Perseverancia con paciencia produce fruto
● En La Reunión, una isla en el océano Índico, una testigo anciana de Jehová a través de un período de diez años trató de compartir la verdad bíblica con su hija y su yerno. El yerno se irritaba mucho porque su suegra le ‘predicaba su religión,’ de modo que un día al ir a abrirle la puerta cuando tocó, dijo: “Entre, pero deje afuera a su Jehová.” Se puso a hablar de la adoración verdadera en una forma tan insultante que su suegra se puso a llorar. Con las lágrimas corriéndole por las mejillas, ella le dijo que por lo menos podría ir a una reunión de los testigos de Jehová y cerciorarse de lo que ella le decía. El yerno se conmovió tanto por las lágrimas de su suegra que dijo: “Está bien, séquese las lágrimas. Iré si deja de llorar.” Y ciertamente fue. De hecho, disfrutó tanto de la reunión que siguió yendo. Ahora tanto él como su esposa son testigos bautizados de Jehová.