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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1976
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1976
w76 1/2 págs. 69-72

“Sigan haciendo esto en memoria de mí”

UNA vez al año en la fecha bíblica del 14 de Nisán, la noche de la Pascua, el pueblo dedicado de Jehová se congrega en todas partes de la Tierra en armonía con este mandato de Jesús: “Sigan haciendo esto en memoria de mí.” (Luc. 22:19; Éxo. 12:2-6) Es propio conmemorar la Cena del Señor en esta verdadera noche de la Pascua, anualmente después de la puesta del Sol, en la comunidad de uno.

¿A quiénes se invita a asistir? De seguro los pocos que son el resto de los que han sido ungidos con el espíritu de Jehová asistirán, pero también a todos los de la aumentante “grande muchedumbre,” que tienen esperanzas terrenales, se les invita cordialmente a estar presentes, así como a todos los que se están familiarizando con las provisiones de Jehová. (Rev. 12:17; 7:4, 9) ¿Es esta ocasión una ocasión de formalismo ritualista o misticismo? Definitivamente no. Más bien, esta ocasión de aniversario, que envuelve los emblemas simbólicos de pan y vino, recuerda a la mente y el corazón de los que asisten lo que Jesucristo hizo para ellos hace mil novecientos años y lo que todo esto significa para ellos hoy y por un futuro sin fin.—1 Cor. 11:23-26.

¿Cómo se determina esta importante fecha? En el primer siglo Jesús y los cristianos primitivos aceptaban la determinación de la fecha del 14 de Nisán (que comenzaba a la puesta del Sol) según la fijaba el sacerdocio judío del templo de Jerusalén. Es digno de nota que Jesús celebró la comida de la Pascua el 14 de Nisán, según la dirección que daba la ley de Moisés. (Éxo. 12:6-8; Lev. 23:5; Mat. 26:18-20) No comió la cena pascual el 15 de Nisán, como hace la mayoría de los judíos hoy. Después de la destrucción del templo en 70 E.C., los cristianos tuvieron que determinar por sí mismos la fecha pascual del 14 de Nisán.

Cuando el emperador romano Constantino hizo que el cristianismo apóstata fuera la religión estatal (325 E.C.), el Concilio de Nicea ordenó que la celebración de la Pascua florida se efectuara siempre el domingo que subsiguiera a la Luna llena que se presentara el día del equinoccio primaveral (vernal), o la Luna llena que viniera tras ese día. Por lo general esta fecha del equinoccio es el 21 de marzo. Si el decimocuarto día contando desde la Luna nueva, considerado por ellos como el día de la Luna llena, caía en domingo, la celebración de la Pascua florida se difería hasta el domingo siguiente. Esto se hacía para no concurrir con los judíos y la minoría de cristianos, a los cuales se llamaba cuartodecimanos, que todavía tenían su celebración el catorce de Nisán. De esta manera la cristiandad ha llegado a tener su “Jueves Santo” siempre en jueves para conmemorar la Última Cena de Jesús, y su “Viernes Santo” siempre en viernes para conmemorar Su muerte.

Por lo menos para 1880 los adoradores ungidos de Jehová se habían apartado de la práctica de la cristiandad de celebrar la Cena del Señor varias veces al año y la observaban solo el 14 de Nisán después de la puesta del Sol. Desde entonces hasta aproximadamente 1919 los cristianos ungidos aceptaron las fechas que establecía el calendario judío para determinar el 14 de Nisán. Se dieron cuenta de que el calendario judío alistaba la “Pascua” para el 15 de Nisán, después de la puesta del Sol. No obstante, estos cristianos ungidos hicieron arreglos para celebrar la Cena del Señor en la noche del 14 de Nisán, tal como lo hizo Jesús. Aun así, estos cristianos estaban usando el calendario judío cuando aceptaban la determinación del mes de Nisán de cada año.

