Una abundancia de días de fiesta
● Probablemente no pase un año en el cual usted no sea interrumpido en su horario o actividades por algún día de fiesta que se le haya olvidado. Si hubiera usted vivido en la Roma antigua durante los días de Julio César, sus problemas con una sobreabundancia de días de fiesta hubiera sido peor. En la década de 40 a 30 a. de la E.C. los romanos tenían más de cien días de fiesta cada año, a menudo envolviendo ofrendas y sacrificios religiosos. ¡Cómo deben haber resaltado en contraste los cristianos asiduos después de 33 E.C., puesto que el único día durante el año, que celebraban era la observancia anual de la muerte de Cristo!—Luc. 22:19.