Tierra habitada.
GRANJAS DE LA SOCIEDAD WATCHTOWER
Mientras usted se halla sentado en el comedor usted puede maravillarse de la tremenda cantidad de alimento que se necesita para alimentar a estos centenares de trabajadores con hambre. Pues solo para servir gallina en una sola comida se necesitan 140 gallinas, y la familia consume el equivalente de un novillo de buen tamaño ¡en solo dos comidas! Puede interesarle a usted el saber que la mayor parte de este alimento se produce en las dos granjas que maneja la Sociedad Watchtower: una ubicada a unos 113 kilómetros al oeste en Nueva Jersey, conocida como Mountain Farm, y la otra a 410 kilómetros al norte, cerca de Ithaca, Nueva York, llamada Kingdom Farm. En cada una de estas granjas una familia de ministros trabaja para suplir necesidades materiales de sus hermanos cristianos de Betel.
ESCUELAS EXTIENDEN PREDICACIÓN DEL REINO
También, ubicada en Kingdom Farm, está una Escuela del Ministerio del Reino que ofrece un curso de un mes de entrenamiento especializado y estudio bíblico a los superintendentes de congregación y a representantes especiales de los testigos de Jehová a través de los Estados Unidos. Desde su comienzo en marzo de 1959, 2,281 estudiantes han terminado el curso aquí, y escuelas como ésa también funcionan en muchos países a través del mundo. Pero usted tal vez se pregunte cuál es la diferencia entre esta escuela y la Escuela de Galaad cuyas hermosas aulas y la biblioteca de 10,000 volúmenes se hallan en Betel en Brooklyn.
Durante la segunda guerra mundial el presidente de la Sociedad Watch Tower concibió la idea de una escuela para entrenar a los misioneros a fin de llevar el mensaje del Reino a lugares distantes. Esta idea recibió la aprobación entusiástica de la junta directiva, y en febrero de 1943 principió la primera clase de la Escuela de Galaad en Kingdom Farm. Hasta que esta escuela fue mudada a las oficinas principales de Brooklyn en 1961, 3,638 estudiantes de 95 países habían completado su curso de cinco meses y habían sido enviados a más de 100 países diferentes. Dieron principio a la obra de predicación en muchos de estos lugares, y en el curso de los años se unieron a ellos literalmente millares de ministros compañeros que respondieron al mensaje.
Ahora la Escuela de Galaad en Brooklyn tiene un curso de diez meses por medio del cual está entrenando a ministros maduros a cuidar de esta organización grande de predicadores que ha sido edificada en otros países. De esta manera la organización mundial de testigos de Jehová está dirigida en armonía con las Escrituras y el modelo que se sigue en las oficinas principales. Estos hombres también están recibiendo instrucción práctica y experiencia en todos los rasgos de la imprenta para que las fábricas que hay en otros países funcionen eficazmente.
En 187 países a través del mundo los testigos de Jehová predican un solo mensaje unido concerniente al reino de Dios. El crecimiento de esta obra de predicación y cómo se lleva a cabo resultarán ser interesantes para usted, porque aunque el mensaje es el mismo, las costumbres de la gente y la manera en que la gente reacciona al mensaje a menudo son muy diferentes.
EURASIA
La Europa asolada por la guerra ha sido un campo fértil para la predicación de las buenas nuevas del Reino, mientras que en Asia el progreso ha sido más lento debido a la esclavitud de los pueblos a tradiciones paganas arraigadas profundamente que hacen difícil que la verdad bíblica sea aceptada. Aunque en el año bélico de 1942 solo hubo 22,796 testigos de Jehová en trece países en Europa y 406 ministros en seis países asiáticos, diez años más tarde el número combinado había aumentado por cerca de siete veces, a 161,141 en cuarenta y tres países. Desde entonces el número de predicadores del reino en Europa y Asia ha aumentado a lo doble, pasando de 349,000, y están activos en ambos lados de la Cortina de Hierro.
