¿Confía usted en Dios, o en los hombres?
“POR supuesto que creo en Dios. ¡No soy ateo!” Quizás ésa sería su respuesta si alguien le preguntara si usted cree en Dios o no. Sin embargo, ¿cuán profunda es su creencia en Dios? ¿A qué grado influye en su modo de pensar y conducta? ¿Hace que usted confíe plenamente en la sabiduría divina?—2 Sam. 22:31.
Piense, por un momento, en lo que usted hace cuando afronta un problema. ¿Adónde se dirige usted para obtener consejo? ¿Confía usted en que lo guíen los dichos sabios de los filósofos mundanos? ¿Pide consejo a sus amigos? ¿O se dirige a Dios, abriendo su ejemplar de Su Palabra, la Biblia, para ver qué principios piadosos pueden aplicarse al asunto? Las personas que creen en Dios confían en él y diligentemente se esfuerzan por conocer y aplicar su sabiduría en su vida. ¿Lo hace usted?—Sal. 118:8, 9.
Considere su vida de familia. ¿Aplica su familia principios bíblicos en su habla y conducta? ¿Son las promesas de Dios el tema de muchas de sus conversaciones? Las familias que confían en Dios le hablan con regularidad en oración. ¿Hace su familia estas cosas?—Col. 4:2.
¿Qué hay de su empleo? ¿Hace el predominio de la falta de honradez que usted exhiba lo mismo? Si usted trabaja por su cuenta, ¿cómo procede? ¿Confía usted en los principios de Dios? ¿Qué hay de sentirse tentado a defraudar a sus clientes o a la compañía de seguros o a violar disposiciones reglamentarias contra incendios o de salubridad para ahorrar dinero? El que verdaderamente cree en Dios, confiando en Su sabiduría, se esfuerza por agradarle haciendo lo honrado.—Heb. 13:18.
Analice su punto de vista en cuanto al futuro. ¿Ha quedado usted más impresionado con el hecho de que los hombres han andado en la Luna que con las promesas animadoras de Dios de convertir esta Tierra en un paraíso hermoso? ¿Cree usted que el modo de pensar evolucionista de los científicos es más confiable que la Palabra de Dios, la Biblia? ¿Cree usted firmemente en la promesa de Dios de remover toda iniquidad de la Tierra?
Pero algunos quizás se pregunten cómo pueden estar seguros de que lo que la Biblia dice realmente proviene de Dios. Si uno verdaderamente cree en Dios, debe interesarse suficientemente para hacer una investigación. ¿Ha leído usted personalmente toda la Biblia? Allí en sus páginas usted encontrará amplia evidencia de que verdaderamente es la Palabra de Dios y de que todas las cosas que predice se cumplirán. Esta revista que usted está leyendo es un instrumento útil que le ayudará a aprender el mensaje de la Biblia. Lo estimulará a usted a confiar plenamente en el Único que puede traer paz eterna a esta Tierra, a saber, Jehová Dios. Pruebe esto para su propia satisfacción leyendo los artículos que siguen.