El calendario judío moderno determina el principio de su mes de Nisán por la Luna nueva astronómica. Sin embargo, por lo general es dieciocho horas o más después de eso que se hace visible en Jerusalén el primer asomo de la fase creciente de la Luna nueva. Cada año, en los últimos tiempos, el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová ha determinado la Luna nueva efectiva que se hace visible en Jerusalén, que es la manera en que se determinaba el primero de Nisán en los tiempos bíblicos. Por esta razón a menudo ha habido una diferencia de un día o dos entre la fecha del Memorial o Conmemoración de los testigos de Jehová y la fecha del 14 de Nisán según el calendario judío moderno.a

Según nuestro método actual de calcular, la fecha del Memorial se aproxima a la Luna llena más cercana después del equinoccio de primavera. Por ejemplo, en 1975 la fecha del Memorial, calculada a catorce días desde la Luna nueva (más cercana al equinoccio de primavera) visible en Jerusalén, fue el jueves 27 de marzo después de la puesta del Sol. Apropiadamente, hubo también una Luna llena el jueves 27 de marzo de 1975. La fecha para el Memorial de 1976, calculada por nuestro método actual, cae el miércoles 14 de abril, después de la puesta del Sol. También hay Luna llena en esa misma fecha. Por eso, si en el futuro alguien del pueblo de Jehová no estuviera en comunicación con el cuerpo gobernante, pudiera determinar la fecha del Memorial con buena exactitud por medio de calendarios locales que muestren la primera Luna llena después del equinoccio de primavera. La celebración entonces acontecería después de la puesta del Sol del día en que hay Luna llena.b

¿Qué se debe hacer si hay una emergencia en la noche de la Cena del Señor? ¿Qué hay si se presentara una tempestad violenta u otra perturbación grande que hiciera imposible el que la congregación local se reuniera al tiempo señalado? En esos casos, sería bueno que los hermanos se reunieran en grupos pequeños de vecindad o en grupos de familia, si se hiciera necesario. De esta manera se congregan para que se les recuerde el significado de los emblemas del Memorial, pan sin levadura y vino. Para esas ocasiones de emergencia, uno de los hermanos dedicados (o una hermana dedicada, si no hay hermano presente) pudiera brevemente considerar los relatos bíblicos de Mateo 26:17-30; Lucas 22:7-23, 28-30; y 1 Corintios 11:20-31. Si una congregación tiene que reunirse en grupitos, la combinación de la cantidad de personas que asistan a los grupitos pudiera enviarse como el informe de la concurrencia de la congregación entera.

En cuanto a los emblemas, ciertamente se debería hacer todo esfuerzo por ver que a los del resto ungido se les sirva el pan y el vino, hasta si uno está enfermo en su hogar o en el hospital. Solo en una situación muy excepcional que no le permita a uno del resto ungido participar de los emblemas el 14 de Nisán querrá ése celebrar el Memorial el día catorce del siguiente mes lunar (el día de la siguiente Luna llena), en armonía con el principio que se halla en Números 9:10, 11, y 2 Crónicas 30:1-3, 15, en cuanto a las celebraciones pascuales tardías. En ese caso de una celebración tardía, esto se debe informar inmediatamente después de ella.

¿Qué hay si más de una congregación tienen que usar el mismo Salón del Reino? Sería bueno fijar la hora de los programas de modo que se muestre consideración por medio de dar suficiente tiempo para que una congregación salga del salón y la siguiente congregación comience su programa. Teniendo esto presente, en algunos casos se han alquilado otros salones para la celebración del Memorial. En estos casos, pudiera ser aconsejable que varias congregaciones se combinaran en una sola reunión. Entonces se podría enviar un informe combinado, con una lista de los nombres de las congregaciones implicadas.

¿Cuál fue el orden de los acontecimientos en el día de Jesús? En la primera celebración de la Cena del Señor, Mateo estuvo presente personalmente. Él presenta las cosas en el orden exacto en que sucedieron. Jesús y sus doce discípulos celebraron la comida pascual usando cordero asado y pan sin levadura, que recordaban a los participantes lo que había sucedido cuando los israelitas fueron librados de Egipto en 1513 a. de la E.C. No había misticismo en cuanto al uso de estos recordatorios del cordero asado y el pan ázimo o sin levadura. (Mat. 26:17-19; Sal. 119:2, 14) Después de la comida pascual, Jesús dio a conocer quién lo traicionaba, Judas, y entonces lo envió de allí. (Mat. 26:20-25; Juan 13:29, 30) Esto dejó a Jesús con los once apóstoles fieles con quienes instituyó la nueva cena que tenía que ver con participar del pan sin levadura y la copa de verdadero vino tinto. En cada caso Jesús ofreció una oración de gracias, primero por el pan y entonces por el vino. (1 Cor. 11:24, 25) Después que Jesús habló extensamente e hizo una oración, terminaron por medio de cantar alabanzas, después de lo cual partieron hacia el monte de los Olivos. Esto, pues, fija el proceder general hasta nuestro día.—Mat. 26:26-30; Juan 13:31-18:1.