En diez países detrás de la Cortina de Hierro más de 120,000 testigos de Jehová están ocupados predicando el mensaje del reino de Dios, y para muchos esto ha resultado en encarcelación y muerte. Cuatro de los estudiantes que asistieron a la clase de Galaad de 1962 habían pasado un total de veinticinco años en prisiones comunistas; no obstante, continuaron estudiando y predicando. Uno de ellos dijo de qué manera hicieron esto: “Durante nuestra marcha de quince minutos en el patio de la prisión cada día susurrábamos al preso que iba adelante de nosotros cuando el guardia no miraba. Sabíamos que si éramos descubiertos eso querría decir tres semanas de aislamiento absoluto. Mas la predicación tenía que hacerse y por eso usábamos este método para hacerla. Realmente nuestros hermanos eran un problema para los guardias de la prisión. Sabían que si nos ponían juntos estudiaríamos todo el día, y que si nos separaban predicaríamos a todos los que fuera posible.”
En la Europa occidental la obra de predicación se hace libre de la restricción que se encuentra detrás de la Cortina de Hierro, y está aumentando maravillosamente. A medida que la gente y las autoridades se familiarizan mejor con lo que los testigos de Jehová están haciendo, escuchan su mensaje, y tienen gusto en que ellos celebren asambleas en sus ciudades. Por ejemplo, en Holanda, donde después de la guerra a los testigos de Jehová generalmente se les miraba con sospecha y animosidad, su obra ahora se menciona favorablemente en la prensa, y recientemente fueron invitados por una estación de radio de Amsterdam para presentar un programa que explicara su organización y creencias.
La mayor parte de la literatura que se usa a través de Europa se imprime en sus varios países. En la Gran Bretaña, donde se ha alcanzado un número máximo que excede de 49,000 publicadores, más de 18 1⁄2 millones de revistas de La Atalaya y ¡Despertad! se imprimieron en su nueva fábrica en 1961. En la Alemania Occidental hay más de 70,000 testigos de Jehová predicando, y tienen una casa Betel y fábrica grandes en una sección hermosamente plantada de árboles cerca de Wiesbaden. El año pasado cerca de 19 millones de ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! se imprimieron allí. Fábricas en Dinamarca, Suecia, Finlandia y Suiza anualmente también producen millones de ejemplares de estas revistas bíblicas en varios idiomas europeos.
Aunque la obra de predicación en Asia no está tan extendida como en Europa, se está logrando buen progreso en algunos lugares. El hablar a estas personas de Oriente con respecto al reino de Dios es bastante diferente de hablar a los europeos. Es interesante escuchar a los ministros de lugares como el Japón y Corea describir la obra de predicación en esos países. Dicen que la gente es muy cortés. En muchas casas se le invita a la persona a entrar y se le da la oportunidad de dar su sermón bíblico. Pero, naturalmente, uno tiene que quitarse los zapatos antes de entrar en la casa; entonces puede ser que se le ofrezca un cojín sobre el cual sentarse en el piso.
A la gente asiática le gusta la educación y por lo general está dispuesta a discutir las cosas. Como regla, prestamente aceptará literatura bíblica cuando se ofrece. Sin embargo, los vínculos de familia que la mantiene bajo tradiciones religiosas de siglos de antigüedad son muy fuertes, y a menudo es difícil librarse y ponerse de parte de la verdad bíblica. Mas cuando lo hace, como lo están haciendo crecientes números, la verdad tiene un efecto reformatorio asombroso en su vida, y llegan a ser predicadores celosos de ella. Un 7 por ciento de los testigos de Jehová en Corea lo componen ministros de tiempo cabal que emplean por lo menos cien horas predicando cada mes, y más de 1,000 de los 4,200 Testigos han participado en alguna ocasión en este ministerio de tiempo cabal.
Aunque la respuesta a la obra de predicación ha sido lenta en la India, habiendo menos de 2,000 Testigos allí, algunos recién interesados han mostrado celo excepcional. Una carta recibida recientemente de allí nos habla con respecto a varias familias grandes que han aceptado la verdad. “Han construido su propio Salón del Reino y son celosos y están unidos en la verdad. Aun los niñitos de diez años de edad pueden dar el entero sermón osada y eficazmente por sí mismos. Su uso de la Biblia es elogiable. . . .
