‘Bendito es El que viene como Rey’
Un artículo preparado especialmente para que los padres lo lean con sus hijos
¿SABES tú el padrenuestro? ¿Puedes decirme lo que dice? Déjame oírte decirlo. Si no recuerdas cómo es, lo leeremos juntos de la Biblia en Mateo, capítulo seis, versículos nueve al trece.
Bueno, en esa oración dice: “Venga tu reino.” ¿Qué significa eso? ¿Qué es un reino? ¿Sabes?
Un reino es un gobierno. Y tú sabes lo que es un gobierno, ¿verdad? Todos los países tienen gobierno. El gobierno dirige al país.
En un gobierno hay alguien que es la persona principal o el gobernante. En algunos países a esta persona se le llama el presidente. Pero, ¿sabes cómo se le llama al gobernante del gobierno de Dios? Es el rey.
¿Quién hace a una persona presidente o gobernante de un gobierno? ¿Sabes eso? Muchas veces la gente lo escoge. Votan por él para hacerlo presidente. O puede que nada más la persona nazca de cierta familia y por eso llegue a ser gobernante.
Pero para el reino de Dios Jehová mismo ha escogido al rey. ¿Sabes quién es ese rey? Es Jesucristo. Él es mejor que cualquier gobernante que escojan los hombres. Jesús tiene más poder que cualquiera de esos gobernantes. Y Jesús ama a Dios de veras; por eso siempre hace lo que es correcto.
Hace mucho tiempo en Israel los nuevos reyes entraban en Jerusalén montados en un pollino o burrito para que la gente los viera. Eso fue lo que hizo Jesús.
Justamente fuera de Jerusalén había una aldea pequeña que se llamaba Betfage. Al venirse acercando a ella Jesús, dijo a dos de sus discípulos: ‘Entren en esa aldea, y hallarán un pollino. Desátenlo y tráiganmelo.’
Los discípulos hicieron tal como les dijo Jesús. Y cuando le trajeron el pollino a Jesús, Jesús se sentó sobre él. Rápidamente corrió la noticia de que Jesús venía a Jerusalén, y una grande muchedumbre de personas salió a recibirlo.
Al venir cabalgando Jesús, la mayor parte de la muchedumbre empezó a poner sus prendas exteriores de vestir por el camino enfrente de él para mostrarle su amor. Otros cortaron ramas de los árboles y las pusieron por el camino. Y la muchedumbre se regocijó y alabó a Dios en voz alta.
La gente se alegró de dar la bienvenida a Jesús. Gritaban: “¡Bendito es El que viene como el Rey en el nombre de Jehová! ¡Paz en el cielo, y gloria en las supremas alturas!”
Pero no todo el mundo estaba contento porque Jesús estuviera entrando en Jerusalén cabalgando como rey. A los líderes religiosos no les gustó. Hasta le dijeron a Jesús: ‘Maestro, di a tus discípulos que se callen.’ Pero Jesús les dijo: ‘Les digo a ustedes que si estas personas se callaran, Dios haría que las mismísimas piedras lo dijeran.’—Luc. 19:28-40.
¿Cómo te sientes tú en cuanto a tener a Cristo como rey? Si tú hubieras vivido cuando Jesús entró en Jerusalén cabalgando, ¿le habrías dado la bienvenida como el enviado por Jehová?
Bueno, Jesús no está en la Tierra hoy, ¿verdad? Está en el cielo. Es desde allí en el cielo que él gobierna como rey. Aunque no podemos verlo, él puede ver a cada uno de nosotros los que estamos aquí en la Tierra. No podemos engañarlo. Él ve lo que hacemos, y hasta sabe lo que hay en nuestro corazón. Si de veras amamos a Jehová, él sabe eso. Y si de veras estamos esforzándonos por hacer lo que dice la Biblia, él nos ayudará. ¿Te gustaría tenerlo a él como tu rey para siempre?
No todo el mundo quiere que Cristo sea rey. Puede que digan que creen en Dios, pero no quieren su reino. No quieren que Dios o Cristo estén diciéndoles qué hacer. Quieren sus propios gobiernos aquí mismo en la Tierra. Por eso, ¿sabes lo que les va a pasar?
La Biblia nos da la respuesta en Daniel, capítulo dos, versículo 44 cuarenta y cuatro. Tomemos nuestras Biblias y busquemos juntos ese versículo. Este texto está hablando acerca de nuestro propio día cuando dice: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”
¿Entendiste eso? La Biblia dice que el gobierno de Dios va a ponerle fin a todos estos gobiernos terrestres. ¿Por qué? Porque no obedecen a aquel a quien Dios ha hecho rey. Todo el universo le pertenece a Dios. Él lo hizo. De modo que él tiene el derecho de decidir qué clase de gobierno debe gobernar. Y su gobierno es el mejor. Pronto el reino de Dios será el único gobierno que habrá.
¿Quieres vivir para siempre bajo el reino de Dios? Yo sí. Pero tenemos que probarle a Dios que eso es lo que de veras queremos. ¿Sabes cómo? Escucha con cuidado la respuesta. Es aprendiendo con la Biblia las leyes de Dios y obedeciéndolas ahora.
Pues bien, Dios dice que su reino destruirá a los gobiernos de los hombres. Pero, ¿nos dice que nosotros debemos destruirlos? No. La Biblia dice que debemos obedecer las leyes de los hombres. De modo que eso es lo que tenemos que hacer por todo el tiempo que Dios permita que existan esos gobiernos.
Pero si en verdad queremos a Cristo como rey, tenemos que hacer más que eso. Tenemos que obedecer todas las cosas que él dijo. Él dijo que ‘no seamos parte del mundo.’ ¿Estaríamos obedeciéndolo si nos envolviéramos en los asuntos de los gobiernos del mundo? Jesús y todos sus apóstoles se mantuvieron alejados de cosas de esa clase.—Juan 15:19.
¿Qué hicieron en vez de eso? Hablaron a otras personas acerca del reino de Dios. Esa fue la obra importante en la vida de ellos. ¿Podemos hacer eso nosotros también? Sí, y lo haremos si decimos en serio lo que decimos cuando oramos pidiendo que venga el reino de Dios.
“¡Pues vea! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre . . . Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.”—Dan. 7:13, 14.