¿Qué nos recuerdan los emblemas del pan y el vino? El pan sin levadura nos recuerda el cuerpo de carne de Jesús, que él “sufrió en la carne” (1 Ped. 4:1); que dio su cuerpo carnal “a favor de la vida del mundo” (Juan 6:51); que es “el Cordero que fue degollado” (Rev. 5:12); y que el pacto de la Ley fue “quitado del camino clavándolo al madero de tormento.” (Col. 2:14) El emblema del vino tinto nos recuerda que Jesús ha servido como nuestro Rescatador porque hemos sido librados por medio de la “sangre preciosa” de Jesús (1 Ped. 1:19); y que su sangre vital fue usada para hacer válido el nuevo pacto en el cual se introduce a sus coherederos (1 Cor. 11:25). Aunque los de la “grande muchedumbre” no participan de los emblemas, reciben un recordatorio de los beneficios de la acción de Jesús y del nuevo pacto por medio del cual les vienen como resultado muchos beneficios. (Rev. 7:9, 10, 14) Verdaderamente, Jehová ha hecho arreglos para nuestra liberación por medio del poder de expiación del sacrificio de Cristo, no solo para los ungidos, sino también para todos aquellos a quienes se da la oportunidad de obtener vida eterna aquí en la Tierra.—Lev. 16:11; 1 Juan 2:2.

¿Cómo se conduce la reunión? En la reunión del Memorial un hermano que sirve de presidente extiende una breve bienvenida y comienza la reunión con un cántico y una oración. Después de esto viene el discurso del Memorial, presentado por un orador capacitado (uno de los ungidos si hay uno disponible) seleccionado por los superintendentes nombrados. No sería bueno que varios hermanos presentaran cada uno una porción del discurso del Memorial como en un simposio. Se recomienda que el discursante haga las dos oraciones breves con relación a los emblemas. (Mat. 26:26, 27) Después de servirse los emblemas y haber hecho otros comentarios el discursante, el superintendente presidente puede presentar comentarios de conclusión a menos que él sea el que se encarga del programa del Memorial. La reunión cierra con canción final y una oración.

Solo los del resto ungido participan de los emblemas que se le pasan al auditorio. Después de una oración breve, primero se pasa el pan. Tras de eso, después de otra oración, se sirve el vino. El pan y el vino no se sirven juntos. Los que participan ‘dignamente’ deben participar de ambos emblemas.—1 Cor. 11:27, 28.

La Biblia dice que Jesús partió el pan, evidentemente para servirlo a los apóstoles que se reclinaban a un lado y otro de la mesa. (Mat. 26:26) Esto no es necesario en nuestras circunstancias hoy, puesto que Jesús no estaba estableciendo un precedente ritualista. Por eso, no hay significado simbólico en el hecho de que se partiera el pan sin levadura. Recuerde que ninguno de los huesos del cuerpo físico sin pecado de Jesús fue partido cuando él murió. (Éxo. 12:46; Sal. 34:20; Juan 19:33, 36) El número de copas y el número de platos que se usen dependen del número de personas que se necesiten para servir. Una porción de pan sin levadura se puede poner en cada plato que se use y el vino se puede echar en las copas antes del comienzo de la reunión.

¿Qué clase de pan y qué clase de vino se han de usar? Puesto que Jesús tomó pan sin levadura que se usaba normalmente para la Pascua, nosotros hoy usamos pan sin levadura. Hay unas galletas de pan sin levadura judías hechas solo de harina de trigo y agua, y pueden ser usadas por los cristianos en la celebración del Memorial. Pero no usaríamos galletas de pan sin levadura hechas con ingredientes añadidos, tales como sal, azúcar, malta, huevos, cebollas y así por el estilo.

Algunos Testigos quizás prefieran hacer una pequeña cantidad de pan sin levadura de harina (trigo, arroz u otro grano) y agua. Esto se puede hacer como sigue: Mezcle taza y media de harina con una taza de agua y haga una masa húmeda. Sobre una superficie plana, bien polvoreada con harina, allane la masa hasta el espesor de una oblea, o a tan delgado espesor como sea posible. Coloque esto en una tortera o lámina de hornear galletas, y haga muchos hoyos con un tenedor en la harina, y déle la forma de un pan plano. Hornee en un horno caliente hasta que esté seco y tostado.