“En algunos de los territorios hay problemas de distancia y de viajar. A fin de llegar al territorio a las diez de la mañana tienen que salir a las 7:30 a.m. y emprender el viaje en dos o tres botecitos de remos en el río. Llegan al territorio solo después de viajar por el río seis u ocho kilómetros y andar a pie cinco o seis kilómetros a través de campos y selvas, y luego abordando un autobús por unos cinco kilómetros.” Pero están determinados a participar en predicar las buenas nuevas.
ÁFRICA
Probablemente en ningún otro continente ha tenido tan tremendo efecto la obra de predicación de los testigos de Jehová como en Africa. Entre los que llegan a ser Testigos las supersticiones, creencias y prácticas paganas han sido desechadas y las personas se han conformado a las altas normas morales de la Biblia, incluyendo el requisito de ser fieles a un solo cónyuge. El aprecio a la verdad bíblica ha motivado a estos africanos a llegar a ser ministros eficaces, con el resultado de que el número de predicadores del Reino en Africa aumentó a siete veces la cantidad de diez años antes, de 10,070 en 1942 a 72,228 en 1952. Desde entonces éstos casi han aumentado a lo doble, a más de 134,000 ministros de las buenas nuevas.
Funcionarios del Gobierno y patrones sencillamente están asombrados por la transformación en los africanos que llegan a ser testigos de Jehová. Llegan a ser los trabajadores más confiables y seguros, y la mayor parte de ellos sabe leer y escribir como resultado de las clases de lectura y escritura conducidas en los Salones del Reino. Pero lo más digno de atención de todo es sus enormes asambleas, donde, en ocasiones, más de 30,000 testigos de Jehová de muchas tribus diferentes se han reunido en compañerismo pacífico. Los oficiales del Gobierno que han asistido para ver por sí mismos cómo pudo lograrse tal cosa se han maravillado.
En algunos lugares aldeas enteras han llegado a ser testigos de Jehová, y esto ha hecho necesario el viajar a otros lugares a fin de predicar. Tal expansión notable de la obra de predicación ha hecho que Rhodesia del Norte tenga un publicador del Reino por cada 81 personas; Nyasaland, uno por cada 194 personas; y Rhodesia del Sur, uno por cada 245 habitantes. Hace tres años se estableció una casa Betel y fábrica grande en Johannesburgo, en el Africa del Sur, donde más de dos millones de revistas La Atalaya y ¡Despertad! se imprimen en un año en nueve idiomas africanos. Ya no se le puede llamar a Africa el continente tenebroso, hablando espiritualmente.
ISLAS DEL MAR
El mensaje del Reino hasta ha penetrado en las islas que se extienden en una grande región del Atlántico, el Caribe, el Mediterráneo y el Pacífico. En muchas de estas islas, incluyendo a las Filipinas, Australia y Nueva Zelandia, las buenas nuevas del Reino han tenido una calurosa recepción. Mientras que allá en 1942 había solo 5,570 predicadores del Reino en nueve islas, diez años más tarde el número había aumentado a 44,111 que predicaban en 27 islas. Pero ahora el número de predicadores ha aumentado a lo doble, subiendo a más de 89,000, que están llevando las buenas nuevas a más de 60 islas y grupos de islas del mar.
Una carta recibida recientemente de las islas Salomón da una idea de cuán notablemente es recibido a veces el mensaje del Reino. Algunos aldeanos habían llegado a estar descontentos con la religión traída por los misioneros de la cristiandad y por eso establecieron su propia religión. Como estaban interesados en la religión, cuando se enteraron de la obra de los testigos de Jehová enviaron algunos representantes a la ciudad capital de Honiara a investigar. Estos trajeron un informe favorable. De hecho, uno de ellos quedó tan impresionado que construyó un Salón del Reino adelantándose al tiempo cuando vinieran los testigos de Jehová.
