Textos diarios para agosto
16 Ustedes son la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad cuando está situada sobre una montaña.—Mat. 5:14. A 15/2/63 46, 47
17 El quinto derramó su tazón sobre el trono de la bestia salvaje. Y su reino se oscureció, y empezaron a roerse las lenguas de dolor, pero blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron.—Rev. 16:10, 11. A 15/5/64 11
18 Paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios.—Mar. 12:17. A 15/6/63 14a
19 El reino de Dios no significa el comer y el beber, sino justicia y paz y gozo con espíritu santo.—Rom. 14:17. A 15/9/63 11a
20 Con toda forma de oración y ruego . . . [ocúpense] en orar en toda ocasión en espíritu.—Efe. 6:18. A 15/7/63 8-10a
21 Recuerda, ahora, a tu magnífico Creador en los días de tu juventud como hombre, antes que procedan a venir los días calamitosos.—Ecl. 12:1. A 1/11/63 15
22 El amor edifica.—1 Cor. 8:1. A 1/12/63 19a
23 Cante yo a Jehová, . . . Jehová es persona varonil de guerra.—Éxo. 15:1, 3. A 15/3/64 51, 52
24 Exactamente como Nemrod un poderoso cazador en oposición a Jehová.—Gén. 10:9. A 15/2/64 12, 14
25 Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el aceite de alborozo más que a tus socios.—Heb. 1:9. A 1/9/63 5a
26 Los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.—Rev. 16:16. A 15/5/64 12
27 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi calzada.—Sal. 119:105. A 15/7/63 10, 11
28 Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer.—2 Tim. 3:14. A 1/5/64 10, 11
29 Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.—Efe. 4:32. A 1/7/63 11-13a
30 Hállense persistiendo en la oración, permaneciendo despiertos en ella con acción de gracias.—Col. 4:2. A 15/7/63 10, 11a
31 Por eso se le dio el nombre de Babel, porque allí Jehová había confundido el lenguaje de toda la tierra, y Jehová los había dispersado desde allí sobre toda la superficie de la tierra.—Gén. 11:9. A 1/6/64 25
Explicación para el encuentro del comentario sobre estos textos: Los números a continuación de la fecha de la Atalaya se refieren a los párrafos en el primer artículo del estudio. Cuando hay una “a” después del número del párrafo, el comentario se hallará en el segundo artículo del estudio; cuando se muestra una “b,” se refiere al tercer artículo del estudio.