El vino que se provea para el Memorial debe ser verdadero vino tinto como el que usaban los judíos en sus celebraciones de la Pascua. Notamos que en Mateo 26:29 Jesús mencionó el “producto de la vid,” que, en aquel tiempo del año, solo podía ser vino fermentado. El único recordatorio apropiado de la sangre derramada de Jesús es vino de uvas rojas sin adulteración. La sangre de Cristo era suficiente sin añadiduras, y por eso el vino que se use debe ser solo vino tinto sin endulzar, sin material fortificante. Si se prevé que habrá dificultad en cuanto a obtener los emblemas, entonces pudieran hacerse preparaciones con mucho tiempo de anterioridad para obtenerlos. Puesto que los emblemas en sí mismos no son sagrados, después de terminar la celebración y disolverse la reunión el pan y el vino se pueden llevar a casa y considerar comunes, y usarse en cualquier otro tiempo como cosa normal.—1 Sam. 21:4.

¿Quiénes deben participar de los emblemas? Solo a los del “rebaño pequeño” se les introduce en el nuevo pacto y, por eso, solo de ellos se requiere que participen de los emblemas. (Luc. 12:32) Fueron los once apóstoles fieles quienes, como el grupito de ungidos en perspectiva, comprendieron el núcleo de los que más tarde serían introducidos en el nuevo pacto en el día del Pentecostés de 33 E.C. (Luc. 22:20) La “grande muchedumbre,” puesto que no son ‘nuevas criaturas’ en el nuevo pacto, no participan del pan y el vino en esta ocasión de aniversario.—2 Cor. 5:17.

Cada uno de los ungidos que asisten al Memorial se examina de antemano para ver si es digno de participar y si verdaderamente tiene el testimonio del espíritu. (Rom. 8:16, 24; 1 Cor. 11:27-29) A veces hay personas que han participado antes y han llegado a darse cuenta de que su relación con Dios no es la de un hijo ungido. Sería apropiado que cesaran de participar, pero esto no sería una indicación de que se hubieran hecho infieles. Es solo que su relación personal con Jehová ha sido aclarada y es la de una persona que tiene esperanza terrenal.

Se cuenta como participantes a los que son conocidos como siervos fieles y bautizados de Dios. No invitamos a asistir a personas que han sido expulsadas. Pero si una de esas personas está presente, no hay razón para perturbarse si está sentada en una fila con otros y procede a participar de los emblemas. De todos modos, a esa persona no se le cuenta como participante.

Siempre es un gozo ver a tantos nuevos concurrir a la celebración del Memorial. Después del programa, se disfruta de una ocasión de compañerismo feliz con los nuevos y unos con otros. Esta gozosa camaradería verdaderamente edifica y estimula a todos. El programa de la noche, si en él se reflexiona, siempre suministra mucho alimento para el pensamiento junto con aprecio y agradecimiento a Jehová, pues nos recuerda a todos todo lo que por amor Él ha hecho por nosotros por medio de nuestro Rescatador, Jesucristo nuestro Señor. (Mat. 20:28; 1 Ped. 3:15) Al llegar a casa después del programa, la familia de testigos de Jehová pudiera dedicar algún tiempo a la consideración del significado de esta importante ocasión. Todo esto ayuda a unir a la familia y la enriquece espiritualmente.

Los ancianos hacen planes cuidadosos para que la congregación local tenga una celebración adecuada de la Cena del Señor. En esta noche específica, en todas partes del globo, el corazón y la mente del pueblo dedicado de Jehová congregado en unidad, los ungidos y los de la “grande muchedumbre,” dan alabanza a nuestro Dios Soberano, Jehová. Dan gracias de nuevo a Jesucristo nuestro Rescatador que demostró su gran amor por nosotros al entregar su vida humana para nuestro recobro. Anualmente el resto ungido y la “grande muchedumbre” se deleitan en conmemorarlo como el mesiánico vencedor del mundo.—Juan 16:33.

[Notas]

a Por las mismas razones, a veces a los judíos modernos se les hace necesario añadir su mes intercalar decimotercero en un tiempo que difiere del tiempo en que lo hacen los testigos de Jehová. En esas ocasiones, pues, su fecha de la Pascua cae un mes después de la fecha del Memorial de los testigos de Jehová.

b Las fechas de la Pascua y el Memorial caen fundamentalmente en armonía con un ciclo de diecinueve años. Para detalles vea Aid to Bible Understanding, página 1677, bajo el encabezamiento secundario: “The Metonic Cycle.” Vea también las páginas 1076-1078 para información acerca de la Cena del Señor.

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