Por fin, cuando llegaron cuatro publicadores del Reino, más de 450 nativos se reunieron para escuchar la conferencia pública. Después se hicieron arreglos para conducir un programa docente durante la siguiente semana. Se celebraron clases con unos 150 concurrentes. Comenzaban a las 6:30 de la mañana y continuaban hasta después de medianoche. ¿El resultado? “Después de mucha persuasión y argumentación que es imposible poner en una sola carta, todos los maestros y pastores se decidieron a favor de la verdad. Las más de veinte iglesias fueron llamadas ahora Salones del Reino y las veintiocho aldeas están estudiando los nueve sermones que les dejamos. Todos ellos estuvieron realmente entusiasmados y enviaron conmigo veinte libras esterlinas para comprar “pizarrones” y gis. Los anteriores maestros y pastores están publicando y enseñando ahora a los otros mediante los sermones. Han abandonado todos sus ritos y están tratando de seguir la manera en que hacemos las cosas tan de cerca como les es posible.” Y así es como el mensaje del Reino llega a las remotas islas del mar.
AMÉRICA DEL SUR
Después de siglos de dominio católico romano el analfabetismo es la regla general entre la gente de este continente, los hijos ilegítimos son muchos y el matrimonio consensual es práctica normal. En tal atmósfera la predicación del Reino tuvo un comienzo lento, con solo 807 ministros en 1942; para 1952 éstos habían aumentado a 11,795, pero ahora más de 45,000 están activos predicando en todos los países de la América del Sur. En años recientes la obra de los testigos de Jehová ha obtenido extensa atención pública en todo país de la América del Sur.
En la ciudad e inmediaciones de São Paulo, al sur del Brasil, por ejemplo, hay más de 70 congregaciones de testigos de Jehová y más de 5,500 predicadores del Reino. Semanalmente el mensaje del Reino se mantiene ante la atención de la gente de esta región por medio de un programa de televisión que se calcula que tiene 1,500,000 “televidentes.”
En enero del año pasado, cuando los testigos de Jehová celebraron una asamblea nacional en São Paulo los funcionarios les dieron la bienvenida y los ayudaron a resolver varios problemas en conexión con la asamblea. Por medio de la radio, TV y 99.06 metros de columnas de publicidad en los diarios se anunció bien la asamblea. ¿Cuál fue la respuesta del público? ¡Asombrosa! Aunque hay menos de 30,000 publicadores del Reino en todo el Brasil, ¡más de 48,000 personas vinieron a escuchar la conferencia pública “Cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios”!
AMÉRICA DEL NORTE
En la América del Norte, donde están situadas las oficinas principales que dirigen esta obra de predicación en todo el mundo, se han realizado aumentos constantes, no solo en los Estados Unidos, sino también en el Canadá, México y la América Central. El número de predicadores ha crecido de 75,589 en 1945, a 168,752 en 1952, a más de 345,000 que ahora están llevando el mensaje del reino de Dios a los pueblos desde Alaska hasta Panamá.
A través del mundo el número de predicadores del Reino pasa de 950,000. Cada semana se comunican con decenas de millones de personas, y con muchas de éstas celebran discusiones bíblicas en sus hogares. “En toda la tierra habitada” se están predicando estas buenas nuevas del Reino, en imitación del ejemplo puesto por Cristo Jesús y en cumplimiento de su profecía concerniente a nuestro día. No se está haciendo de manera superficial, sino con el mayor apremio, porque, como Jesús dijo, la predicación de las buenas nuevas del Reino será seguida del fin de este inicuo sistema de cosas en la guerra de Dios del Armagedón.—Mat. 24:14; Apo. 16:16.
Centenares de miles de hombres, mujeres y jóvenes dedicados, impulsados por amor a Dios y amor al prójimo, están participando celosamente en esta obra vital, prescindiendo de los obstáculos a que se enfrentan. Decenas de miles más se están uniendo a ellos en la obra cada año. ¡Ahora es el tiempo para que usted también se aproveche de la oportunidad de ponerse de parte de Jehová Dios y de su reino y así llenar los requisitos para las bendiciones eternas de su justo nuevo mundo!
[Ilustración de la página 57]
Oficinas principales internacionales de los testigos de Jehová
[Ilustración de la página 58]
Imprentas de la Watchtower, Brooklyn, N. Y.